En: Opinión
18 Feb 2012El sacerdote José Conrado Rodríguez, una de las figuras católicas más críticas del gobierno cubano, dijo sentirse confiado de que la visita del Papa Benedicto XVI servirá para abordar el tema de las libertades individuales y alentar un proceso de reconciliación nacional.
El padre Conrado confía que el Papa discuta con los dictadores cubanos el tema Derechos Humanos y Libertades.
Por: Juan Carlos Chavez
Febrero de 2012
jcchavez@elnuevoherald.com
El sacerdote José Conrado Rodríguez, una de las figuras católicas más críticas del gobierno cubano, dijo sentirse confiado de que la visita del Papa Benedicto XVI servirá para abordar el tema de las libertades individuales y alentar un proceso de reconciliación nacional.
“El Papa tiene los modos propios de defenderlos”, indicó el sacerdote, párroco de la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús, en Santiago de Cuba. “No sé si hará una referencia pública, pero ciertamente imagino que será un tema a tratar con las autoridades, siempre en un plano constructivo y de respeto”.
La visita papal, del 26 al 28 de marzo, coincide con las conmemoraciones por los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, en las aguas de la Bahía de Nipe. En el primer día de su itinerario, el Papa oficiará una misa en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, en Santiago de Cuba. El acto celebrará el Día de la Anunciación de la Virgen María.
El padre José Conrado dijo que el Papa “seguramente” destacará otros aspectos que se han registrado en la isla, como la excarcelación masiva de presos comunes. En diciembre, el gobernante Raúl Castro ordenó el indulto de más de 2,900 presos cubanos, así como de 86 extranjeros de 26 países. La medida incluyó a reos de ambos sexos con más de 60 años, y jóvenes que se superaron culturalmente.
“Ha habido una amnistía generosa y creo que el Papa se hará eco de eso porque uno tiene que animar a que lo bueno se propague y amplíe”, detalló el párroco en una entrevista telefónica con el El Nuevo Herald.
Activistas y opositores dentro de la isla como Oscar Elías Biscet se han manifestado consistentemente a favor de que el Papa discuta el estado de la sociedad civil y la opresión política. El jueves, Biscet analizó el tema desde La Habana en una conversación telefónica con miembros de un subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Los ataques y actos de hostigamiento contra el movimiento opositor pacífico han sido criticados enérgicamente por el sacerdote. En otras ocasiones ha responsabilizado a los Castro por el clima de violencia imperante para silenciar a las voces críticas. En febrero del 2009 envió una carta abierta a Raúl Castro para reclamar cambios que pusieran fin a la grave situación de la isla. En septiembre de 1994, igualmente se dirigió al entonces gobernante Fidel Castro pidiendo espacios de discusión y la celebración de un referendo electoral.
En agosto del 2011, el arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, monseñor Dionisio García Ibáñez, ordenó el traslado del padre José Conrado Rodríguez a El Cristo, un templo más pequeño, ubicado a unos 15 kilómetros de la ciudad. El anuncio de su cambio, que aún no se ha concretado, levantó polémica entre feligreses y miembros de la disidencia.
El sacerdote confirmó también que el gobierno cubano “devolvió” recientemente a la Iglesia Católica un local ubicado en los bajos de la Catedral de Santiago de Cuba. El local fue expropiado en la década de los 60. En aquellos años, junto con las expropiaciones, Fidel Castro ordenó arrestos y expulsiones masivas de sacerdotes y monjas.
“Ahora se espera que devuelvan más propiedades para establecer la Biblioteca Pedro Meurice, que está en la calle Santo Tomás”, puntualizó.
Meurice murió el 21 de julio del 2011 en un hospital de Miami debido a una crisis renal. Tenía 79 años. Cobró notoriedad mundial el 24 de enero de 1998 durante la histórica visita de Juan Pablo II a Cuba, ocasión en que pronunció un duro discurso contra el régimen castrista.
El líder religioso dijo que la devolución de la propiedad se realizó al cabo de varias peticiones de las autoridades eclesiásticas. Interpretó este hecho como una muestra de que La Habana apuesta por la distensión y el acercamiento, tomando en cuenta la presencia y el papel de la Iglesia, explicó.
“En esa perspectiva, más que una cosa puntual, diría que es una nueva política del gobierno”, afirmó.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".