En: Opinión
27 Feb 2012Los cubanos, lo mismo los que están en la dirección del régimen o en la parte de sus adversarios, reciclamos las torpezas y las negligencias con nuestro país. Ambas partes están bien forradas de mala voluntad, intransigencia, comodidad y obtusidad. La competencia se trata de cómo no llegar nunca a la meta. Jamás los jefes absolutos de Cuba han tenido un proyecto decente de nación y de inclusión nacional y en la parte de de los adversarios cuando los de más luz han tenido un proyecto viable para el país, ha sido atacado, descalificado y obstruido –antes de hacerlo el régimen– por la otra parte poderosa de la oposición externa que solo practica el hacer denuncias internacionales. El aislamiento o descanso en medidas extranjeras que han demostrado su larga inocuidad.
Los cubanos, lo mismo los que están en la dirección del régimen o en la parte de sus adversarios, reciclamos las torpezas y las negligencias con nuestro país. Ambas partes están bien forradas de mala voluntad, intransigencia, comodidad y obtusidad. La competencia se trata de cómo no llegar nunca a la meta. Jamás los jefes absolutos de Cuba han tenido un proyecto decente de nación y de inclusión nacional y en la parte de de los adversarios cuando los de más luz han tenido un proyecto viable para el país, ha sido atacado, descalificado y obstruido –antes de hacerlo el régimen– por la otra parte poderosa de la oposición externa que solo practica el hacer denuncias internacionales. El aislamiento o descanso en medidas extranjeras que han demostrado su larga inocuidad.
Lamentablemente existen cientos y cientos de ejemplos negativos en esta larga etapa. Obsérvese ahora nuevamente hasta donde llega la superficialidad e irresponsabilidad en los análisis, planes y aspiraciones de un sector de líderes, comunicadores y activistas internos y externos de la oposición cubana que algunos vuelven nuevamente a vislumbrar la visita de otro papa a Cuba como un motor de arranque de las modificaciones y soluciones nacionales que requiere el país, o más grave aún, pidiendo que no vaya el papa, ni nadie a la isla para de esa forma ayudar a su libertad. No bastó con la experiencia de la primera visita y vuelven nuevamente a chocar con la misma piedra.
Sobredimensionan las visitas del Papa. El Papa visita países para proclamar la palabra de Cristo y fortalecer la fe católica en las poblaciones y para eso también va a Cuba. Es infantil aspirar a otros resultados y menos cuando se trata del pueblo cubano, que nunca ha sido fanático de ninguna religión, pero incluso ni con repetidas visitas papales a países como México, que tiene una de las más altas proporciones de católicos (96%) y de practicantes han podido el papa y la Iglesia Católica ayudar a poner fin a la grave inseguridad e inestabilidad social del país con los horrorosos crímenes y la corrupción.
Leer algunas noticias de la disidencia y el exilio cubano que inevitablemente tiene que recoger y reportar la prensa porque son producidas y generadas, sumadas a las que presenta la otra parte oficial con sus periódicos y mesas cuadradas, son el mejor remedio cubano para morir de aburrimiento, tristeza y falta de esperanzas de solución para Cuba. Más de medio siglo y ninguna de las partes parece seria e inteligente. Estamos ante un permanente juego de manigua sin calidad.
En lo que a mí respecta he tratado de contribuir con la voluntaria tarea que me he impuesto hace años para que se respeten los derechos civiles de los cubanos donde quiera que estén. Y al concluir que es un derecho de los católicos cubanos en Cuba de recibir a Su Santidad y de los que residen en el exterior de ir a Cuba cuando lo deseen y puedan, formé parte de una representación de defensores cubanos de los derechos humanos que fuimos recibidos por el arzobispo de la Florida Thomas Wenski para brindarle nuestro más decidido apoyo a la Iglesia Católica cubana para la visita del Papa y del viaje de los exiliados a Cuba. Igual haríamos con otras religiones.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".