Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña

En: Internacional

23 Dic 2010

El líder de Convergencia i Unió (CiU) y ganador de las elecciones autonómicas de noviembre, Artur Mas, fue elegido el jueves presidente de la Generalitat de Cataluña gracias a la abstención del Partido Socialista catalán (PSC)Ven la votación en el Parlamento regional.



Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña

El líder de Convergencia i Unió (CiU) y ganador de las elecciones autonómicas de noviembre, Artur Mas, fue elegido el jueves presidente de la Generalitat de Cataluña gracias a la abstención del Partido Socialista catalán (PSC)Ven la votación en el Parlamento regional.

Mas fue elegido por mayoría simple, con 62 votos a favor, 45 en contra y 28 abstenciones, del PSC, con el que llegó a un acuerdo el miércoles para facilitar la investidura.

Si todos los demás partidos hubieran votado en contra habrían sumado 73 votos, y ello habría supuesto un rechazo a Mas e iniciar una nueva ronda de negociaciones.

El político barcelonés de 54 años, antiguo número dos del histórico presidente catalán Jordi Pujol, tuvo palabras de agradecimiento tanto para éste como para sus sucesores, los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla, presidente en la anterior legislatura y cuyo partido sufrió un duro castigo en los comicios del 28 de noviembre.

«Mi esperanza es que sigamos ganando cuotas de libertad y autogobierno, y respeto interior y exterior», dijo en una breve intervención tras ser investido por el ‘Parlament’ después de siete años en la oposición.

El lunes se había celebrado la primera sesión de investidura, en la que no logró la mayoría absoluta necesaria tras reunirse con los demás partidos. El miércoles por la tarde, CiU y PSC cerraron un acuerdo para facilitar la investidura de Mas centrado en cinco puntos: la lucha contra la crisis, las políticas sociales, la representación institucional, la concertación social y la transparencia y la calidad democrática.

En un discurso anterior a la votación del jueves, Mas agradeció a los socialistas su «gesto positivo», al tiempo que afirmó que no es un pacto de legislatura, y tendió la mano al diálogo con las otras formaciones. En contra de su investidura votaron el Partido Popular catalán, ERC, ICV – los otros dos socios del tripartito que ha gobernado Cataluña los últimos siete años -, Ciutadans y Solidaritat per la Independencia.

Los nacionalistas de centroderecha, que han ocupado el poder durante 23 de los 30 años de la autonomía catalana, volverán al Palau de la Generalitat tras dos legislaturas de gobierno tripartito entre los socialistas catalanes, los independentistas y los ecologistas de izquierda.

Las tres formaciones fueron castigadas en las elecciones autonómicas, sobre todo los socialistas, ante el descontento de la población por la gestión del tripartito y por la fuerte crisis económica, lo que llevó a que Montilla anunciara que dejará de estar al frente del PSC.

«BUENA NOTICIA» PARA EL GOBIERNO

La primera reacción desde el Gobierno central fue del vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que dijo que el acuerdo PSC-CiU – que calificó de «ejercicio de oposición responsable» – va a facilitar las relaciones con los convergentes en el Parlamento en Madrid.

«Ciertamente, para el Gobierno es una buena noticia», declaró en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros prenavideño.

Rubalcaba también felicitó a Mas y le ofreció «la cooperación leal del Gobierno de España para resolver los problemas que tienen los ciudadanos de Cataluña».

El Gobierno socialista tiene un acuerdo con el PNV y Coalición Canaria con lo que en principio podría agotar la legislatura y llegar a las elecciones de primavera de 2012, pero unas buenas relaciones con CiU le permitirían tener otra baza de negociación. Todos los sondeos sitúan al PSOE a gran distancia del Partido Popular, y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero aún no ha aclarado si repetirá como candidato.

Mas dijo antes de las elecciones que si alguien pretende su apoyo en Madrid, «deberá aceptar nuestras condiciones».

En el primer pleno de investidura, el líder de CiU afirmó que Cataluña «ha de encarar su propia transición», al igual que hizo España tras el final de la dictadura franquista, y volvió a hablar de un pacto fiscal como reivindicación que une a los catalanes y que permita un modelo propio de financiación para Cataluña, aunque no concretó más detalles.

Además insistió en la necesidad de mejorar el sistema educativo y los elevados niveles de fracaso escolar, y abrió la puerta a «nuevas fórmulas de gestión» de la sanidad pública.

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Acerca de este Blog

Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".

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