En: Derechos Humanos
17 Abr 2011Tropas y vehículos de combate atravesaron el sábado una plaza de La Habana mientras aviones de guerra surcaban el cielo, en el desfile militar realizado horas antes de la apertura del congreso del gobernante Partido Comunista que intentará modernizar el socialismo en Cuba.
Cuba recuerda Bahía de Cochinos e inicia el congreso comunista
Tropas y vehículos de combate atravesaron el sábado una plaza de La Habana mientras aviones de guerra surcaban el cielo, en el desfile militar realizado horas antes de la apertura del congreso del gobernante Partido Comunista que intentará modernizar el socialismo en Cuba.
Unos 1.000 comunistas cubanos se reunirán durante cuatro días desde el sábado por la tarde para aprobar unas 300 reformas económicas impulsadas por el presidente Raúl Castro, a fin de salvar el sistema socialista más allá de la supervivencia de sus líderes históricos.
La celebración coincide con el medio siglo de la invasión de Bahía de Cochinos y la instauración del socialismo en 1961.
El presidente Castro siguió desde una tribuna el desfile que mostraba los medios de combate de la era soviética con los que la isla trataría de hacer frente a una eventual agresión de su histórico enemigo, Estados Unidos.
«Al imperio, un mensaje claro: los jóvenes no fallaremos (…) !Viva el socialismo! !Viva Cuba libre!», dijo Maidel Gómez, una dirigente estudiantil, en un discurso que abrió el desfile.
Cohetes antitanques, lanzacohetes, autobuses, instalaciones para lanzamiento de misiles y cañones autopropulsados, todos «modernizados» en la isla, surcaron una avenida recién reparada en La Habana.
«Dispuestos en todo momento a proteger nuestro cielo por difícil que sea la situación», dijo un locutor mientras unos cinco Mig soviéticos y varios helicópteros de combate sobrevolaban el sector.
FALLIDA INVASIÓN
El congreso del Partido Comunista, del 16 al 19 de abril, coincide con el aniversario 50 de la invasión de exiliados cubanos por Bahía de Cochinos, una acción militar respaldada por Estados Unidos en 1961 para socavar a la revolución.
Cuba y sus líderes consiguieron derrotar entonces a sus enemigos en sólo 72 horas y la hazaña es considerada en la isla como «la primera derrota del imperialismo en América».
«!Patria o Muerte. Venceremos!», se leía en uno de los edificios que rodea la plaza, decorado con banderas y fotos del líder Fidel Castro.
Se espera que el congreso comunista apruebe cerca de 300 reformas emprendidas por el presidente Raúl Castro para salvar su sistema socialista, incluyendo la reducción de más de un millón de empleos estatales y la expansión del sector privado para impulsar la economía controlada por el Estado.
El Gobierno dice que el giro en la economía es impostergable, pero que no aspira instalar el capitalismo ni abrazar la economía de mercado.
«El VI Congreso del Partido debe ser, por ley de la vida, el último de la mayoría de los que integramos la Generación Histórica; el tiempo que nos queda es corto», dijo Castro en diciembre ante el Parlamento.
Desde que reemplazó a su hermano Fidel Castro en 2008, Raúl ha emprendido una cruzada para hacer eficiente la precaria economía de la isla. Desde entonces ha reformado el sector agrícola, dado luz verde a más iniciativa privada y está intentando que unas 3.700 empresas estatales ganen cierta autonomía.
El congreso dará señales sobre el nuevo liderazgo que deberá reemplazar a la dirección histórica en el poder desde hace medio siglo.
Semanas atrás, Fidel Castro sorprendió al anunciar por primera vez que había depuesto incluso su cargo como primer secretario del Partido Comunista cuando cayó enfermo en 2006. Se espera que sea su hermano Raúl quien lo reemplace.
El Partido Comunista Cuba debatirá los subsidios de alimentos
Reuters, abril 16 de 2011
El gobernante Partido Comunista de Cuba debatirá a partir del sábado el fin de la emblemática libreta de abastecimiento de alimentos, con lo que podría pasar la página de 50 años de paternalismo del Estado en un esfuerzo por modernizar la economía.
La medida forma parte de un plan de reformas emprendidas por el presidente cubano, Raúl Castro, que pretende reducir el papel del Estado en ciertos sectores de la economía socialista, pero sin abrazar métodos de mercado.
La propuesta de eliminar la ración de alimentos que los cubanos reciben desde hace décadas a precios subvencionados ilustra el desafío de recortar gastos sin alterar el equilibrio social, en medio del alza en el precio mundial de los alimentos que agrava una crisis de liquidez persistente en la isla.
El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que se celebrará hasta el martes, evaluará una propuesta para «implementar la eliminación ordenada de la libreta de abastecimiento», según reveló recientemente un texto oficial.
Castro ha criticado los subsidios que el Gobierno ha otorgado durante años y ha dicho que Cuba no puede gastar más de lo que gana. En cambio, ha pedido elevar la productividad para hacer frente a la crisis y sustituir las costosas importaciones.
La eliminación de la libreta es un dilema para muchos en la isla que no pueden acceder a los precios de los alimentos en el mercado liberado debido a los bajos salarios.
«Nos moriríamos de hambre. Sería la sentencia para ancianos y limitados físicos. Este es un paso que habría que pensar muy bien en la revolución», dijo Alina de Armas, de 76 años, con rostro de preocupación y reticente a deshacerse de los alimentos que recibe mediante la libreta o cartilla de racionamiento.
LIBRETA, UNA PIEZA DE MUSEO
Los cubanos dicen que el coste de la ración mensual oscila en alrededor de un dólar y apenas alcanza para unas dos semanas. Si necesitan completar su cuota deben pagar precios que son mucho más elevados bajo normas internacionales o encontrar otros productos en el mercado negro.
La libreta fue creada en 1963 por el ex presidente Fidel Castro para distribuir equitativamente los alimentos en una época de escasez debido a las restricciones económicas impuestas durante casi medio siglo por Estados Unidos.
En los últimos tiempos se han reducido las raciones de la libreta, pero aún abastecen de arroz, frijoles, aceite, azúcar, carne de pollo, café, pan y huevos. Cuba importa entre el 60 y 70 por ciento de los alimentos que consume, gran parte de ellos a través de la libreta.
Las autoridades cubanas son conscientes de que la compra de alimentos genera un alto peso para el Estado. Cifras oficiales indican que el país deberá gastar este año un 25 por ciento más de los 1.600 millones de dólares previsto para importar alimentos, por el alza de los precios.
«Es esencial (la libreta) para los que no posean otros ingresos, pero mientras exista la libreta va a existir un muro para desarrollar el país», dijo Fidel Rodríguez, un empleado de un pequeño almacén de alimentos en La Habana.
Mientras que uno de sus clientes, que pidió no ser identificado, expresó: «Soy un defensor de eliminar la libreta porque frena las posibilidades. Es ya una pieza de museo».
Dentro de las casi 300 reformas que analizarán unos 1.000 delegados en el congreso comunista, el primero que se organiza desde 1997, el Gobierno comenzó con retraso un plan para recortar en los próximos años más de un millón de empleos públicos que se consideran improductivos.
El congreso se abrirá el sábado con un desfile militar en el que la isla mostrará su armamento para hacer frente a una eventual agresión de su enemigo histórico, Estados Unidos. Será el primero desde diciembre de 2006 y contará con la participación de obreros, estudiantes y soldados.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".