En: Opinión
17 Jul 2010Por suerte las personas de buena voluntad no se dejaron confundir, la prensa de toda América, Europa y otros lugares del mundo le dieron la cobertura requerida. Las manipulaciones del gobierno cubano y sus acólitos no lograron engañar a la humanidad. La muerte de Zapata, seguido por la huelga de Coco Fariñas y las marchas de las Damas de Blanco; obligaron al gobierno a ceder.
Viaje de Honor por la Vida
Por Francisco Chaviano González
Julio 13, 2010
La Habana.
El 24 de febrero, día del “Grito de Yara” y de “Los Pilotos de Hermanos al Rescate”, comenzó Guillermo (Coco) Fariñas su huelga de hambre y sed en reclamo de la liberación de 26 presos políticos enfermos. Ese día le detuvieron cuando viajaba a Banes para asistir a los funerales del mártir de la lucha por los cambios democráticos Orlando Zapata Tamayo. Las inicuas circunstancias que le ocasionaron la muerte al compatriota y su detención arbitraria, colmaron su paciencia tras 7 años de esperar por las gestiones de buena voluntad del mundo antes las autoridades cubanas.
A pesar de la razón que apuntalaba su decisión, la Alianza Democrática Cubana, la Unidad Liberal de la República de Cuba y la Agenda para la Transición Cubana, coaliciones a las cuales pertenece el Coco, firmaron un acuerdo regulatorio de la huelga con el querido compatriota, para que las pasiones ofuscadas no condujeran a un callejón sin salida. De aquí que resulte tan agraviante el que se tilde a Fariñas de intransigente o inflexible, como pretendió el gobierno, cosa que luego repitieron algunos medios de prensa y más tarde se hizo eco de tal calumnia hasta el Cardenal.
Por suerte las personas de buena voluntad no se dejaron confundir, la prensa de toda América, Europa y otros lugares del mundo le dieron la cobertura requerida. Las manipulaciones del gobierno cubano y sus acólitos no lograron engañar a la humanidad. La muerte de Zapata, seguido por la huelga de Coco Fariñas y las marchas de las Damas de Blanco; obligaron al gobierno a ceder.
Es un hecho que el valor, la hazaña y el sacrificio de Fariñas es de tales dimensiones que excede a cualquier calificativo. No obstante, siempre los hay dispuestos a denigrar: en primer lugar el gobierno, quien a su vez utiliza a los que tiene reclutado en nuestras filas, como aquel periodista controversial quien rumora que la huelga es una farsa, que el Coco contrajo una enfermedad mortal con elementos radiactivos durante sus misiones cuando era un Oficial de Tropas Especiales (absurdo y contradictorio, luego de 20 años).
Algunos del exilio molestos porque no le pueden alinear a sus intereses, no se quedan atrás y ya sea desde París o Miami, despotrican inclementes. Las aptitudes abyectas llegan hasta muy cerca del compatriota señero, solo Dios sabe por qué hubo hasta destacados disidentes cuya actitud dejó mucho que desear.
Sus amigos estábamos más que preocupados, veíamos con impaciencia como el gobierno maniobraba dilatando las cosas mucho más allá de lo necesario. Todo indicaba que los mandatarios de este país querían llevar al huelguista a un punto sin retorno con alevosa responsabilidad sobre las secuelas o posible muerte. Compulsados por este amargo presentimiento el 2 de julio hablamos con el Cardenal y luego con los diplomáticos españoles, estábamos desesperados por obtener algo que nos sirviera para llevar ante el Coco Fariñas, como elemento para que detuviera la huelga de forma decorosa.
Por fin el día 7 luego de la visita del canciller Moratinos, el Arzobispado de la Habana en su carácter de mediador dio la noticia. De inmediato acordamos que era hora de efectuar la visita planificada a nuestro querido compatriota de una delegación formada por la Alianza Democrática Cubana, la Unidad Liberal de la República de Cuba, Generación Y, las Damas de Blanco y la Secretaría Pro Témpore de Agenda para la Transición Cubana. El día 8 partimos en tres vehículos 11 personas en un viaje por la vida de Fariñas, era hora de detener su huelga exitosa; su marcha de honor en pro de la vida de los presos enfermos había obtenido la victoria.
El licenciado Guillermo (Coco) Fariñas Hernández, estaba algo reticente con el anuncio del gobierno de liberar a 52 presos en breve, pero finalmente aceptó nuestras razones, firmó junto a su albacea Héctor Palacios el documento que da por concluida su huelga de hambre y sed, y en nuestra presencia tomó su primer sorbo de agua luego de 135 días. Ahora es preciso rezar por él. Tiene una seria afección hepática, problemas renales y un trombo que amenaza con ponerle fin a su vida.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".