El Comité Cubano Pro Derechos Humanos propone una transición “pacífica y civilizada hacia un Estado de derecho”

El Comité Cubano Pro Derechos Humanos (CCPDH) propuso este viernes en Miami la creación en Cuba de una mesa nacional de trabajo que abra el camino a un “proceso electoral libre” y una “transición pacífica” hacia un Estado de derecho en el país.

En vísperas del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC, único), el primero desde 1997, el CCPDH presentó su proyecto “Cuba entre todos”, que propone una transición “pacífica y civilizada hacia un Estado de derecho”, ya que sólo un “Gobierno electo democráticamente respetará los derechos del pueblo cubano”.

La salida a la “creciente crisis” de la nación y el “fracaso del modelo oficial” sólo puede provenir de una “solución pacífica, ordenada y pactada entre todos” (…) que conduzca a un “proceso electoral libre”, resaltó el grupo del exilio.

En ese sentido hizo un llamamiento al Gobierno de Raúl Castro para que se conceda una “amnistía inmediata, permanente e incondicional —sin exilio forzoso— a todos los presos políticos que aún permanecen en las cárceles de Cuba”.

A juicio de Ricardo Bofill y Oscar Peña, presidente y vicepresidente de la organización, respectivamente, “ninguna negociación política podrá ser legítima sin la participación de la valiente oposición cívica”.

Agregaron que el “nuevo congreso del partido único será incapaz de proponer las soluciones necesarias para resolver la creciente crisis de la nación”, tan profunda que “ha resultado en el descalabro incluso de los estandartes favoritos del régimen: la salud y la educación pública”.

Los activistas del exilio se mostraron partidarios de mantener en la Isla un “diálogo político serio con todos los sectores de la sociedad”, que es, dijeron, la manera “más efectiva y menos traumática de transformar” esta.

El CCPDH fue fundado en 1976 por Ricardo Bofill y Marta Frayde con el objetivo de denunciar los casos de violación de los derechos humanos en la Isla.

Ese mismo año, Frayde fue detenida y condenada a 29 años de prisión y poco después el resto de los cabezas visibles de esta organización también fueron encarcelados. El movimiento se reorganizó en la primera mitad de los ochenta en prisión.