Disidentes expatriados contentos porque UE mantiene ‘posición común’ con Cuba

Octubre 25 de 2010

Varios de los ex presos políticos cubanos expatriados y acogidos en España expresaron su satisfacción porque la UE mantuvo hoy la llamada ‘‘posición común» con Cuba por considerar que el Gobierno de la Isla no ha dado pasos suficientes para normalizar las relaciones entre ambas partes.

En Luxemburgo, hoy, los ministros europeos de Exteriores decidieron mantener la política de «posición común» con Cuba, que desde 1996 vincula las relaciones europeo-cubanas a los progresos en materia de derechos humanos y democratización en la Isla y que ha sido siempre rechazada por el Gobierno cubano.

Los disidentes consideran positivo que la UE aceptara establecer contactos políticos con Cuba con el fin de explorar posibles formas de avanzar hacia una relación bilateral, aunque exigen al Gobierno de La Habana demostrar con hechos su verdadera voluntad de cambio.

El ex preso político Julio César Gálvez, que llegó a España en julio pasado, destacó, en unas declaraciones a Efe, la necesidad de que el Gobierno cubano reconozca a la disidencia «esté donde esté», permita el pluralismo político y derogue las leyes que permiten detenciones sólo por sospechar atentados contra la revolución.

Para Juan Carlos Herrera, uno de los 42 presos políticos acogidos en España en los últimos tres meses, «hay ilusos que creen que el régimen va a cambiar, pero sólo lo hará con presión internacional. La posición común debe ser aún más común; se debe acorralar al castrismo».

Otro ex preso, Alejandro González Raga, deportado a España en febrero de 2008, dijo: ‘‘no se trata sólo de sacar presos de la Isla, sino de que el régimen haga cambios legales y políticos».

El portavoz del Movimiento Cristiano Liberación en España, Carlos Payá, cree que «el Gobierno cubano sigue sin dar los pasos» necesarios que evidencien su disposición a hacer cambios profundos.

»No defendemos la ‘posición común’, sino que la ‘posición común’ es la que defiende nuestros derechos», explicó a Efe Payá, hermano del opositor Oswaldo Payá, ganador del premio Sajarov en 2002.

Desde los grupos políticos españoles, el secretario de Política Internacional del opositor Partido Popular (PP), Jorge Moragas, afirmó que la decisión de la UE supone un ‘‘fracaso» de la política exterior aplicada por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, desde que llegó al poder en 2004.

Moragas se felicitó porque los ministros de Exteriores de la UE no supriman la política hacia Cuba vigente desde 1996, en contra de la aspiración defendida por el Gobierno español en los últimos años.

En el gobernante Partido Socialista (PSOE), su secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano, dijo a Efe que el acuerdo de la UE para tratar de impulsar el diálogo con Cuba es un «gran avance» que responde al objetivo que se había marcado el Gobierno español de suavizar las relaciones con la Isla.

Valenciano expresó su confianza en que el Gobierno de Cuba acepte la mano tendida de la UE, a pesar de no haberse revocado la denominada posición común, a lo que aspiraba el Ejecutivo español.

El eurodiputado y responsable de Política Internacional de la coalición Izquierda Unida (IU), Willy Meyer, lamentó que la UE no decidiera «finiquitar la posición común» respecto a Cuba porque -dijo- lo que conviene es avanzar hacia una relación bilateral ‘‘sin condicionamientos».

Octubre 25 de 2010

Nos alegramos de la serenidad demostrada por la Unión Europea para llegar a esta conclusión, ya que han sabido enviar una clara señal a La Habana sin necesidad de eliminar la política común; una señal que dice que si ellos quieren avanzar, la Unión Europea también está dispuesta a avanzar; un gesto «proporcional», y no «desproporcionado» como pretendía el antiguo titular de exteriores del gobierno de España.

Avanzar por parte del gobierno cubano sería la liberación incondicional de todos los presos políticos que todavía permanecen en las cárceles, incluidos los 13 del grupo de los 75 que se han negado a abandonar el país y los mantienen como rehenes políticos; sería la revisión del código penal cubano y la eliminación de la «Ley 88 de peligrosidad pre delictiva» y de todas aquellas leyes que penalizan la libre expresión y asociación; sería la modificación de la actual Constitución Castrista que es completamente incompatible con una sociedad libre y democrática, ya que señala al Partido Comunista de Cuba como la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado. Nos parece fundamental, que cualquier acuerdo o documento que se firme con La Habana, incluya como mínimo estos compromisos por su parte.

Por último queremos mostrar nuestra preocupación por la ingenuidad del discurso de Trinidad Jiménez que se empeña en hablar de «cambios» en Cuba, cuando en realidad allí no ha sucedido nada que no hubiera sucedido antes. En Cuba no ha cambiado nada; el día que se produzcan cambios reales seremos los primeros en celebrarlos.

La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, consideró hoy que la «posición común» de la UE sobre Cuba «ha quedado superada» con la decisión comunitaria de establecer contactos políticos con La Habana para explorar un nuevo marco de relación.

Según Jiménez, el hecho de que la Unión Europea (UE) hable de una relación bilateral con Cuba «cambia completamente» el marco existente hasta ahora, dominado por la llamada «posición común» y su unilateralidad.

Los ministros de Exteriores del bloque europeo encargaron hoy a la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, que establezca contactos políticos con Cuba con el fin de explorar posibles formas de avanzar en una relación bilateral.

»Hemos dado un paso fundamental para avanzar hacia un marco bilateral de relaciones entre la UE y Cuba», subrayó la nueva ministra española de Exteriores, quien sustituyó la pasada semana a Miguel ngel Moratinos.

Jiménez consideró que, si bien la «posición común» -vigente desde 1996 y que condiciona las relaciones entre la UE y La Habana a los progresos en materia de derechos humanos y democratización en la isla- no ha quedado derogada formalmente en la discusión de hoy de los ministros de Exteriores comunitarios, queda suspendida «de facto» por ‘‘la apertura de un diálogo formal con Cuba».

La ministra española consideró que la «posición común» podría ser derogada en diciembre, cuando la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, tiene previsto presentar un informe al Consejo comunitario.

También confió en que el Gobierno cubano «va a apreciar este gesto» del bloque europeo, aunque «posiblemente» dirá que le hubiera gustado la eliminación de dicha política comunitaria hacia la isla.

Sin embargo, Trinidad Jiménez recordó que «las cosas en Bruselas van poco a poco», por lo que «hay que apreciar en sus justos términos el paso que se ha dado hoy».

La nueva jefa de la diplomacia española explicó que muchos ministros recordaron que la decisión alcanzada hoy se ha logrado «gracias al trabajo» de su predecesor en el ministerio de Exteriores español Miguel ngel Moratinos y su equipo en los últimos meses.

Jiménez recalcó que la UE ha reconocido los pasos «innegables» de Cuba en los últimos meses, en concreto con la liberación de 42 presos políticos, y también con algunas reformas económicas.

Pero no dejó de reconocer que algunos países comunitarios quieren «señales más claras de carácter político» sobre futuras reformas, y también esperan saber más de la ‘‘voluntad» y el «calendario» del Gobierno de La Habana.

26 de octubre de 2010

Ricardo Martinez de Rituero, El Pais

La Unión Europea decidió ayer explorar vías de acercamiento a Cuba, pese a que los ministros de Exteriores comunitarios optaran por mantener la posición común que desde 1996 supedita las relaciones con el régimen castrista a la democratización de la isla. Los jefes de las 27 diplomacias de la Unión encargaron a Catherine Ashton, coordinadora de la política exterior comunitaria, que, dentro del marco de la posición común, tantee a Cuba sobre cómo proceder. «La posición común queda superada por la apertura de un diálogo bilateral», declaró la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que estrenaba su cargo en Luxemburgo.

La vieja idea del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de cambiar la relación de la Unión Europea con el régimen cubano, al que se exige desde 1996 pasos hacia la democratización y el respeto a los derechos humanos en la isla, estuvo ayer a punto de hacerse realidad, según fuentes comunitarias conocedoras de la discusión, pero se quedó en puertas.

«La UE va a comenzar un proceso de reflexión en el que se me ha pedido que, dentro del marco de la posición común, tantee a Cuba sobre cómo seguir adelante», explicó Ashton.

La posición común se mantiene, pero los Veintisiete quieren responder a los gestos de flexibilización cubanos, entre los que se incluyen la liberación de 42 presos políticos.

No todos los socios son comprensivos (Alemania, Suecia, Polonia y la República Checa desconfían de La Habana), pero todos rindieron ayer un homenaje a los esfuerzos diplomáticos de apertura hacia Cuba de Miguel Ángel Moratinos, y Trinidad Jiménez recogió el fruto buscado. «No ha habido una derogación formal de la posición común, pero ha quedado superada», precisó la nueva ministra española.

Ashton aseguró que pronto se entablarán contactos de alto nivel con las autoridades castristas, aunque no tiene previsto viajar a la isla. Presentará propuestas sobre el camino a seguir en el Consejo de Ministros de la Unión de diciembre. Entre las barajadas se encuentra la de establecer un acuerdo simplificado de relación como alternativa a los acuerdos regulares que la Unión Europea mantiene con los otros países.

La Habana siempre se ha negado a discutir con Bruselas mientras siga vigente la posición común, pero Trinidad Jiménez expresó su confianza en que las cosas cambien: «Espero que Cuba aprecie el gesto que supone esta decisión».

«Queremos aprovechar el momento, incentivar lo que Cuba está haciendo», señaló una fuente comunitaria. «El Gobierno cubano está muy interesado en la mejora de la relación. Dada la crisis económica, para ellos el comercio es muy importante».

Los ministros de Exteriores de los Veintisiete también decidieron ayer recompensar a Serbia por su decisión, adoptada a comienzos de septiembre, de abrir un diálogo con Kosovo y acordaron elevar a la Comisión Europea la solicitud de ingreso del país balcánico en el club comunitario.

El gesto simbólico es importante, pero no es definitivo. La mano solo seguirá tendida si Belgrado demuestra que coopera plenamente con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) que reclama la detención y entrega del ex general serbobosnio Ratko Mladic, acusado por crímenes de guerra, entre ellos el de máximo responsable de la matanza en 1995 de civiles bosnios musulmanes en Srebrenica.

La decisión de los ministros se produce 10 meses después de que el presidente Boris Tadic presentara la solicitud de ingreso serbia. El Ejecutivo comunitario emitirá su dictamen en la segunda mitad de 2011, con lo que se abrirá un proceso de negociaciones que puede durar una década.

«El que hayamos decidido pedir la opinión de la Comisión no quiere decir que todo esté hecho», precisó el ministro belga de Exteriores y presidente de turno de la Unión, Steven Vanackere. Todo queda hipotecado por la colaboración serbia con el Tribunal de La Haya. «La plena cooperación con la justicia será tenida en cuenta», subraya Vanackere. De hecho, como señala el comunicado que recoge el acuerdo adoptado por los Veintisiete, «la plena cooperación con el TPIY es una condición esencial para la integración en la UE».