Declaración de Santiago

Lic. Ernesto Vera Rodriguez

Marzo 15 de 2011

El pueblo cubano vive en tiempos muy difíciles. Sin embargo, esto no es una noticia. Desde hace más de 50 años hemos presenciado como se agudiza la pobreza y la permanente violación de los Derechos Humanos. Hemos presenciado con tristeza e indignación como nuestras ciudades se han convertido en un amasijo de polvo, personas indigentes y discriminación. En lugar de hacer frente a estas crisis con un cambio significativo, los Castros culpan a otros y hacen promesas que nunca se cumplen, y el pueblo cubano no tiene ningún tipo de mecanismo para hacerles responsables de estos fracasos.

Necesitamos a un gobierno que represente a todo el pueblo de Cuba en su diversidad: política, étnica, religiosa, preferencias sexuales y otras. Queremos la creación de instituciones y leyes que respondan a la diversidad cultural de nuestro pueblo.

En el aspecto económico, las industrias y el comercio están en las ruinas. El sistema económico ha estado dominado por el control del estado, afectado por la burocracia, y paralizado por la falta de competencia. Para hacer frente a nuestra crisis económica, el gobierno actual propone la “actualización del modelo económico socialista.” Sin embargo de lo que se trata es de la continuación de un fracaso. En los [nuevos lineamientos económicos], una vez más se constata que la política en materia económica del régimen comunista será la misma en su esencia: los extranjeros serán los únicos reconocidos para intervenir de conjunto con el Estado en las grandes empresas. A los cubanos sólo se nos da la migaja del ejercicio en las actividades por cuenta propia. No tendremos derecho a aumentar ni mejorar nuestra participación en la economía de nuestro país.

El gobierno propone unos impuestos que son excesivos y absurdos. Experiencias  previas  tienden a indicar que si se aumentan los impuestos se desanima el consumo y la actividad productiva. Por lo tanto, la solución no está en crear  nuevos impuestos; pero en reducir los impuestos existentes [para promover la creatividad y productividad del pueblo Cubano.

El régimen no ha logrado satisfacer las necesidades de los trabajadores. Los trabajadores que han sido despedidos recientemente no cuentan con los recursos necesarios para salir a flote en el trabajo por cuenta propia. Es verdaderamente inhumano despedir a un trabajador que durante décadas ha devengado un salario  miserable, que no cuenta con ahorros suficientes; sin antes garantizar que esa persona tenga acceso a préstamos bancarios.

Para promover una mayor libertad económica y oportunidades, Concilio Cubano propone lo siguiente:

1. Otorgar el pleno reconocimiento jurídico a los cubanos para que tengan todos los derechos a la propiedad privada. Estos derechos incluyen: el derecho a los propietarios de vender sus casas; el derecho a comprar y rentar propiedad libremente; el derecho de hacer un testamento libremente; y el derecho a heredar.

2. Reformar el código de impuestos para promover la productividad mediante la reducción de los impuestos generales y la creación de incentivos fiscales para los trabajadores y dueños de negocios.

3. Proporcionar mayores oportunidades económicas para aquellos ciudadanos menores de 35 y oportunidades de empleo para los discapacitados. Proporcionar una educación técnica para trabajadores de todas las edades, los cuales necesitan adaptarse a una nueva economía.

4. Permitir que todos los ciudadanos nacidos en Cuba puedan ser inversionistas en medianas y grandes empresas sin importar que residan o no en el exterior.  Es decir, propiciar la descentralización de la actividad económica del país que actualmente se concentra en manos del estado totalitario. Es necesario poner esa actividad en manos del ciudadano cubano.

5. Facilitar la concesión de créditos a aquellos que lo necesiten para iniciar el trabajo por cuenta propia o abrir un negocio privado.

6. Posibilitar las asociaciones mixtas de empresas y ciudadanos extranjeros con ciudadanos cubanos.

7. Crear una agencia de gobierno transparente y responsable para que supervise los proyectos de obras públicas.

En el aspecto político, se aprecia un aumento de la violación de los derechos humanos: la persecución y acoso contra aquellos que piensan diferente al régimen; el despojo de bienes sin que medie orden judicial alguna;  las detenciones arbitrarias; la negación de los derechos de libertad de expresión y asociación, la libertad de prensa y los medios de comunicación, y la libertad de acceso a la información; la negación del permiso a viajar libremente dentro de Cuba y hacia el extranjero, como también el derecho a regresar a Cuba; y la interferencia con la libertad de religión.

Estos abusos son posibles debido a que el pueblo Cubano no puede hacer responsable al gobierno por sus actos.  No hay elecciones libres y justas, en las que los ciudadanos puedan hacer responsables a los funcionarios por sus comportamientos. Se les niega a los partidos políticos que condenen los abusos cometidos por el PCC. La falta de mecanismos de responsabilidad lleva a una corrupción general gubernamental. El sistema judicial es incapaz de proporcionar un control contra los abusos del gobierno, ya que este carece de la necesaria independencia. Como resultado, el pueblo cubano sufre la tiranía arbitraria y un fracaso del estado de derecho.

1. Reconocer y respetar los derechos humanos de todos los ciudadanos cubanos, incluidos los derechos a la libertad de palabra, expresión y asociación; el derecho a la propiedad privada; el derecho a la libertad de religión; el derecho a la libertad de prensa y el acceso a  información; y el derecho al libre movimiento.

2. Eliminar todas las restricciones que impiden a los ciudadanos cubanos  libre entrar y salir del país libremente. Derogar el Decreto No. 217 del 22 de abril de 1997 por el cual se le impide a los ciudadanos el libre movimiento, fundamentalmente hacia Ciudad de la Habana.

3. Derogar la Ley 88, la cual criminaliza los derechos fundamentales de asociación y el acceso a información, y eliminar la ley de peligrosidad social. Nadie debe ser castigado por poner en práctica los derechos políticos y personales.

4. Modificar la Ley  de Procedimiento Penal para garantizar los derechos del acusado y la equidad del proceso de justicia penal.

5. Hacer estos derechos significativos con: el ingreso a la Convención Americana de los Derechos Humanos y aceptar la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que esta pueda responder a los casos de violaciones de los derechos humanos en Cuba; la creación de una comisión independiente de derechos humanos con el poder de investigar y dar solución a las violaciones de los derechos humanos; y hacer los cambios estructurales en el # 6 que se encuentra continuación, el cual permitirá a los ciudadanos hacer valer sus derechos dentro del sistema jurídico cubano.

6. Reestructurar el gobierno para garantizar la transparencia, la responsabilidad y la ley de derecho. En particular: permitir a que varios partidos políticos se organicen, hablen de la campaña, y participen en las elecciones; participar en elecciones libres y justas; crear un mecanismo independiente de lucha contra la corrupción con procedimientos abiertos y transparentes; establecer por ley la independencia del poder judicial; establecer por ley la independencia del parlamento de la rama ejecutiva, y dar al parlamento el poder suficiente para actuar como un control sobre el sistema ejecutivo.

El carácter de la sociedad cubana se ha desgastado por más de 50 años de dictadura. Los cubanos han vivido bajo un sistema en el que a menudo se deben romper las reglas para sobrevivir. Esta experiencia ha quebrantado el respeto a la ley y ha incitado la dependencia. El régimen obliga y ha llevado a que los ciudadanos que se espíen unos a otros e informen sobre los otros. Utiliza redes de informantes para generar un sistema masivo de vigilancia que destruye la confianza social.

En el sistema de los hermanos Castro, la sociedad cubana ha experimentado el deterioro de las instituciones sociales básicas, incluyendo la regresión en materia de educación, cultura, salud y tecnología. En todos estos ámbitos, el régimen espera que los profesionales actúen como brazos del Estado, y se niega a permitir la independencia necesaria para que estos profesionales puedan establecer relaciones de confianza con aquello que sirven.

La educación ha cambiado, pero para lo peor. El sistema está diseñado para adoctrinar, no educar. Los maestros emergentes, [profesores jóvenes e inexpertos que han sido entrenados en un proceso rápido para hacer frente a la pérdida de profesores que dejan el servicio de educación por puestos de trabajo con mejores pagos], están fallando a nuestros estudiantes y a los padres.

El servicio en los hospitales es deficiente, muchos de los médicos jóvenes reciben una formación inadecuada; hay una falta de confidencialidad en la relación médico-paciente;] en muchas ocasiones las medicinas no se encuentran; y nuestros médicos son enviados a completar misiones internacionales, dando lugar a la falta de atención medica en las provincias. Las personas portadoras de VIH/SIDA son encarceladas en centros de cuarentena como si fueran delincuentes en lugar de respetar sus derechos humanos.

En las calles, podemos ver las consecuencias del deterioro social. La violencia en nuestras calles ha aumentado considerablemente y vemos con tristeza cómo se producen continuos ataques, aumentando la inseguridad en nuestros ciudadanos. El uso generalizado del alcohol contribuye al aumento de la violencia. Los ciudadanos que están luchando para sobrevivir y tienen pocas esperanzas en el futuro usan la violencia hacia otros. Esta situación contribuye aún más a la ruptura y el deterioro de los lazos sociales entre los ciudadanos.

Nuestra vida cultural ha sido afectada por los Castros. El régimen domina y controla toda expresión creativa y artística. Los artistas se ven obligados a representar el punto de vista del régimen. El régimen de Castro ha restringido el acceso de nuestro pueblo a la tecnología con el fin de aislarlo de la realidad mundial, y ha bloqueado selectivamente sitios web que representan los puntos de vistas de los disidentes.

Para reconstruir nuestros campos sociales y culturales, Concilio Cubano propone lo siguiente:

1. Desmantelar el sistema de vigilancia.

2. Reforma del sistema educativo para asegurar que nuestros maestros estén capacitados, con un enfoque en el pensamiento crítico, y la autonomía de las instituciones educativas, sobre todo los colegios y universidades.

3. Reformar el sistema de atención de salud para proporcionar una buena capacitación a los profesionales de salud; aumentar el acceso a los medicamentos y suministros en general, aumentar el acceso a la atención sanitaria en las provincias en particular, y proteger la independencia de los profesionales en el campo de la medicina.

4. Eliminar el sistema de cuarentena para las personas portadoras del VIH/SIDA.

5. Crear programas e intervenciones de salud pública para atender las necesidades de las personas sin hogar, y los que sufren de adicción al alcohol y a las drogas.

6. Permitir el desarrollo, y apoyar el crecimiento de los artistas independientes y las empresas con nuevas creaciones artísticas.

7. Incrementar el libre acceso del pueblo cubano a la tecnología y la comunicación de Internet.

8. Proteger los derechos de igualdad de todos los ciudadanos cubanos – independientemente de su raza, religión, nacionalidad, sexo, u orientación sexual – de casarse, de tener o adoptar hijos, y disfrutar de los beneficios de la familia y vida privada.

Representamos las justas demandas del pueblo santiaguero y eventualmente del pueblo cubano. Contamos para este noble empeño con todos los cubanos, con el irreductible y con aquel que tuvo un pasado de connivencia con la injusticia pero que ahora espera por un futuro de libertad y prosperidad. Nosotros queremos que todos los cubanos, sin importar a quienes hayan sido leales, ahora se unan para construir un futuro mejor en nuestro país.

Debido a las actividades que realizamos y a nuestro continuo reclamo por los derechos que nos asisten, hemos sido víctimas de la mayor campaña de difamación y represión que movimiento opositor haya recibido jamás en la historia contemporánea. Estas experiencias de represiones nos han enseñado que el recurso más importante con el que contamos es la verdad.

Nosotros pretendemos darle un mensaje de esperanza a nuestro pueblo: al joven que ha perdido sus esperanzas, a los padres que aún lloran por la muerte de un hijo que intentaba encontrar un futuro fuera de su país, a los ancianos que después de tantos años de trabajo reciben una pensión que no les alcanza ni para comer, a las familias divididas que han estado separadas de sus seres queridos durante años. A todo aquel que ha perdido su fe: presentamos hoy nuestra Declaración, comprometiéndonos a seguir nuestra lucha por ustedes.

Santiago de Cuba, 14 de enero del 2011.