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25 Jul 2010Estados Unidos calificó ayer de «insolente» la decisión de Hugo Chávez de romper relaciones con Colombia, evaluó que «deben ser investigadas» las denuncias de Bogotá sobre la presencia de terroristas de las FARC en territorio venezolano y renovó su llamado a la administración de Venezuela
Estados Unidos calificó ayer de «insolente» la decisión de Hugo Chávez de romper relaciones con Colombia, evaluó que «deben ser investigadas» las denuncias de Bogotá sobre la presencia de terroristas de las FARC en territorio venezolano y renovó su llamado a la administración de Venezuela
para que asuma sus «responsabilidades y tenga una actitud constructiva, de lo contrario, tomará cuenta de ello».
«No creo que cortar los lazos sea el camino adecuado. Es importante que ambos países trabajen para reducir las sospechas mutuas», declaró ayer la titular del Departamento de Estado, Hillary Clinton.
Sin embargo, esas no fueron las únicas declaraciones que emanaron de la sede de la diplomacia norteamericana. Las palabras más duras fueron dichas por el portavoz del departamento de Estado, Philip Crowley, que calificó de «insolente» la decisión de Hugo Chávez de cortar relaciones con Colombia y afirmó que las acusaciones de Bogotá «merecen ser investigadas».
Al mismo tiempo, el funcionario reiteró el llamamiento a Caracas a asumir sus «responsabilidades» y tener una actitud «constructiva».
La información que Colombia presentó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la presencia de terroristas en territorio venezolano, y que provocó el corte de las relaciones diplomáticas, es «importante y amerita una investigación», afirmó Crowley.
En este sentido, Crowley dijo apoyar la petición colombiana de que se cree una comisión internacional de verificación que en un plazo de 30 días investigue sobre el terreno las acusaciones presentadas y consideró «desafortunada» la negativa de Caracas e «insolente» su reacción de cortar las relaciones con Bogotá.
«Esperamos una respuesta más constructiva de Venezuela a la sesión de la OEA (donde el jueves se presentaron las pruebas contra las FARC) y si no coopera en las etapas siguientes, cualesquiera que sean, Estados Unidos y otros países tomarán nota de ello», advirtió el portavoz del Departamento de Estado.
El viernes, Crowley ya había coincidido con las declaraciones de Hillary al decir que romper relaciones o comunicaciones no es el modo adecuado.
Llamado al diálogo
Sin embargo, el funcionario estadounidense, también ayer, hizo el habitual llamado al diálogo y al esfuerzo diplomático.
«Es importante que los dos países trabajen para reducir las sospechas mutuas e implementen plenamente sus compromisos bajo los tratados antiterroristas aplicables y las resoluciones» de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de los Estados Americanos (OEA), dijo.
Una lectura entre líneas pareció dejar la carga del lado de Venezuela: fue el gobierno de Hugo Chávez el que decidió la ruptura, cuando aún estaba en marcha la asamblea de la OEA, el jueves.
«En el último año, Washington optó por silenciar las diferencias con el gobierno de Chávez», dijo al diario argentino La Nación, Ricardo Morales, del Centro de Estudios Regionales, con sede en Buenos Aires. «Esta vez el gobierno venezolano está haciendo ruido en serio», añadió.
Piden denuncia
Por otra parte, el embajador venezolano en Estados Unidos, Bernardo Alvarez, repudió un pedido de senadores republicanos a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para que Estados Unidos denuncie en la OEA el deterioro de la democracia en Venezuela. «La democracia y los derechos humanos siguen siendo fuertes y están bien protegidos en Venezuela, por lo cual no existe ninguna necesidad de intervención de Estados Unidos, la OEA o cualquier otra agencia o institución», indicó Alvarez.
Insiste en hablar de guerra
En Caracas, Hugo Chávez volvió a advertir ayer a Colombia contra provocar algún conflicto, argumentando que cualquier ataque en perjuicio de su país llevaría a una reacción.
Chávez no descartó la posibilidad de un enfrentamiento sosteniendo que sus principales generales evaluaban constantemente la situación en la frontera con Colombia y dijo que incluso está en contacto con los comandantes en los puestos fronterizos «para que no caigan en provocaciones».
«Imagínense ustedes una guerra entre Colombia y Venezuela. Eso sería para llorar cien años. Pero ustedes comprenderán que si nosotros somos agredidos, no nos vamos a quedar de brazos cruzados», dijo.
Chávez argumenta que las autoridades de Estados Unidos utilizan a Colombia para retratarlo como un simpatizante de los grupos terroristas y para justificar una intervención militar estadounidense en su país.
Ayer dejó en claro que cualquier agresión contra Venezuela tendría repercusiones. «Se convierte en un ‘boomerang’ contra el imperio yanqui y las oligarquías que gobiernan todavía algunos países de América Latina, comenzando por Colombia».
Ante el anuncio de las fuerzas armadas venezolanas de que están listas ante cualquier posible ataque colombiano, el encargado de la diplomacia estadounidense para América Latina, Arturo Valenzuela, estimó que no es del interés de nadie elevar la retórica en este momento, y advirtió: «Venezuela tiene una obligación con Colombia y con la comunidad internacional para actuar para prevenir el uso de su territorio soberano por grupos terroristas».
Calma en frontera militarizaDA
Mientras tanto, los sectores más transitados de la extensa frontera colombo-venezolana continuaron ayer en tranquilidad, tras la ruptura de relaciones anunciada por Caracas, aunque la Guardia Nacional venezolana intensificó los controles, según informes desde la zona limítrofe.
Venezuela tiene desplegados en su frontera con Colombia a unos 20,000 efectivos, según fuentes militares.
El cruce principal entre los dos países a lo largo de 2,200 kilómetros de frontera, se encuentra en el medio de esa línea divisoria, entre el departamento colombiano de Norte de Santander y el estado venezolano de Táchira, a través de dos puentes, el Simón Bolívar y el Francisco de Paula Santander.
Y aunque reportes de medios locales desde aquellas zonas reportaban que agentes de la Guardia Nacional venezolana intensificaron desde la víspera los controles para el paso de autos, no menos de 20,000 cada día, y personas, la frontera permanecía abierta, de acuerdo con las autoridades colombianas.
«Aquí está la frontera abierta», dijo el gobernador del departamento de Norte de Santander, William Villamizar, en diálogo telefónico.
Mientras tanto, el canciller argentino, Héctor Timerman, acordó «un contacto permanente» con sus homólogos de Venezuela, Nicolás Maduro; Colombia, Jaime Bermúdez, y Ecuador, Ricardo Patiño, para buscar una salida al conflicto entre Caracas y Bogotá.
Timerman habló ayer con los tres cancilleres, con quienes «intercambió opiniones sobre el conflicto surgido ante el rompimiento de relaciones entre Venezuela y Colombia», precisaron fuentes diplomáticas.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".
1 Comentario para EE.UU. califica de insolente a Chávez
Jose Vilasuso Rivero
julio 26th, 2010 at 4:54 pm
Es hora de admitir la peligrosidad de Chávez. Mucho ha provocado y poco se le ha tomado en cuenta. La OEA es culpable directo de esa indiferencia por parte de tantos gobiernos latinoamerricanos ante las actitudes inadmisiboles de este dictador adulado por tantas personalidades de toda ideología.