En: Derechos Humanos
28 Oct 2010Un eventual cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba, vigente por medio siglo, se desvanece ante la posibilidad de una victoria republicana en el Congreso, donde de todas formas ya existe gran reticencia tanto demócrata como republicana a relajar el embargo.
Mencionan a legisladora para importante cargo
Lesley Clark, El Nuevo Herald
La representante republicana por Miami, Ileana Ros-Lehtinen, es la más probable candidata a presidir la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara si los republicanos asumen el control de la Cámara en noviembre, lo cual acabaría con los esfuerzos congresuales por suavizar las restricciones impuestas a Cuba.
Ros-Lehtinen no quiso discutir la posibilidad, señalando que «las elecciones no han ocurrido», pero observadores del Congreso sugieren que es seguro que le den el puesto si el Partido Republicano gana los 39 escaños requeridos para obtener control de la Cámara, como predice una serie de analistas.
«Me parece que tendría que ocurrir algo inesperado para que las cosas no salgan así», dijo Al Cárdenas, ex presidente del Partido Republicano de la Florida y cabildero de Washington con fuertes vínculos con los líderes del partido. «Todos estamos optimistas».
La jefatura de esa comisión daría acceso a Ros-Lehtinen al círculo más selecto del liderato de la Cámara, y brindaría a la legisladora pro embargo una posición más privilegiada para influir en la política de EEUU hacia Cuba.
«Es muy diferente que (el presidente actual, y demócrata por California) Howard Berman, veterano defensor de reformar la política hacia Cuba, presida la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, a que lo haga Ileana Ros-Lehtinen, feroz defensora de las sanciones contra Cuba», indicó Sarah Stephens, directora ejecutiva del Centro por la Democracia en las Américas y fundadora de la campaña Libertad para Viajar a Cuba.
Pero Stephens y otros defensores de suavizar la prohibición de viajes a Cuba señalan que el presidente Obama podría cambiar esa política por medio de una orden ejecutiva.
Los partidarios de levantar la prohibición, no obstante, ya se sentían frustrados por la decisión de Berman de no abordar el tema antes de que el Congreso iniciara su receso por las elecciones. Algunos han ejercido presión para que se lleve a votación en la temporada de sesiones post electoral del Congreso saliente.
Ros-Lehtinen como presidenta «ciertamente enfriaría los esfuerzos de ir ante Asuntos Exteriores para derogar la prohibición de viajes, por ejemplo», declaró Jake Colvin, vicepresidente de asuntos del comercio global del Consejo Nacional de Comercio Exterior. «Pero no se necesita necesariamente pasar por la comisión para cambiar la política hacia Cuba».
Ros-Lehtinen dijo en una entrevista en el 2005 mientras hacía campaña por ese puesto que considera que su papel no se limitaría a los asuntos relacionados con Cuba.
«Los presidentes de comisiones tienen que ser fieles a sus convicciones, pero tener en cuenta al mismo tiempo que, como líderes, están representando una miríada de intereses», afirmó entonces. «Puede que yo tenga un interés particular, pero no se puede usar esa autoridad para hablar a nombre de uno mismo».
Entre las funciones de la comisión está ayudar a definir la plataforma de la política exterior de Estados Unidos –la comisión es la que concede al Presidente la autoridad de usar las Fuerzas Armadas.
Ros-Lehtinen hizo campaña por ese cargo en el 2005, cuando los republicanos tenían la esperanza de que conservarían el control de la Cámara , e hizo todo lo posible por no referirse a Cuba, el tema con el cual ha sido identificada más estrechamente.
La legisladora hizo gala de su experiencia como presidenta o vicepresidenta de varias subcomisiones de relaciones exteriores: su apoyo a Israel, su trabajo por los grupos de derechos en Siria.
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Sin cambios a la vista en política hacia Cuba con nuevo Congreso de EEUU
Un eventual cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba, vigente por medio siglo, se desvanece ante la posibilidad de una victoria republicana en el Congreso, donde de todas formas ya existe gran reticencia tanto demócrata como republicana a relajar el embargo.
Los republicanos se encaminan a obtener la mayoría en la Cámara de Representantes, según múltiples sondeos, en las elecciones legislativas del 2 de noviembre, lo que augura un fracaso a un proyecto de ley que buscaba levantar las restricciones de viajes a la isla comunista.
Esa iniciativa, que también facilita la venta de productos agrícolas, había centrado las esperanzas de varios legisladores y grupos empresariales y agricultores estadounidenses, que la consideraban como un primer paso para levantar el embargo, vigente desde 1962.
«No creo que después de las elecciones el ambiente cambie. Ese proyecto de ley tiene mínimas posibilidades. Creo que estamos atascados» en cuanto a Cuba, afirmó el experto en relaciones entre Estados Unidos y América Latina del Instituto Brookings, Ted Piccone.
«Hay voces firmes en ambos partidos, más en los republicanos, pero también en los demócratas, que están a favor del status quo y no quieren un cambio hasta que no haya un cambio de gobierno en Cuba», señaló Piccone, durante un evento en Washington.
El proyecto de ley, respaldado por 140 organizaciones, fue aprobado en junio en la Comisión de Agricultura de la Cámara, pero todavía debe pasar por la Comisión de Relaciones Exteriores y el pleno, y luego ir al Senado.
En la Cámara Alta, varios senadores demócratas han admitido que no tienen los votos para aprobarlo, mientras que otros, como el hispano Robert Menendez -cuyo escaño no está en juego en estas elecciones-, ha prometido evitar a toda costa su concreción.
La iniciativa para relajar el embargo contra Cuba «está absolutamente acabada» en el futuro inmediato, dijo recientemente a periodistas el ex senador republicano por Florida Mel Martinez.
Los grupos que luchan contra el embargo «se han visto tremendamente debilitados en el actual ciclo» electoral, dijo el anticastrista Martinez.
Dos senadores que mantuvieron una posición firme contra el embargo, los demócratas Christopher Dodd y Byron Dorgan, no se están presentando para la reelección en estas elecciones, en las que por lo demás el tema de Cuba ha estado ausente de la campaña.
Pero un impulso firme desde la Casa Blanca todavía podría conseguir cambiar el rumbo de la política estadounidense hacia Cuba, según Sarah Stephens, directora del Centro para la Democracia en las Américas, una de las organizaciones detrás del proyecto de ley para permitir los viajes a Cuba.
«En años recientes, la mayor modificación del embargo ocurrió en 2000 con un presidente demócrata y un congreso republicano, cuando se abrió la venta de comida producida en Estados Unidos en Cuba», dijo Stephens a AFP.
El presidente Barack Obama liberó los viajes y el envío de remesas de cubanoestadounidenses a la isla, permitió acuerdos en el sector de telecomunicaciones y retomó el diálogo migratorio con La Habana.
Pero Obama afirmó la semana pasada ante corresponsales hispanos que su gobierno aún no ha visto «los resultados de las promesas» de mayor apertura de la administración de Raúl Castro.
«Antes de tomar pasos adicionales queremos ver si el régimen de los (hermanos) Castro es serio acerca de una política diferente», dijo Obama, quien según versiones de prensa estudiaría ampliar las licencias para viajes académicos, culturales o deportivos a la isla.
El presidente puede tomar unilateralmente esa medida y algunas otras para ampliar los contactos con La Habana, pero no puede levantar el embargo sin que lo apruebe el Congreso.
Octubre de 2010
AFP, El Nuevo Herald
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".