En: Opinión
11 Abr 2011Para comenzar a resolver los graves problemas de Cuba no me entusiasmo con la realización de un congreso del partido o asamblea del poder popular. En países totalitarios como Cuba, todo tipo de cambio viene de quien lleve la rienda principal y no de ninguna institución. Se vive a merced de la buena o mala voluntad del rey. El anterior nunca tuvo una gota de buenas intenciones si ello conllevaba ceder en algo su poder dictatorial y por eso ha llevado a Cuba al borde del abismo. El segundo rey, Raúl Castro, tiene las mismas credenciales totalitarias y nadie apuesta a él. Sin embargo, para mí todavía es una incógnita, una esperanza. ¿Tendrá el valor de comenzar una verdadera apertura nacional por encima de los caprichos del hermano? Tiene la ocasión para salir de la vieja trinchera y facilitar a Cuba la apertura económica, social y política que todos los cubanos desean.
Cuba, la nota necesaria
Para comenzar a resolver los graves problemas de Cuba no me entusiasmo con la realización de un congreso del partido o asamblea del poder popular. En países totalitarios como Cuba, todo tipo de cambio viene de quien lleve la rienda principal y no de ninguna institución. Se vive a merced de la buena o mala voluntad del rey. El anterior nunca tuvo una gota de buenas intenciones si ello conllevaba ceder en algo su poder dictatorial y por eso ha llevado a Cuba al borde del abismo. El segundo rey, Raúl Castro, tiene las mismas credenciales totalitarias y nadie apuesta a él. Sin embargo, para mí todavía es una incógnita, una esperanza. ¿Tendrá el valor de comenzar una verdadera apertura nacional por encima de los caprichos del hermano? Tiene la ocasión para salir de la vieja trinchera y facilitar a Cuba la apertura económica, social y política que todos los cubanos desean.
Si el fenómeno anterior sucediera se evitaría que la falta de oxígeno cívico nacional provocara los justificados sucesos sociales que se están dando en países del corte nuestro. Lo correcto hoy para nuestro país sería un cambio organizado y pactado con las diferentes partes. Donde se deje de jugar a contrarrevolucionarios y revolucionarios. Un país requiere más seriedad de sus hijos que están dentro y fuera. Debemos enterrar profundamente la vieja práctica de vivir de consignas, gritos y marchas y comenzar a vivir de resultados y realidades. ¿Cuántas reuniones del Buró Político se han efectuado en Cuba? ¿Cuántas asambleas del Poder Popular? Miles. Y el resultado: el país cada día peor. Es un régimen que se impone contra la naturaleza humana. Cuba en ningún momento de su historia ha tenido el deterioro general de toda la sociedad que ha llegado a tener con este sistema. No es viable ni sustentable.
Ojalá Raúl Castro se convenza de que no se puede seguir jugando a la bobería de un discurso hoy, un congreso mañana, un pleno pasado y como hombre práctico ir a las raíces y causas del problema del sistema y comenzar a retirar los candados de la situación actual de Cuba. No tendrá a nadie en contra. Hay que abandonar la retórica almidonada que el pueblo llama “teque” y solo escribir una nota informativa en Granma que exprese:
“La dirección de la revolución reconoce sus errores y está en disposición de enmendarlos y para ello allanará el camino para que comience en el país una apertura nacional comenzando con pasos concretos que se informan a continuación. Será un proceso organizado, con serenidad y con el concurso de todos los cubanos que residen dentro y fuera del país. Tenemos la convicción que es lo mejor para nuestra nación. Se impone que todos los cubanos –estén donde estén– pongan el hombro para este cambio nacional. Rogamos disculpen los errores y el tiempo perdido. Fdo. Raúl Castro Ruz”.
Y a continuación los primeros pasos de esta etapa inicial:
• Se eliminan el cierre, trabas, requisitos, permisos, o visas para los cubanos que viven en el exterior y se les pide a cada cubano montar en todo el territorio nacional una sucursal de cada uno de los negocios que tienen en el extranjero. Empleando mano de obra nacional y pagando sus impuestos.
• Reconocemos que no sobran cientos de miles de trabajadores de las empresas como habíamos informado, todo lo contrario, es el Estado el que sobra en ese campo y nos proponemos deshacernos del control de las empresas, pasando la propiedad al propio colectivo de trabajadores. Será su responsabilidad ser rentables porque de ellos dependerá su sustento. Estarán estimulados todos los trabajadores porque trabajarán para ellos.
• Se les permitirá a los pequeños productores acceder a los microcréditos de los programas internacionales, así como a recibir y capitalizar las donaciones de familiares y amigos en el extranjero.
• Quedan eliminadas las restricciones impuestas al uso de Internet, de información y comunicaciones para el acceso de toda la población a las nuevas tecnologías para que puedan ser competitivos en una sociedad realmente inclusiva.
• Reconocemos el derecho a los cubanos a militar en otras agrupaciones políticas que sustenten diferentes puntos de vista, siendo para ello requisito el reconocimiento de la no violencia y el compromiso a preservar el acceso de toda la población a conquistas sociales como la educación, la atención médica y la seguridad social. Cuba debe salir del comunismo pero no caer nunca en un capitalismo salvaje, ni libertinaje que dé acceso a las drogas, bandas y mafias.
• Liberalizaremos el sistema de selección a las candidaturas de Diputados a la Asamblea Nacional, de manera que ciudadanos de todas las opiniones, credos y filiaciones, puedan elegir y ser electos.
• Se abren los medios de comunicación nacional a diferentes perspectivas y opiniones.
• Permitiremos una Comisión de Derechos Humanos independiente, con autonomía y libertad para auscultar las violaciones en forma profesional y elaborar informes correspondientes con recomendaciones a las autoridades nacionales.
• No se alimentará más el odio, el resentimiento y la división del pueblo cubano. El primer paso de buena voluntad nacional es una amnistía que incluya a los cubanos de todas las orillas políticas e ideológicas.
oscarpena.CUBA@att.net
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".