En: Opinión
19 Dic 2010Raúl, igual que su hermano Fidel, están convencidos de que en Cuba –desde la tribuna y con discursos apocalípticos– resuelven los problemas que ellos mismo crearon. Ahora Raúl apela al gastado método de hablar sandeces impactantes: “El país de hunde…”, como si hubiera alguna parte de la isla todavía a flote. El recado llega tarde; en Cuba ya no hay nada fuera del agua, la hundieron los mismos que reclaman del pueblo “un cambio de mentalidad”, como si fueran las masas las culpables del mayor descalabro económico, político y moral de la Nación cubana.
Cuba: Un drama sin solución a corto plazo
Jorge Hernández Fonseca. Diciembre 19 de 2010
Raúl, igual que su hermano Fidel, están convencidos de que en Cuba –desde la tribuna y con discursos apocalípticos– resuelven los problemas que ellos mismo crearon. Ahora Raúl apela al gastado método de hablar sandeces impactantes: “El país de hunde…”, como si hubiera alguna parte de la isla todavía a flote. El recado llega tarde; en Cuba ya no hay nada fuera del agua, la hundieron los mismos que reclaman del pueblo “un cambio de mentalidad”, como si fueran las masas las culpables del mayor descalabro económico, político y moral de la Nación cubana.
Cualquier grupo gobernante en el poder en la isla hubiera percibido que la revolución cubana fracasó hace ya muchos años. Sólo Fidel y Raúl insisten en culpar a sus conciudadanos de un descalabro que es sólo culpa suya. Desapareciendo Fidel y Raúl (probablemente cuando desaparezca Fidel solo) acabará el “cuentecito” gastado de la “revolución eterna”. Es claro que el equipo gobernante que rodea a Fidel y Raúl se percata que nos son los cubanos los que tienen que cambiar “su mentalidad”, son los hermanos Castro los “totalmente equivocados”.
En las circunstancias actuales, la isla carga solitaria su tormento de más de medio siglo, en el seno de un mundo indiferente al drama cubano. Una Latinoamérica omisa frente al castro-chavismo agresivo de siempre, cierra sus ojos ante la dictadura más cruel que jamás haya sufrido la región. Unos Estados Unidos proclives a una solución de continuidad para Cuba, usando la misma caterva gobernante actual, al desaparecer Fidel y Raúl. Una España propulsora del acercamiento con Cuba, “a pesar de los pesares” que ya excede lo imaginable.
De Estados Unidos hemos recibido recientemente la peor evaluación que podría hacerse a la oposición interna. WikiLeaks nos trajo la noticia: una pésima nota para los patriotas cubanos de dentro de la isla, nada menos que “por viejos, desunidos e interesados”. Es un indicador de por donde irá la política norteamericana a la muerte de los Castro. Un verdadero desastre, sólo compensable con la designación de Ileana Ros-Liehtinen al frente de la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Una demócrata comprometida.
No importa que la dictadura no haya permitido a Guillermo Fariñas salir de Cuba a hacerle honor a su Premio Sajarov del Parlamento Europeo; ni a Yoani Sánchez viajar para recoger otros dos Premios en Europa. La dictadura prepara su contrapartida: liberar para las fiestas de Navidad y Fin de Año a los presos políticos que deberían haber sido liberados mucho antes.
Hay un convencimiento unánime entre los observadores del problema cubano. Los “cambios” impuestos por Raúl empeorarán la situación de indefensión de los cubanos en el interior de la isla y no resolverán ninguno de los problemas endémicos de la sociedad desigual que surgió del engendro castrista, calificado eufemísticamente ahora como “errores” (¿u horrores?).
No habrá solución de continuidad al castrismo dentro de la sociedad cubana. Sólo subsistirá (si subsiste) por el empeño español de mantener sus privilegios explotadores, aunado al empeño norteamericano de una solución de continuidad con la fuerza gobernante actual, a la muerte de los Castro. El pueblo cubano y su oposición política –errónea y oportunistamente mal evaluado por diplomáticos estadounidenses– dará sin dudas una respuesta a la caricatura semi-democrática que preparan de conjunto los laboratorios políticos de España y EUA para “los cubanos” a la muerte de los Castro. Si ahora no hemos podido con la dictadura castrista, ¿será que podremos contra las fuerzas conjuntas de EUA y Europa queriendo sojuzgarnos?
Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".