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26 Jun 2010Los debates prometen agudizarse al abordar en el seno del G20 la propuesta de una tasa bancaria, o la reforma de las instituciones financieras internacionales.
Los ricos del G8 buscan zanjar diferencias antes del G20 con emergentes
Estados Unidos y sus socios europeos del G8 buscan este sábado en Canadá un difícil equilibrio entre reducción de déficits públicos y crecimiento, antes de tratar de zanjar con los países emergentes en el marco del G20 otros debates para evitar una nueva recesión.
El G20 fue proclamado el año pasado en Pittsburgh (EEUU) principal foro de coordinación de políticas económicas, en reconocimiento al papel de los grandes países emergentes como China, India y Brasil, como locomotoras de la economía mundial tras la crisis económica.
Pero el G8 de principales potencias industrializadas, que empezó sus discusiones el viernes en un aislado y lujoso balneario en Hunstville (este de Canadá) reunió de hecho a los actores del debate más candente, entre políticas de ajuste preconizadas por Europa, contra el parecer de Estados Unidos, temeroso de retirar demasiado pronto los apoyos estatales.
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, uno de los principales impulsores del G20, anunció a último momento su ausencia de la cumbre, a causa de la gravedad de las inundaciones que afectan el nordeste de su país, según fuentes oficiales, aclarando que no se trataba de ninguna manera de un desaire.
Líderes europeos como la alemana Angela Merkel llegaron a Canadá dispuestos a demostrar que sus drásticos recortes presupuestarios son necesarios para garantizar el equilibrio financiero, e incluso para la supervivencia del euro.
«He dejado en claro que necesitamos crecimiento sostenible, y que el crecimiento y medidas inteligentes de austeridad no necesitan ser contradictorios», explicó Merkel.
Las primeras reuniones del G8 el viernes en Hunstville, a unos 225 kilómetros al norte de Toronto, «no fueron controvertidas, hubo mucha comprensión mutua», añadió.
Un alto responsable estadounidense confirmó que el encuentro de Merkel con Obama tuvo un ambiente positivo, a pesar de que el mandatario estadounidense reflexiona sobre más medidas de estímulo económico en su país, mientras que la canciller alemana ha aprobado el recorte fiscal más drástico en décadas.
«El presidente (Obama) ve la reducción del déficit como una estrategia de medio y largo plazo», aseguró la fuente estadounidense.
Esa reducción del déficit y el crecimiento «no son excluyentes», añadió la fuente, que pidió el anonimato.
«Hay que tomar los pasos necesarios para apoyar la demanda y la recuperación que ya se inició. Pero cualquier clase de estrategia a medio y largo plazo deben incorporar también el ajuste fiscal», explicó.
El G8 también abordará este sábado los problemas de seguridad internacional.
«La sesión se centrará en la paz y seguridad», con Irán y Corea del Norte como principales temas, explicó otra alta fuente estadounidense.
Los líderes del G8 (EEUU, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia) mantuvieron conversaciones a puerta cerrada, alejados de la prensa y con invitados africanos, así como con el presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Uribe se despidió de los líderes mundiales recordando que el problema del narcotráfico dejó de dividirse entre consumidores y productores.
«Aquí el riesgo es para todos, en todas las etapas. Creo que esa es una tesis que empieza a tener buen recibo», dijo Uribe a la prensa.
En las discusiones económicas del G8 estuvo presente el fantasma de la crisis de la deuda pública europea, que a punto estuvo de llevar a la bancarrota a Grecia.
Alemania anunció por ello, tras pedir fuertes sacrificios a socios como España, un recorte de 80.000 millones de euros en los próximos 4 años.
Gran Bretaña, cuyo líder David Cameron se estrena en el G8, anunció esta semana recortes para recortar su déficit público, en una cifra récord de 230.000 millones de dólares, a partir de este año.
Los debates prometen agudizarse al abordar en el seno del G20 la propuesta de una tasa bancaria, o la reforma de las instituciones financieras internacionales.
En las calles de Toronto empezaron las primeras manifestaciones, de unos 2.000 activistas contrarios al G8, pero la policía los disolvió rápidamente.
Las protestas prometen ser mayores este sábado, cuando los líderes acudan a la ciudad para la reunión del G20.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".