Un grupo de sindicalistas independientes desterrados a España por el gobierno cubano en 2010, agradeció este lunes al líder de la Unión de Trabajadores de Australia (AWU, por sus siglas en inglés), Paul Howes, su rechazo a reunirse con el embajador cubano en Canberra y su apoyo a quienes son reprimidos en Cuba por exigir derechos laborales.
(Por DDCuba) Un grupo de sindicalistas independientes desterrados a España por el gobierno cubano en 2010, agradeció este lunes al líder de la Unión de Trabajadores de Australia (AWU, por sus siglas en inglés), Paul Howes, su rechazo a reunirse con el embajador cubano en Canberra y su apoyo a quienes son reprimidos en Cuba por exigir derechos laborales.
«Agradecemos la posición del movimiento sindical australiano, que usted preside, de abogar por nuestra excarcelación y denunciar ante todos los organismos internacionales las sistemáticas y flagrantes violaciones que comete el régimen cubano en materia laboral y sindical. Además, su posición de no aceptar recientemente la invitación de reunirse con el embajador cubano en Canberra, Pedro Monzón», dijeron en una carta, obtenida por DIARIO DE CUBA, Miguel Galbán Gutiérrez, Alfredo Felipe Fuentes, Nelson Molinet Espino y Héctor Raúl Valle.
Los cuatro forman parte del grupo de 75 disidentes condenados a largas penas de cárcel en la Isla durante la oleada represiva de 2003. El año pasado el régimen los envió directamente de la cárcel al exilio en España.
Recordaron que Iván Hernández Carrillo, miembro del ejecutivo nacional de la Confederación Obrera Nacional Independiente de Cuba (CONIC) y también encarcelado en 2003, sigue en prisión por negarse a partir a España. Cumple una condena de 25 años.
El pasado viernes, Howes rechazó una invitación del representante del gobierno cubano en Canberra.
Una reunión «sólo será posible cuando su gobierno deje de represaliar a los sindicalistas independientes y libere a los que están prisioneros», dijo en una carta a Monzón.
Asimismo, criticó a la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único, controlado por el gobierno), «cuyo liderazgo no es electo por los obreros, sino por el Partido Comunista».
Howes acusó a la CTC de «mirar hacia otro lado», mientras «el Estado reprime constantemente a los sindicalistas independientes que luchan por tener la voz real» de los obreros de la Isla.
En su carta al líder de la AWU —la mayor y más antigua organización de trabajadores de Australia—, los sindicalistas independientes cubanos se refirieron a las medidas puestas en práctica por el régimen de Raúl Castro para «actualizar» su modelo económico, entre ellas, el despido masivo de empleados estatales.
«El pueblo cubano enfrenta en estos instantes un experimento sutil. El régimen castrista intenta pasar de una economía destruida a un sistema liberal capitalista de estado, incierto y sin la existencia de una sociedad civil donde concurran instituciones libres e independientes que defiendan verdaderamente los derechos y libertades fundamentales de los trabajadores», dijeron a Howes.
«La única central sindical permitida en la Isla, la Central de Trabajadores de Cuba (…) en su acostumbrada actitud de servilismo está en estos momentos apoyando las medidas que eliminarán medio millón de empleos estatales», denunciaron. «¿Cómo una organización supuestamente creada para la defensa de los trabajadores es la encargada de apoyar medidas contrarias a los intereses de estos?».
«Esta es una ocasión propicia para que todas las organizaciones sindicales en el mundo se unan y exijan al gobierno de Raúl Castro que permita las agrupaciones sindicales independientes dentro de la Isla, únicas capaces de verdaderamente defender a la clase obrera», añadieron.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".