En: Derechos Humanos
15 Ene 2011«Este es un paso importante. Si los gobiernos no pueden resolver los problemas entre ellos, al menos deberían hacerse a un lado y permitir que los ciudadanos trabajen en la búsqueda de soluciones», dijo Kerry.
Elogios y reproches a Obama tras la flexibilización de los viajes a la Isla
Washington – Miami
Enero 15 de 2011
La Fundación Nacional Cubano Americana considera que las medidas ayudarán ‘a cortar las cadenas de dependencia que el régimen castrista ha usado para oprimir a los que viven en Cuba’.
La decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de flexibilizar las restricciones de viajes académicos, culturales y religiosos a Cuba, suscitó de inmediato elogios y reproches dentro y fuera del Congreso, informó EFE.
La Casa Blanca dijo que Obama ha pedido que los departamentos de Estado, Tesoro y Seguridad Nacional den los pasos necesarios para «continuar los esfuerzos de acercamiento con el pueblo cubano, para apoyar su deseo de determinar libremente el futuro de su país».
En concreto, Obama ordenó flexibilizar los viajes académicos, culturales y religiosos; permitir que los estadounidenses envíen remesas de hasta 500 dólares por trimestre, siempre que no sean para miembros del Gobierno o del Partido Comunista en la Isla, y aceptar que cualquier aeropuerto de EE UU pueda solicitar licencia para operar vuelos fletados.
La Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) consideró que las nuevas medidas ayudarán a «cortar las cadenas» de dependencia que el régimen castrista ha impuesto a los cubanos.
«Creemos que estas medidas promueven tanto los intereses de EE UU como los del pueblo de Cuba», dijo Francisco Pepe Hernández, presidente de la FNCA, en un comunicado.
Además destacó que el incrementar «la capacidad de enviar remesas, en combinación con un aumento en el contacto y la comunicación con aquellos en la isla, ayudará a cortar las cadenas de dependencia que el régimen castrista ha usado para oprimir a los que viven en Cuba».
Para Hernández lo significativo es que no se hacen concesiones al régimen castrista, sino que se trata de una serie de medidas unilaterales que Estados Unidos puede poner en práctica «como manifestación de su preocupación por el bienestar del pueblo».
Kerry: Un paso importante
Por su parte, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata John Kerry, elogió en un comunicado la decisión de Obama porque, a su juicio, las medidas para ampliar los contactos entre ambos pueblos y el envío de remesas «abren el camino para… forjar vínculos más profundos que interesan a EE UU hoy y en el futuro».
«Este es un paso importante. Si los gobiernos no pueden resolver los problemas entre ellos, al menos deberían hacerse a un lado y permitir que los ciudadanos trabajen en la búsqueda de soluciones», dijo Kerry.
No obstante, señaló que «lamentablemente, Cuba sigue siendo el único país en el mundo al que el Gobierno de EE UU no permite que sus ciudadanos viajen libremente», por lo que aseguró que seguirá luchando para que todo estadounidense viaje a la Isla.
Ros-Lehtinen: Solo traerá beneficios al régimen
La legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen consideró por el contrario que suavizar estas restricciones «no ayudará a mejorar la situación por una Cuba democrática».
«Estos cambios no lograrán que el régimen castrista respete los derechos humanos. Y seguramente no ayudarán al pueblo cubano a liberarse de la despótica tiranía que los oprime», aseguró.
Ros-Lehtinen, que ahora preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, cree que los cambios anunciados «socavan» la política exterior y los objetivos de seguridad de EE UU y «solo traerán beneficios económicos al moribundo régimen cubano».
En el mismo sentido se pronunció Frank Calzón, del Centro Cubano en Washington, quien subrayó que «aunque parezca contraproducente, el envío de dólares a la isla, sólo ayuda a que el Gobierno cubano mantenga en vigor sus políticas represivas», y no a que «ponga en marcha reformas económicas».
Grupos como el Centro para la Democracia en las Américas, sin embargo, creen que el anuncio marca un hito en la relación bilateral y alentará cambios en el sistema cubano.
«En un momento en que los cubanos están cambiando su sistema en formas fundamentales, es una buena idea tener un mayor acercamiento, más estadounidenses viajando a Cuba y más oportunidades» para el intercambio entre ambas naciones, dijo la directora ejecutiva del grupo, Sarah Stephens.
«Espero que los miembros del Congreso que representan a los cubano-americanos —una comunidad que puede viajar a Cuba sin ningún límite— no harán esfuerzos para frustrar lo que ha hecho el presidente», agregó.
Wayne Smith, que fue jefe de la sección de intereses de EE UU en La Habana, dijo a EFE que «esto es un gran paso hacia adelante y la Administración Obama ha demostrado que es consecuente con sus compromisos».
En su opinión «esto nos viene a dar la razón de que la mejor manera de fomentar el cambio es a través de estos contactos directos entre los dos pueblos».
La Habana, insaciable
El régimen de La Habana consideró, por su parte, que las nuevas medidas de Estados Unidos «dejan intacto el bloqueo» y no varían «sustancialmente» la política de Washington, aunque reflejan «el consenso de amplios sectores del pueblo norteamericano a favor de un cambio político hacia la isla», informó EFE.
En un artículo, el portal oficial Cubadebate señala que estas iniciativas restituyen las políticas que ya puso en marcha la administración del demócrata Bill Clinton sobre Cuba y que posteriormente derogó el presidente republicano George W. Bush en el año 2003.
Esas medidas de Clinton, recuerda el sitio oficial, incluían los contactos «pueblo a pueblo» que ya permitieron intercambios académicos, estudiantiles y religiosos utilizando una licencia general del Departamento del Tesoro.
«Sin embargo, mantienen intacta la prohibición de viaje a Cuba para todos los ciudadanos norteamericanos, salvo estas excepciones. Los estadounidenses siguen siendo los únicos ciudadanos del mundo que tienen la prohibición expresa de su gobierno de visitar a Cuba, país situado a 90 millas de los EE UU», recalca la nota.
También subraya que esta decisión de la administración del presidente Barack Obama supone la «primera derrota» para la legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".