El Proyecto Varela, Liu Xiaobo y Castro

Leyendo la carta de Liu Xiaobo la memoria y los tantos puntos en común, con la excepción de la separación geografica y extension de nuestros dos paises por supuesto, que tiene este brillante documento del disidente chino con el atrevido Proyecto Varela de Oswaldo Payá.

El Proyecto Varela le antecede a la Carta 08 de Liu en tiempo y en riesgo. El Proyecto Varela fué mas allá que un simple documento y caminó las calles de Cuba buscando las 10 mil necesarias firmas para presentarlo en ese espurio organismo que es la Asamblea Nacional de Cuba, donde todos levantan su mano y nadie cuestiona a nadie.

Liu Xiaobo mereció el premio por presentarlo en China y caer preso, un acto temerario sin dudas. Payá hizo lo mismo, pero fué mas allá y ejecutó la búsqueda de apoyo en las calles, un hecho mucho más valiente y temerario que Liu en China y encontró apoyo en las importantes palabras del ex-Presidente Carter en la Universidad de La Habana. El disidente cubano recibió por eso el más importante premio de los derechos humanos en Europa, Premio Sajarov, y ha sido reiteradas veces nominado al Nobel que ha ganado Liu esta vez.

Liu fue apresado, Payá no. El astuto Castro no quiso arriesgarse tanto en el 2003 y arrestó los que rodeaban a Payá en un doble intento de aislarlo y a la vez sembrar socarronamente la duda sobre su persona. Es una labor que este viejo tirano ha cultivado en el enfrentamiento a sus opositores durante la historia de su monarquia comunista.

En Miami el Proyecto Varela no cayó muy bien entre la vieja guardia del exilio, pero un 54% de los floridanos de origen cubano lo aprobó en su momento. Yo me arriesgo a afirmar que hoy día ese porciento ha crecido. La actitud de Payá ha sido coherente con su proyecto político, y la Cuba del futuro tiene que trabajar en la transición pacífica y no en las vias golpistas. Para construir la democracia el nacimiento tiene que ser democrático y todos debemos comprender esto, aunque sea de un sabor amargo ver personas que han malabareado en Cuba con el poder castrista. Y eso lo ha visto claro Payá.

Castro, por la otra parte, ha comprendido muy bien que el otorgamiento a Liu Xiaobo del Premio Nobel lo pone en remojos y le facilita la entrada en la casa Nobel a Oswaldo Payá, que largamente ha sido merecedor de este premio. Para su desgracia, ya la voz de Castro no es muy oída en muchos lugares aun cuando el gobierno de España se empecina en representarlo y es por eso que podemos esperar un movimiento dramático con respecto al muy conocido disidente Payá. Momentos de impotencia han llevado siempre a este monarca caribeño a dar zarpazos de desesperación.

¿Se jugará la última carta el viejo tirano con este disidente ahora que trata de lavarse la cara mediante los gobernantes españoles y el destierro de los presos políticos en Cuba?