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20 Nov 2010El vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol, Antonio Castro, presentó a algunos miembros de la delegación cubana en Taipei, durante la celebración de la XVII Copa Intercontinental, su propuesta para permitir que los peloteros cubanos puedan jugar en ligas profesionales de otros países.
Hijo de Castro pide apertura al béisbol profesional
El Nuevo Herald, Noviembre 19 de 2010
Algo se mueve de manera soterrada dentro de las estructuras del béisbol cubano que, de convertirse en realidad, rompería con cinco décadas de tradición y acercaría a los jugadores de la isla a lo que una vez se llamó «la pelota esclava».
El vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol, Antonio Castro, presentó a algunos miembros de la delegación cubana en Taipei, durante la celebración de la XVII Copa Intercontinental, su propuesta para permitir que los peloteros cubanos puedan jugar en ligas profesionales de otros países.
«Se habían escuchado muchos rumores sobre el hecho de que Cuba buscaría algún tipo de arreglo con circuitos profesionales», expresó Carlos Pérez, presidente de Miami Sports Consulting, una entidad que representa a varios peloteros antillanos. «Pero todavía habrá que esperar si esto se da o es solamente otra idea más que muere al nacer».
La iniciativa consiste en que los jugadores isleños puedan desempeñarse en ligas profesionales y se queden con el 60 por ciento del sueldo del contrato, mientras que el gobierno permanecería con 40 por ciento, señalaron al Nuevo Herald fuentes cercanas a la Federación cubana.
Los países autorizados para jugar son Taipei, Japón, Corea del Sur, México, Venezuela, Nicaragua e Italia, dejando fuera las Grandes Ligas de Estados Unidos, debido a múltiples escollos legales a superar por el embargo económico a la isla.
Las fuentes señalaron, además, que la propuesta de Antonio Castro fue presentada a su padre y ex líder Fidel Castro, y a Raúl Castro, y que genera consenso al interior de la federación isleña.
«De ponerse en práctica, generaría un panorama muy interesante», comentó el abogado Jaime Torres, quien representa, entre otros, a los peloteros José Ariel Contreras y Alexei Ramírez. «Digamos que un muchacho va a jugar a México. Allí el podrá comparar y ver el béisbol de Grandes Ligas. Nadie podrá impedirle jugar en Estados Unidos, si así lo deseara».
Hace unos días, el ex estelar pelotero Víctor Mesa abogó porque la isla permitiera que sus jugadores fueran contratados por equipos extranjeros para frenar las deserciones, que han alcanzado cotas alarmantes en los últimos años.
«Otros países lo hacen, ¿por qué nosotros no? Al final nos los están robando, incluso ya de categorías inferiores», se quejó Mesa. «Creo que sí podría haber inserción en los equipos extranjeros, que pueda ser a los ocho años de haber jugado en nuestras Series Nacionales y con la intervención nuestra, no por la libre».
Los comentarios de Mesa se hicieron públicos poco después de que El Nuevo Herald anunciara la deserción de Yasiel Balaguer, un jardinero central de 17 años que busca establecer residencia en un tercer país para firmar con un equipo en Grandes Ligas.
Desde que en 1991 el lanzador René Arocha desertara, la isla ha sufrido una fuga, primero a cuentagotas y luego a borbotones, que sólo en el 2009 sobrepasó los 35 jugadores.
Y en este año que está a punto de concluir el pasatiempo principal de los cubanos se quedó sin varias figuras estelares, entre la que sobresale, la de Leonys Martín, un probado jugador de la selección nacional.
Varias fuentes indican que el número de peloteros que han salido de la isla en los últimos años rebasa los 300. Al momento de redactar este artículo había cerca de 20 cubanos en el roster oficial de 40 jugadores en los equipos de las Grandes Ligas.
Como si fuera poco, los contratos firmados del 2009 a la fecha por peloteros cubanos sobrepasan la cifra de $70 millones.
A fines de los 90 Cuba coqueteó con la idea de permitir que figuras veteranas jugaran en ligas extranjeras y un grupo de peloteros participaron en ligas semiprofesionales de Asia y Europa, con destaque para el legendario Omar Linares, quien sí jugó profesional en el declive de su carrera con los Dragons de Chunichi del circuito nipón.
«Ellos tienen un problema con tanto talento que se les ha escapado y quieren quedar bien con Dios y con el Diablo», agregó Pérez. «El gobierno cubano quiere erigirse en dueño y agente a la vez, satisfacer a los jugadores y a la vez retener el control sobre ellos, beneficiándose, porque un 40 por ciento de un contrato es abusivo. Seguiremos esperando a ver qué sucede»
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".