En: Opinión
20 Ene 2011Panorama Económico y Social. Cuba 2010, se titula el informe preliminar de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) sobre el comportamiento de la economía cubana, publicado el 5 de enero.
En este documento se brindan datos sobre la economía y la dinámica demográfica cubana el pasado año, aunque falta información indispensable para efectuar un balance integral. Entre los elementos no contemplados están los resultados de la zafra azucarera 2009-2010, y vitales producciones como las de níquel, y de petróleo y gas acompañante. Tampoco aparecen las cifras completas sobre la balanza de pagos, la ejecución de las inversiones, el monto de la deuda externa y el dinero en circulación, entre otros importantes indicadores. Habrá que esperar la publicación del Anuario Estadístico 2010 para tener un panorama más completo de lo acaecido en el año.
La economía cubana en 2010 (Parte I)
Economista y Periodista Independiente
Ex preso de conciencia causa de los 75
Enero de 2011
Panorama Económico y Social. Cuba 2010, se titula el informe preliminar de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) sobre el comportamiento de la economía cubana, publicado el 5 de enero.
En este documento se brindan datos sobre la economía y la dinámica demográfica cubana el pasado año, aunque falta información indispensable para efectuar un balance integral. Entre los elementos no contemplados están los resultados de la zafra azucarera 2009-2010, y vitales producciones como las de níquel, y de petróleo y gas acompañante. Tampoco aparecen las cifras completas sobre la balanza de pagos, la ejecución de las inversiones, el monto de la deuda externa y el dinero en circulación, entre otros importantes indicadores. Habrá que esperar la publicación del Anuario Estadístico 2010 para tener un panorama más completo de lo acaecido en el año.
Asimismo, en las cifras aportadas por la ONE se observan algunas diferencias con las informadas por el ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuada en diciembre. Un ejemplo de ello puede apreciarse en lo relativo a la productividad del trabajo y el salario medio mensual en 2010.
La ONE ratificó el aumento del PIB en 2,1% el año pasado, muy por debajo del nivel alcanzado por América Latina y el Caribe. Según CEPAL en su Balance Preliminar del año, el PIB de la región creció 6,0%, con un engrosamiento del 4,8% por habitante. Con excepción de Venezuela y Haití, todos los países crecieron y remontaron los efectos de la crisis. Se destaca el comportamiento positivo de las economías de Paraguay, Perú, Brasil, Argentina, Costa Rica, México y Chile. La caída del PIB venezolano ocurrió por segundo año consecutivo y estuvo acompañada por una inflación estimada de 26,9% al cierre de diciembre, la más alta de América Latina y posiblemente del mundo, lo cual provocó, nuevamente, la minoración del salario medio real, esta vez en 21,2%, de acuerdo a los estimados preliminares de la citada organización regional.
El anunciado crecimiento cubano del 2,1%, es superior al estimado por CEPAL de 1,9%, aunque ambos indicadores parecen sobrevalorados. El sector agropecuario, según ONE, tuvo una caída con respecto a 2009 de 2,8%, algo difícil de entender, pues en el primer semestre de 2010- la época de mayor producción agrícola- el volumen obtenido descendió 7,5%- sin considerar la significativa reducción de la cosecha de caña de azúcar-, lo que hace improbable una recuperación de tal magnitud en el segundo semestre. El volumen de la producción de caña de azúcar no se ha informado, pero medios oficiales han expresado que la pasada zafra fue la peor en más de 100 años, y el rendimiento alcanzó 27 toneladas por hectárea frente a 34,3 ton/há logrado en la zafra 2008-2009; un hecho que refuerza la tesis de que el decrecimiento en el sector agropecuario fue superior al 2,8% reconocido oficialmente.
En la producción de bienes, la pesca decreció en 4,2%, y la industria manufacturera, incluida la azucarera, aunque parece tuvo una recuperación de su mal desenvolvimiento en el primer semestre, obtuvo un magro crecimiento de 0,9 %. Los sectores clasificados como Servicios Básicos tuvieron un descenso en su conjunto del 3,1%, con una caída en el suministro de electricidad, gas y agua del 0,8%, y la construcción del 12,2%, donde existió un retroceso en las viviendas terminadas del 7,7% con respecto a 2009, habiéndose concluido sólo 32 400 unidades, para agravar la crisis habitacional. En las inversiones, prácticamente no se aportan datos en el informe de ONE, aunque en la pasada sesión de la Asamblea Nacional se puntualizó que el plan se incumplió en 23,6%, profundizándose el proceso de descapitalización presente desde principios de los noventa. En la construcción y montaje con destino a inversiones, ONE reconoce una disminución del 15,1%.
En transporte, almacenamiento y comunicaciones se plantea un crecimiento del 2,8%, posiblemente por el desarrollo de la comunicación digital, ya que el transporte de pasajeros y carga presentó serios problemas por falta de piezas de repuesto y neumáticos. En su informe el ministro Murillo indicó que en la ciudad de La Habana el plan de transportación de pasajeros fue incumplido en 8,8%, y se observa el deterioro creciente de la actividad con un alto índice de ómnibus parados por carencia de insumos.
Como en años anteriores, el incremento del PIB se trata de justificar por supuestos crecimientos logrados en Otros Servicios, que en 2010 se sitúa en 4,0%, con elevaciones significativas, difíciles de sostener, en educación (4,5%), salud pública y asistencia social (5,7%), y cultura y deporte( 7,8%). Resultan inexplicables estas alzas, teniendo en consideración los evidentes retrocesos en 2010, y la caída de la calidad en la educación, evidenciada en la cantidad de suspensos en los exámenes de ingreso a las universidades y las pruebas de ortografía, entre otros, así como el descenso de los niveles de matrícula en todos los niveles de enseñanza –desde primaria hasta superior-, y la eliminación de la obligatoria escuela secundaria en el campo. En salud pública se ha reconocido oficialmente la carencia de medicamentos durante gran parte del año, y se aprecia la creciente precariedad del servicio brindado. Incluso a inicio de 2010 ocurrieron decenas de fallecimientos en el Hospital Psiquiátrico Nacional debido a “varias deficiencias relacionadas con la no adopción oportuna de medidas”, según nota oficial.
Tampoco debe soslayarse la disminución en 17,0%, en relación con 2009, de la asignación presupuestaria para gastos de Asistencia Social.
Menos comprensible resulta el impresionante crecimiento informado en la cultura y el deporte, a no ser que el continuo descalabro del deporte y la masiva deserción de los atletas en 2010 se reviertan en la metodología de las estadísticas cubanas. Tampoco la cultura pudo haber crecido tanto, ya que los fondos presupuestarios disminuyeron 4,5%.
En la esfera de Comercio y Reparación de Efectos Personales se anuncia un aumento de 1,8%; un alza difícil de aceptar teniendo en consideración que durante todo 2010 continuó el desabastecimiento de productos básicos, tanto en moneda convertible como nacional, sin excluir la oferta en el mercado negro. Productos tan esenciales como el arroz, los frijoles, las leche en polvo y las medicinas escasearon, mientras los artículos de limpieza y aseo personal desaparecieron por largos períodos (jabón, desodorante, pasta dental). En ocasiones fue difícil conseguir azúcar y café hasta en CUC. Respecto a las reparaciones de efectos personales, los problemas también fueron serios al extremo que el gobierno lo ha reconocido. El ministro Murillo habló del tema en la Asamblea Nacional, explicó que se debe a la falta de piezas de repuesto, y prometió que habrá soluciones en los próximos meses. Entre los equipos rotos sin posibilidades de arreglo se encuentran grandes cantidades de procedencia china, distribuidos durante la “revolución energética”.
Por otra parte, el crecimiento del 2,1% del PIB es dudoso, ya que el consumo de electricidad continúa reduciéndose vertiginosamente. Es cierto que pueden lograrse ahorros y crecer la economía en alguna magnitud, pero no en la proporción supuestamente ocurrida en los últimos años. Ahora se informa que en 2010, el consumo del sector estatal, donde es realizado la mayor parte de la producción y los servicios, volvió a disminuir en 6,7%. La generación bruta de electricidad alcanzó 17 573,6 gigawatts/hora para un decrecimiento del 0,8% respecto a 2009. Las pérdidas de electricidad crecieron en 10,2% y en 2010 representaron el 15,9% de toda la producida, lo cual indica una disminución en la eficiencia.
La economía cubana en 2010 (Parte II)
Otro elemento que hace improbable el aumento del 2,1% del PIB en 2010 es que las importaciones de bienes disminuyeron nuevamente. En 2009 decrecieron en 37,0% respecto al año anterior. En 2010 la caída fue del 4,6%, pero si se considera que el valor unitario de las importaciones creció en un 55,0% según cálculos oficiales, en términos de volumen se redujeron en alrededor del 35,9%, lo cual explica las afectaciones productivas durante todo 2010 por la carencia de insumos vitales. Esto contribuyó también, al deterioro de la actividad comercial y la escasez de alimentos, medicinas y artículos de amplio consumo.
En 2010 las exportaciones de bienes crecieron 28,8%, según la ONE, debido fundamentalmente al incremento de los precios del níquel y de las limitadas cantidades de azúcar suministradas a China. Los alimentos a partir de junio de 2010, tuvieron un crecimiento de precios extraordinario en el mercado internacional, particularmente el azúcar que fue el producto líder en esa tendencia. En diciembre rebasó los 30 centavos/libra, y al cierre del año llegó a un índice de 398,4, tomando como promedio los precios del período 2002-2004, de acuerdo a análisis de la FAO.
Desde hace años, el azúcar mantiene altas cotizaciones, convirtiéndose en uno de los productos más valiosos a escala mundial. Además, la industria azucarera produce otros codiciados derivados como etanol, alimentos para el ganado, levaduras, resinas, material de construcción y otros. También genera importantes cantidades de energía eléctrica por encima de su consumo, las cuales son entregadas al sistema electro-energético con significativos beneficios financieros. Si Cuba hubiera mantenido su industria azucarera, aunque con niveles productivos modestos de alrededor de 5 millones de toneladas anuales, la situación de la economía no sería tan angustiosa. La destrucción de esta industria ha sido el error más grande cometido en la Isla desde la llegada de los aborígenes.
El comercio exterior en su conjunto refleja un saldo comercial de bienes y servicios favorable en 3,6 miles de millones de pesos para un crecimiento del 92,8%, explicable- además de por los incrementos de precios de las exportaciones- por la reducción de la importación de bienes, lo cual está afectando extraordinariamente el funcionamiento del país. Sin embargo, el factor determinante fue el engrosamiento de la exportación masiva de especialistas, fundamentalmente a Venezuela. Así continúa fortaleciendo la dependencia económica a ese país con toda la incertidumbre que esto crea. También debe haber contribuido de forma modesta el 5,5% de incremento de los ingresos por turismo en CUC, en lo que han incidido las visitas de miembros de la comunidad cubana residentes en el exterior, convertidos en la segunda fuente de visitantes después de Canadá.
Los datos oficiales no muestran el preocupante monto de la deuda externa, estimada en 19,8 miles de millones de dólares US en 2010 por The Economist,-sin considerar la existente con los antiguos países socialistas- con un servicio a la deuda de 2 mil millones, de los cuales 796 millones corresponden al pago de intereses. El gobierno ha informado sin suficientes precisiones que está renegociando la deuda y que ha alcanzado algunos acuerdos para efectuar los pagos con posterioridad a 2015. Muchos acreedores opinan que los problemas subsisten a pesar de algunos acuerdos y ciertos pagos de la deuda atrasada, incluido “el corralito” impuesto en 2008.
La llegada de turistas fue de 2,5 millones para un crecimiento del 2,9%, según datos de ONE, a lo que debieron contribuir decisivamente las visitas de personas provenientes de la comunidad cubana en el exterior, fundamentalmente de Estados Unidos. Los ingresos brutos llegaron a 2,2 miles de millones de CUC, para un crecimiento del 5,5%. Sin embargo, no se informa sobre los ingresos netos. Dados los bajos niveles productivos cubanos, las importaciones de artículos con destino al turismo deben haberse incrementado, por lo que la industria sin humo no está sirviendo de locomotora para la economía. Por el contrario genera enormes compras en el exterior de productos que perfectamente podrían producirse nacionalmente. En la práctica se benefician los agricultores norteamericanos y productores de otros lugares.
Llama la atención la caída de 15,9% en la tasa de ocupación internacional en el turismo, reportada por ONE. El pasado año alcanzó sólo 50,3% frente a 59.8% de 2009. Esto podría explicarse por el peso creciente de las llegadas de cubanos residentes en el exterior que se alojan en los hogares de sus familias y no utilizan capacidades hoteleras; también pudiera haber incidido el aumento del turismo de crucero el cual pernocta en los navíos.
La economía cubana en 2010 (Parte III)
Las estadísticas preliminares de ONE insisten en índices de precios al consumidor (IPC) sin validez alguna, con un crecimiento sólo del 1,4% en 2010, aclarando que se trata de mercados en pesos cubanos. No se define si se ha contemplado la incontestable realidad del mercado negro.
En Cuba existe una gama de mercados a los que el ciudadano tiene que recurrir sin opciones, que van desde la venta en Pesos convertibles (CUC) de muchos artículos casi imposibles de adquirir en otros lugares, hasta el mercado negro, pasando por la venta estatal y los mercados de oferta y demanda permitidos. De todos modos es difícil sostener un incremento del IPC del 1,4%, si los precios de los combustibles crecieron entre 14,0%-18,0%, y hasta septiembre los precios en el mercado agropecuario tuvieron un aumento promedio del 4,5%, según la propia ONE; con un agravamiento posterior en muchos artículos como los frijoles que llegaron a costar hasta 20 pesos/libra o el arroz que en el mercado negro ha oscilado entre 5-6 pesos/libra, y en algunas zonas del país sobrepasó los 10 pesos/libra.
De igual forma parece que la ONE olvida el aumento de precios por la salida de venta racionada de cigarrillos que pasaron de 2.00-2.50 pesos/cajetilla, a 7.00-7.60 cada una en el mercado libre, así como el chícharo que cambió de 16 centavos/libra a 3.50 pesos. En el mercado negro también se han disparado los precios, como la leche en polvo vendida tiempo atrás entre 20-25 pesos/libra y ahora, cuando se consigue, no baja de 35 pesos.
El IPC real en 2010, como en anteriores años, podría ser superior a las tasas de interés que paga la banca cubana por los depósitos de ahorro a plazo, tanto en moneda nacional (MN), como en CUC y en US dólares. El máximo interés anual pagado por los fondos en MN es de 7,0% a 36 meses. En idéntico plazo los intereses por depósitos en CUC y USD son de 4,50 y 1,75%, respectivamente. En cuanto a las cuentas a la vista los intereses no sobrepasan el 0,50% anual en cualquier moneda. El hecho de que los intereses bancarios pueden ser inferiores a la inflación real, debe ocasionar una continuada depreciación de los ahorros.
La falta de credibilidad se repite en el Índice de Desempleo del 1,6% mostrado por ONE, inferior al 1,7% de 2009, ambos irreales por supuesto. Sólo debe darse un recorrido por cualquier pueblo o ciudad para constatar la cantidad de personas en edad laboral, deambulando ociosas a cualquier hora, lo que destroza tales absurdos indicadores.
El salario medio mensual llegó a 436 pesos en 2010 -según ONE-, equivalente a 17.44 CUC o 21.80 dólares a las tasas oficiales, para un incremento de 1,6% respecto a 2009. Esto significa que el salario real sigue disminuyendo, teniendo en consideración el incremento del IPC acaecido en 2010. Incluso la aseveración del ministro Murillo de que el aumento de la productividad del trabajo se acercó al crecimiento del salario medio pudiera no ser tan certera. El PIB por trabajador ocupado fue de 9 339 pesos para un crecimiento del 2,1%, cálculo realizado sobre la base del PIB a precios constantes de 1997. Pero si como se ha señalado anteriormente este indicador es poco sustentable, el incremento de la eficiencia productiva que aportan estas cifras podría ser inexacto, manteniéndose la tendencia del crecimiento superior del salario medio sobre la productividad del trabajo.
Respecto a la ejecución del Presupuesto en 2010 se observa una reducción en el déficit estimado de 549.4 millones de pesos. De ratificarse el déficit de 2.46 miles de millones de pesos en 2010, representaría el 3,8% del PIB anunciado frente al 4,8% del año anterior. Claro está, habrá que tomar estos datos con prudencia, por la falta de credibilidad del PIB cubano. No obstante, el déficit debe haberse reducido por los drásticos recortes en los gastos sociales, como las minoraciones en los subsidios a los artículos vendidos en el sistema de racionamiento, la disminución de la asistencia social y la eliminación de la costosa escuela secundaria en el campo, entre otros. Para 2011, la política de ahorros se radicalizará con el despido masivo de trabajadores y la reducción de las subvenciones a alimentos y servicios como la electricidad. Aunque en el aspecto económico los ajustes pudieran beneficiar, indudablemente si no se producen compensaciones a los sectores poblacionales más desvalidos y una aplicación gradual de las medidas, podrían crearse delicadas tensiones sociales y políticas.
Los datos preliminares aportados por ONE en materia demográfica indican que en 2010 continuó reduciéndose la población en términos absolutos, con menos nacimientos y más defunciones. Puede inferirse que el proceso de envejecimiento continuó, con los retos que significan para un país con tan bajas posibilidades de realizar inversiones para atender las necesidades generadas por el aumento de las personas en la tercera edad; situación agravada por los bajos niveles de productividad del trabajo. La población económicamente activa disminuyó en 11 600 personas.
Como en muchas cifras de ONE se aprecia igual falta de sustentabilidad que en años anteriores, no debe sorprender que los organismos internacionales dedicados a asuntos económicos sigan recibiendo las informaciones brindadas por instituciones cubanas con reservas. En el Índice de Desarrollo Humano 2010 publicado por PNUD, Cuba no aparece en el escalafón de países, sino en un grupo denominado “Otros países y territorios”, sin datos económicos y junto a naciones fallidas como Somalia, Corea del Norte, Eritrea, islas y otros países muy pequeños.
El Presidente Raúl Castro, en la Sesión de la Asamblea Nacional celebrada en diciembre, se pronunció contra las imprecisiones, mentiras y engaños. Llamó a “poner sobre la mesa toda la información y los argumentos que fundamentan cada decisión y de paso, suprimir el exceso de secretismo…”. Expuso que las informaciones inexactas “…pueden conducir a decisiones erradas con mayor o menor repercusión en la nación”. Para abundar en este análisis, pudiera agregarse que indicadores sin sustentación real, como crecimiento de la economía y desempleo, y tasas de inflación ridículas, entre otros datos carentes de credibilidad, desprestigian nacional e internacionalmente a los gobiernos que los brindan.
Las perspectivas económicas para 2011 son inciertas. En el Plan de la Economía se planteó un crecimiento del 3,1%. Esto dependerá de las decisiones que se adopten sobre el alcance de las reformas económicas a acometer este año. Si únicamente se procura actualizar un modelo absolutamente fracasado con medidas parciales, tal como se plantea en el proyecto de Lineamientos Económicos y Sociales para el VI Congreso del Partido Comunista, no habrá soluciones. La última oportunidad se habrá perdido irremediablemente, y Cuba se podría hundir en el caos.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".