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1 Mar 2011Fue un fin de semana lleno de emociones, digno de recordar y que ayuda a cicatrizar las heridas del pasado; un pasado que nos persigue por lo monstruoso que fue, pero que, como todas las heridas, irá sanando, aunque es innegable que el presidio deja huellas en la memoria que tal vez jamás cierren.
Por Pablo Pacheco Avila
Ex preso de conciencia causa de los 75
Recientemente, Activistas de Amnistía Internacional contactaron con varios de los ex presos desterrados a España y sus familiares para realizar un documental sobre nuestras vivencias en cautiverio y ahora en el exilio. Por fortuna, fui uno de los invitados a ese encuentro realizado este fin de semana en su sede de Madrid.
Esta vez, devolví la pregunta que siempre me hacen cuando nos encontramos las personas que levantaron su voz a favor de nuestra liberación durante los más de siete años que estuvimos tras las rejas: ¿Que sienten ustedes teniendo frente a frente a los hombres que tanto defendieron sin siquiera haber visto sus rostros? “Es inimaginable lo que se siente, Pablo, me dijo Carolina Román activista de Amnistía Internacional con evidente emoción.
Charlamos entre amigos, reímos una y otra vez. Un sentimiento de regocijo invadió nuestros corazones al vernos las caras por primera vez. Sin embargo, ya nos conocíamos en la distancia, entrelazados por el poder de la solidaridad. Mi emoción llego a la cúspide cuando Gerardo Ducos, Ángel Gonzalo responsable de medios de comunicación de Amnistía Internacional en Madrid y otros activistas de esta ONG con sede en Londres me entregaron una caja con más de mil postales que me habían escrito varios voluntarios de ésta organización pero no me las enviaron por temor a que mis verdugos no me las entregaran estando en cautiverio y decidieron guardarlas con celo hasta éste encuentro.
Les expliqué que es bueno que las envíen a las prisiones, porque así los carceleros y los oficiales de la policía política en cada prisión comprenden que no estamos solos y que en cada rincón del mundo otras personas sienten el dolor ajeno y se unen al sufrimiento humano.
Al terminar la entrevista, nos dirigimos al hotel donde se reunían varios activistas del Movimiento Cristiano Liberación. Pude conocer hermanos de causa, a otros les di el abrazo de siempre y no me dejaron partir antes de cenar con ellos. Antes de despedirme contactamos vía telefónica con Osvaldo Paya Sardiñas, líder del movimiento disidente dentro de Cuba y su esposa. Fue un momento inolvidable y muy emotivo.
Temprano en la mañana, Emilio un amigo español muy sensible con la causa de la democracia en Cuba me recogió en el hotel que me hospedaba. Allí se me unió Lester Gonzales Pentón el más joven del grupo de los 75. Juntos partimos a la embajada cubana en Madrid para manifestarnos por el primer aniversario del asesinato de Orlando Zapata Tamayo y el quince aniversario del derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate por aviones de combate de la Fuerza Aérea Cubana, acción criminal que cegó la vida de cuatro jóvenes.
Los funcionarios de la embajada cubana nos cerraron la puerta, no recibieron el documento que se les entregaría y sólo se les veía por espacios pequeños filmando a los manifestantes. Los más asiduos a las protestas frente a esta representación diplomática dijeron que es normal esa actitud de los funcionarios. Tratan de intimidar con las filmaciones y en su momento cobran la factura denegando la entrada a Cuba a los participantes. Aun así vale la pena.
Por primera vez pude abrazar a Fidel Suarez Cruz, hermano de causa y con quien estuve en la cárcel de “Agüica” durante 16 meses sin nunca vernos las caras. El odio y la intolerancia de un brutal régimen carcelario nos lo impidieron.
Fue un fin de semana lleno de emociones, digno de recordar y que ayuda a cicatrizar las heridas del pasado; un pasado que nos persigue por lo monstruoso que fue, pero que, como todas las heridas, irá sanando, aunque es innegable que el presidio deja huellas en la memoria que tal vez jamás cierren.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".