Cumbre entre una UE atribulada y una America Latina que evito la crisis

Cumbre entre una UE atribulada y una América Latina que evitó la crisis

AFP Por Jorge Svartzman

17 de Mayo de 2010

América Latina llega a la cumbre con la Unión Europea (UE) de Madrid con la tranquilidad de haber sorteado la crisis que hace tambalear a las economías del Viejo Continente y con la creciente proyección internacional de Brasil, evidenciada en las gestiones del presidente Luiz Inacio Lula da Silva en Irán.

«La región ya no es aquélla que no sabía lo que tenía que hacer, que estaba siempre en una situación económica deficitaria», dijo la ex presidenta chilena Michelle Bachelet en unas declaraciones recogidas este lunes por el diario español El País, la víspera de la VI cumbre birregional.

La UE firmará, al margen de ese encuentro, sendos tratados de libre comercio con Perú y Colombia, y probablemente con América Central, y relanzará sus negociaciones con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

La reactivación de estas últimas discusiones, estancadas desde fines de 2004, provoca discrepancias en Europa, a causa de los temores de los países que más se benefician de las subvenciones europeas a la agricultura, empezando por Francia.

Los negociadores sudamericanos afirman que la pelota ahora está del lado europeo. «Mercosur ha hecho sus deberes, ha dado señales concretas» para llegar a ese acuerdo, y ahora «la única forma de avanzar es tener una visión política del tema», explicó una fuente de ese bloque.

Los sudamericanos argumentan además que América Latina ofrece a Europa la posibilidad de ganar posiciones en momentos en que Estados Unidos está enmarañado en sus guerras y su crisis.

De hecho, otros han visto esas oportunidades, como Rusia y China, que en los últimos meses reforzaron la cooperación desde el comercio de materias primas a las inversiones automovilísticas y los contratos de defensa.

China se convirtió ya en el segundo socio comercial de Brasil (por detrás de la UE pero por delante de Estados Unidos) y en el primero de Chile. Además, según proyecciones, puede convertirse en el principal inversionista en América Latina hacia 2020.

El presidente peruano, Alan García, llamó este lunes en Madrid a la UE a desprenderse de «rigideces» ideológicas, que «confunden democracia y proteccionismo excesivo», para superar sus problemas.

El economista Federico Steinberg, del Real Instituto Elcano (España), ve el riesgo de que el impulso a un acuerdo con el Mercosur obedezca principalmente a un voluntarismo que disminuirá cuando en julio acabe la presidencia española de la UE.

España «sabe que durante las futuras presidencias de los países de Europa Central y Oriental, América Latina no será una prioridad, por lo que la ventana de oportunidad que se ha abierto ahora no se repetirá en mucho tiempo», escribió Steinberg en el sitio Infolatam (‘www.infolatam.es’).

Algunos participantes en un coloquio empresarial en Madrid llamaron a la UE a mirar más hacia América Latina para salir de la crisis económica.

Europa «debe intensificar sus relaciones con América Latina, que se ha ganado el derecho a ocupar un lugar en el mundo y está liderando junto con Asia la recuperación económica mundial», resumió el presidente de Telefónica, César Alierta.

El motor de la nueva pujanza latinoamericana es Brasil, decidido a reclamar su parte de poder en un mundo en mutación.

Brasil «ya no es una potencia emergente, es una potencia, un país consolidado», dijo el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, en una entrevista este lunes con la radio Cadena Ser.

Una visión confirmada por el acuerdo firmado este lunes por Brasil y Turquía con Irán, que prevé un canje del uranio iraní en Turquía. Esa solución permitiría desactivar la amenaza de sanciones occidentales contra la República Islámica y dar nuevo sustento a las aspiraciones brasileñas de obtener un asiento permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Brasil, potencia agrícola e industrial, desempeña por lo demás un papel clave en las negociaciones sobre cambio climático y de liberalización del comercio mundial.

La UE reconoce que «los países de América Latina desempeñan un papel cada vez más importante en la adopción de nuevas formas de gobernanza económica y social a nivel mundial», pero que «las desigualdades y la exclusión social siguen siendo retos candentes para la región», señala un reciente documento de la Comisión Europea.

«La región es pujante, pero tiene tremendos desafíos», reconoce Bachelet.

«Es una América Latina que ha generado bienestar para muchos de sus ciudadanos, aun cuando hay países muy rezagados y en situación precaria. Los presidentes son elegidos democráticamente, pero la democracia no sólo se cuida con las elecciones y el respeto de las libertades civiles, sino también luchando contra (…) la corrupción, el crimen organizado, la inseguridad ciudadana o un sistema jurídico deficiente», añade.