En: Derechos Humanos
18 Abr 2011El analista independiente Dimas Castellanos piensa que algunas fichas se moverán en la cita partidista. «Pero hay un elemento que el Gobierno pierde de vista. Cualquier cambio profundo y serio en materia económica tiene que estar sustentado por una gama de libertades en materia de derechos humanos. de lo contrario, se estará dando vueltas en el mimo sitio», apuntó.
La disidencia cubana, pesimista con el VI Congreso del Partido Comunista
La oposición pacífica en Cuba observa incrédula y desilusionada el VI Congreso Comunista. El resto del pueblo, la mayoría, lo ignora por completo
Iván García. La Habana. (El Mundo. es), abril 17 de 2011
La oposición pacífica en Cuba observa con cara de circunstancia los debates del VI Congreso del Partido Comunista que dieron inicio a las 4 de la tarde del 16 de abril en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Para el médico disidente Oscar Elías Biscet, liberado recientemente tras doce años en total en la cárcel, la reunión de los comunistas podría tener lecturas interesantes. «Pero como siempre sucede en Cuba, habrá que esperar a que concluya. Dar un pronóstico, amén de ser arriesgado, pudiera ser incorrecto. El Gobierno de Raúl Castro se mueve en una línea de códigos indescifrables. Soy cauto. Prefiero ver cómo transcurre el Congreso. Aunque no soy optimista para nada», expresó Biscet.
El analista independiente Dimas Castellanos piensa que algunas fichas se moverán en la cita partidista. «Pero hay un elemento que el Gobierno pierde de vista. Cualquier cambio profundo y serio en materia económica tiene que estar sustentado por una gama de libertades en materia de derechos humanos. de lo contrario, se estará dando vueltas en el mimo sitio», apuntó.
Castellanos encuentra interesantes algunas políticas económicas que se están llevando a cabo. «El Gobierno se ha visto obligado a reformar sus propias reformas, como en el caso de la Ley 259, y avizoro que esas contradicciones se agudizarán en la misma medida que avancen las tímidas reformas. El régimen ha entrado en un túnel oscuro y durante su avance tendrá que improvisar. Acaecerán nuevos cambios. Castro hará las concesiones que tenga que hacer para mantenerse en el poder. De eso se trata», argumenta.
La abogada y bloguera independiente Laritza Diversent vio por la tele con el rabillo del ojo las sesiones del VI Congreso. En su casa, ubicada en el villorrio del Calvario, entre una montaña de documentos y un termo de café, tramita varios casos legales.
Sin expectativas
«Estoy en el bando de los que no esperan nada importante de este Congreso. Al Gobierno hace rato se le expiró el plazo. Intentan comprar tiempo. Puede que se aprueben pequeños remedios sin importancia para la precaria economía, como la venta de viviendas y coches. También deben reformar la Constitución en los acápites referidos al uso de la fuerza de trabajo en el sector particular», dijo Diversent.
«Pero todo me suena a más de lo mismo. Desde un desfile militar con viejas armas reformadas hasta una cita presidida por una cofradía geriátrica, que sólo pretende mantener el control de los cambios. En su retrovisor están viendo las revueltas callejeras del norte de África. Y eso los hace más temerosos. No tengo ninguna esperanza de que el Gobierno de Raúl Castro realice cambios necesarios y profundos», puntualizó Diversent.
Miriam Leyva, ex funcionaria y periodista, da el beneficio de la duda al Gobierno. Pero como la generalidad de los opositores en Cuba, es muy escéptica. Que más quisiera que en el VI Congreso se planteasen temas medulares. Lo dudo. El Gobierno solamente quiere mantener atada la situación».
Algo más expectante, el economista Oscar Espinosa Chepe, espera que del recién inaugurado Congreso emerjan medidas que reactiven la economía local. «El propio Raúl Castro ha dado un pronóstico muy certero al señalar que de mantener la inercia, el país se hundiría. Coincido con él que la nación está al borde del precipicio», dijo.
«El punto es qué hacemos para no caer. Las medidas de recortes de empleo, presupuesto fiscal y ampliación del trabajo por cuenta propia eran necesarias, pero están mal implementadas. Soy optimista por naturaleza. Pero para echar andar una economía moribunda, descapitalizada y con un parque tecnológico atrasado se necesita algo más que voluntad y concesiones mínimas como la venta de casas y autos», señaló Chepe.
Quizás la disidencia sea el público más atento a cada jornada del VI Congreso. Un amplio sector de la ciudadanía que desayuna café sin leche está concentrado en la final del campeonato de béisbol, mientras las amas de casa se rompen la cabeza para que una libra de carne de cerdo alcance para toda la familia. Los corresponsales extranjeros de paso por La Habana son más optimistas que los propios cubanos.
La pregunta que flota en el aire es cuánto tiempo demorará en realizarse el próximo Congreso. Entre el V y el VI hubo un margen de diferencia de 14 años. Entonces los disidentes sacan cuentas. Según sus cálculos, éste puede ser el último.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".