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9 Ene 2011Nuestro País requiere de cambios estructurales en su Sistema Político, Social y Económico. El Socialismo fracaso no solo en el antiguo campo socialista, sino que ha fracasado en Cuba y fracasara en los países de América Latina donde se pretende implantar. Ningún sistema que niegue o limite los derechos y libertades fundamentales a sus ciudadanos ha logrado ni lograra desarrollar una nación. Sin libertad el progreso no es posible.
Sin libertad el progreso no es posible.
Por: Pedro Pablo Alvarez Ramos
Ex preso de conciencia causa de los 75
Enero 8 de 2011
Si revisamos los cables de diferentes Agencias periodísticas todas coinciden en un mismo criterio: el régimen cubano se niega a reconocer su fracaso y tratan por todos los medio de mantener el poder instrumentando reformas que para nada significan un cambio transcendental que pueda sacar al País de la actual crisis económica, política y social que tiene en estos momentos.
Nuestro País requiere de cambios estructurales en su Sistema Político, Social y Económico. El Socialismo fracaso no solo en el antiguo campo socialista, sino que ha fracasado en Cuba y fracasara en los países de América Latina donde se pretende implantar. Ningún sistema que niegue o limite los derechos y libertades fundamentales a sus ciudadanos ha logrado ni lograra desarrollar una nación. Sin libertad el progreso no es posible.
La Isla necesita un potencial de inversiones enorme, la industria en un noventa por ciento está obsoleta. Se necesita de una poderosa inversión de capital que solo podrán aportar grandes empresas transnacionales. Esta inversión de capital extranjero solo será posible si en Cuba se logra un ambiente de estabilidad social y política y esto solo podrá lograrse cuando en el País desaparezca el actual sistema de represión y terror.
La Isla necesita un sistema estable de garantías constitucionales, tanto a los nacionales como a los extranjeros. Esto solo se hará realidad cuando en el País rija un Estado de Derecho, reconocido y avalado por la comunidad de naciones democráticas del Mundo. Los cubanos queremos cambios de verdad, no reformas o actualización del modelo económico que solo pretenden eternizar a la dictadura castrista y a sus compinches en el poder.
A continuación varios comentarios de la Prensa internacional sobres las medidas económicas instrumentadas por el Gobierno cubano recientemente:
Castro convierte a Ramiro Valdés en su superministro
Por: Soledad Alvarez / EFE
La Habana. Enero 7 de 2011
Con la última remodelación del gobierno cubano, el comandante Ramiro Valdés asumirá la supervisión de un estratégico frente económico que incluye la industria petrolera, la minera, la construcción y las comunicaciones.
Recién comenzado un año que estará marcado por el plan de reformas económicas emprendido en la isla, el presidente Raúl Castro ha vuelto a mover su gabinete para sustituir a los ministros de Informática y Comunicaciones y de Construcción, así como al responsable del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
En este cambio, Ramiro Valdés, de 78 años y también vicepresidente del Consejo de Ministros, ha quedado «liberado» como titular de Informática y Comunicaciones pero para «facilitar» su labor de coordinación tanto de este departamento como de los de Construcción y de Industria Básica.
Este último ministerio tiene bajo su responsabilidad tres importantes sectores de la economía cubana: la energía (que comprende todas las actividades vinculadas al petróleo y la electricidad), la geología y minería, y la química básica.
Está dirigido por un titular interino desde noviembre, cuando Raúl Castro destituyó a la ministra Yadira García Vera por su «pésimo trabajo» reflejado en «débil control» de los recursos: así lo explicó el propio gobernante en el discurso ante la Asamblea Nacional del pasado 18 de diciembre.
Desde su nueva posición, Valdés también supervisará el Ministerio de la Construcción, cuyo nuevo titular es el ingeniero civil René Mesa, de 52 años, en sustitución de Fidel Figueroa, destituido por «errores» en su función. Esa labor de coordinación incluye a su anterior ministerio: el de Informática y Comunicaciones, para el que Castro ha nombrado como ministro a Medardo Díaz Toledo, un general de brigada de 48 años que fue jefe de Comunicaciones de las Fuerzas Armadas.
Analistas consultados por EFE coincidieron en que Valdés se ha convertido en una especie de «superministro» al asumir la coordinación de un conjunto de sectores que concentran la «masa crítica» de las inversiones y proyectos estratégicos del país.
Considerado un «histórico» de la revolución desde la guerrilla de la Sierra Maestra, Ramiro Valdés ha desempeñado diversas funciones en los últimos 50 años como la creación de los servicios de inteligencia y su gestión al frente del Ministerio del Interior, entre otras.
Tras un largo periodo alejado de la cúpula gubernamental, Raúl Castro lo recuperó en 2006 al nombrarlo ministro de Informática y Comunicaciones.
Los últimos cambios del gabinete cubano, anunciados en la noche del jueves, han incluido el nombramiento de una nueva presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, de 44 años, quien desde marzo coordinaba las obras de rehabilitación hidráulica de la ciudad oriental de Santiago de Cuba, una función que seguirá ejerciendo.
Esos movimientos se producen en un momento en el que Cuba está sumida en el debate sobre el plan de ajustes que Raúl Castro impulsa para superar la crítica situación económica del país.
Esta misma semana ha arrancado una de las medidas más drásticas de ese plan: la supresión masiva de empleos en el sector público para reducir las abultadas plantillas de empleados estatales.
A lo largo de su mandato, Raúl Castro ha acometido numerosos cambios en el gobierno, el más profundo de ellos ocurrió en marzo del 2009, con la salida definitiva del Ejecutivo de cuatro vicepresidentes y ocho ministros.
Raúl Castro releva de un ministerio al comandante histórico Ramiro Valdés
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AGENCIA: AFP
Enero 6 de 2011
LA HABANA — El presidente cubano Raúl Castro relevó de su cargo de ministro de Informática y Comunicaciones al histórico Comandante Ramiro Valdés, y destituyó al ministro de la Construcción Fidel Figueroa por «errores cometidos», se informó este jueves en un comunicado oficial.
Esta decisión «facilitará» a Valdés, quien también es vicepresidente, «la atención de los ministerios de la Construcción, la Industria Básica y el propio ministerio de la Informática y las Comunicaciones», dijo el texto leído en el telediario sobre el Comandante de la Revolución y miembro del selecto Buró Político del Partido Comunista (PCC, único).
Valdés, de 78 años, acompañó a líder Fidel Castro en el asalto al Cuartel Moncada en 1953, en el desembarco del yate Granma en 1956 y en la lucha guerrillera de la Sierra Maestra. Ocupó diversos cargos desde el triunfo de la revolución, en 1959, entre ellos el de ministro de Interior.
Como ministro de Informática fue nombrado el General Medardo Díaz, ingeniero en Comunicaciones de 48 años, quien ocupó varias responsabilidades en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), entre ellas jefe de Comunicaciones.
La nota también informó de la destitución del ministro de la Construcción, Fidel Figueroa, por «errores cometidos en esta función» y en su lugar designó al hasta ahora presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), René Mesa, de 52 años, en esa función desde marzo del 2007.
Como presidenta del INRH fue nombrada Inés Chapman, de 44 años, miembro del Consejo de Estado, ingeniera hidráulica con 22 años de experiencia en esa área.
Desde que sustituyó en el poder a su hermano enfermo Fidel Castro, en 2006, Raúl Castro ha realizado una treintena de cambios en el Gabinete cubano.
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Suerte, Cuba
Maruja Torres, El País
Enero 6 de 2011
Observo sin asombro nuestra reducida -mejor dicho, inexistente- capacidad para asombrarnos. Si hace 10 años, incluso cinco, hubiera caído bajo nuestras narices un titular sobre la reconversión del régimen cubano a los mandamientos del mercado como el que está apareciendo estos días, parte del personal habría saltado de júbilo pensando que era un regalo de Reyes, y otra parte se habría apresurado a consultar el calendario creyendo hallarse otra vez en pleno Día de los Inocentes. Otra parte habría creído que se trataba de una insidia propagada por la CIA.
Sin embargo, aquí estamos, dispuestos a asistir a la brutal transformación de la economía subvencionista cubana en capitalismo competitivo, todo ello sin que mejoren las libertades, y a golpe de decreto. Si a Zapatero las bases se le rebelan por no haber cumplido aquella promesa de que el poder no le iba a cambiar, imaginen cómo debe de sentirse el funcionariado cubano, respetable segmento de la población -en el sentido de número también: con 1.300.000 personas angustiadas y sus familias se pueden hacer muchas cosas- que ahora, sin que existan los fundamentos previos, va a tener que ponerse a trabajar en la iniciativa privada. Es de esperar que el enorme espíritu de improvisación de los cubanos les ayude en este trance, pero es de temer que una vez más se sientan solos, desamparados, observados con lupa y amenazados con cualquier otra probable y novedosa decisión a cargo de la autoridad incompetente.
A quienes habría que despedir son a los integrantes del régimen castrista. Aunque solo sea por incompetentes. El castrismo es una isla dentro de una isla, un destructor de espejos, una casposa podadora de inteligencias. Si ni siquiera saben actuar organizadamente, como la China comunista. Claro que esta ya apuntaba maneras cuando le colocaba a Cuba sus impresentables dentífricos y bicicletas.
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La agonía cubana
Editorial, El País
Ener0 6 de 2011
Rectificar para no hundirse: Cuba acaba de dar los primeros pasos en la aplicación de la consigna de Raúl Castro para evitar el colapso económico de la isla.
Durante este año, el Gobierno amortizará medio millón de empleos públicos como parte de un proceso que reducirá un 25% de los puestos estatales, equivalente a un 10% del total de la población activa. Los trabajadores afectados por la medida recibirán un mes de salario por cada 10 años trabajados y, en algunos casos, una oferta en el sector agrícola y de la construcción. El Gobierno espera, con todo, un desplazamiento de los empleados estatales hacia el sector privado que reduzca el gasto público e incremente los ingresos por impuestos.
La reducción del empleo estatal podría convertirse en el preámbulo de la transición política cubana. Al renunciar por inviable a la economía dirigida por el Estado, el régimen cubano no podrá sostener por tiempo indefinido la falta de libertades individuales que hasta ahora presentaba como un requisito imprescindible del sueño igualitario que aseguraba retóricamente perseguir. Con dos décadas de retraso, el castrismo ha tenido que reconocer los mismos problemas que la Unión Soviética y emprender unas reformas que, aunque pensadas para la órbita económica, acabarán afectando también a la política. La vocación totalitaria que ha exhibido la revolución durante más de medio siglo podrá recalar provisionalmente en un simple y descarnado afán dictatorial, más fiel a los intereses de la nomenklatura que a la utopía de la sociedad sin clases. Pero la suerte del castrismo está echada, por más que la represión pueda prolongar la agonía del régimen.
Las esperanzas que permite concebir el hecho de que, por fin, algo importante se empiece a mover en Cuba no pueden ocultar el drama humano al que se asoma la isla. El raquítico sector privado no podrá absorber en lo inmediato la mano de obra despedida del sector público, con lo que estaría cerniéndose sobre la población un nuevo y más grave deterioro de las condiciones de vida. Las actuales reformas deberán ser seguidas por otras igualmente contradictorias con el programa ideológico de la revolución si el Gobierno quiere contrarrestar los efectos sociales de la severa reducción del sector público que ha emprendido. Y al final de este proceso, puede que la revolución sea lo único que se quede en el camino, consumida en su fracaso y en el sufrimiento inútil que ha provocado.
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La Letra de Raúl
Enero 6 de 2011
Por: Miguel Cossío
A estas horas Raúl Castro debe estarse lavando las manos con el último jabón Nácar de la libreta de Fefa, la del Comité, tal como hizo en su tiempo Poncio Pilatos cuando quiso desentenderse de la crucifixión de Cristo.
En el último año, la libreta, ese símbolo de la mal llamada distribución igualitaria de la Revolución de los pobres y para los pobres, vio desaparecer de sus cuadrículas la papa, los chícharos, la sal, los cigarros («suaves» y «fuertes»), la pasta dental, los jabones y el detergente.
La prensa oficial informó oportuna y debidamente al cubano de a pie del cierre de los comedores obreros y del despido de un millón de empleados estatales, así como de su inminente orfandad, entre otros ajustes que experimentaría el modelo castrista. El discurso gubernamental explicaba que el lomo cincuentenario de Papá Estado no aguantaba más el peso de las subvenciones, el «paternalismo» y el «igualitarismo», que fueron los sostenes ideológicos del régimen socialista.
Granma asegura, sin embargo, que nadie quedará desamparado. Prefiere mantener así «los pies en la tierra» y no hablar del año que viene, sino del «país diferente que viene». Será, pues, el País del Nunca Jamás.
Aunque Raúl Castro no se siente responsable del desastre económico que ayudó a engendrar y le pasa la factura al pueblo, que a partir de ahora dudará si abrir la boca, a falta de pasta Perla. Una medida de ahorro y contribución al gasto corriente familiar.
Desde hace meses el general viene anticipándose a babalaos, astrólogos y videntes, prediciendo el hundimiento de Cuba y augurando que él y luego sus delfines seguirán dándole candela al jarro por los siglos de los siglos.
He escrito varias veces que el raulismo es el castrismo en su peor versión. Lo acontecido este año respecto a su torpe desempeño lo constata. En el terreno político, el general dejó morir a Orlando Zapata Tamayo, tuvo que ceder importantes espacios ante Guillermo Fariñas, las Damas de Blanco y la oposición en general. 2010 fue el año de la caída de la imagen internacional de Castro, que recibió la condena hasta de antiguos aliados. En el plano económico, medidas adoptadas, como la entrega de tierras ociosas a campesinos, cayeron al vacío de la improductividad, como mismo cayeron las exportaciones nacionales y las inversiones extranjeras. Las cifras oficiales sostienen que la economía creció un magro 2.1% del PIB. Nada para una nación cuya suerte energética está cosida al destino político de un hombre: Hugo Rafael Chávez Frías.
Por eso dudo de que los amarres de Raúl garanticen la continuidad del castrismo sin los Castro, ni siquiera con ellos todavía presentes. A pesar de la ascensión de la generación Putin a la cubana; esto es, el ingreso al poder de familiares y de una elite de militares «jóvenes» que participan en el control de los circuitos económicos y financieros del país.
Sería bueno recordar los casos de la Revolución de Abril en Portugal, que terminó con una dictadura militar; la caída del Muro de Berlín, que acabó con el régimen comunista más sólido del este de Europa, y la derrota sandinista en 1990.
Desde otro ángulo, la ola populista en América Latina va en descenso. Los gobiernos de tendencias socialistas más radicales, como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador enfrentan serios obstáculos para sostenerse con solidez y salir airosos frente a la exigencia de la sociedad.
Yerra Raúl Castro si cree que tiene todo amarrado y que sus ajustes al modelo fomentarán la pequeña iniciativa privada y resolverán los acuciantes problemas domésticos de la economía cubana, poniendo sobre las espaldas de la clase emergente de trabajadores por cuenta propia el peso de la carga impositiva. El esquema feudal que pretende imponer arrojará algunos resultados tramposos. La gente resolverá unos pocos problemas básicos, merced a los servicios del zapatero remendón o el carretonero, o el hostelero de turno. Pero el país pasará de ser el del No Hay al de Nunca Jamás. De ahí que la incertidumbre tornará difícil la convivencia social en los meses por venir.
La Letra 2011 de Raúl Castro es macabra. No recuerdo un discurso tan duro y desolador en el más de medio siglo de castrismo, como el que dio recientemente ante la asamblea del poder popular.
Si hubiese sido el gobierno de un país libre y democrático en lugar del de Cuba el que hubiera anunciado el despido de un millón de empleados estatales en el transcurso de un año, la crónica social sería otra muy distinta. El problema de fondo no son los despidos, sino el sistema político y económico imperante. Cuba requiere abrirse a un modelo de sociedad moderna, con sus virtudes y defectos, sus oportunidades y riesgos. De lo contrario, la nación seguirá circunvalando cada vez más rápido hacia un destino cercano al de Bolivia o Haití. Aunque suene exagerado. Sin café mezclado con chícharo. Ni Perla, Nácar o Fab.
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Ex presidente de Alimport habría escapado a EEUU
Por: Wilfredo Cancio Isla
Enero 5 de 2011
El otrora zar de las compras de alimentos en Estados Unidos y ex presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, Pedro Alvarez, habría escapado de la isla y se encontraría actualmente en territorio norteamericano.
Pedro Alvarez saluda a la entonces gobernadora de Louisiana, Kathleen Blanco, en el 2005
Alvarez, quien presidió la empresa estatal Alimport hasta comienzos del 2009, logró abandonar Cuba a fines de pasado mes en medio de una investigación por su presunto vínculo en actos de corrupción, según reveló una fuente al periodista y bloguero Oscar Suárez, de América TeVe-Canal 41 en Miami.
De acuerdo con el testimonio obtenido por Suárez, el ex funcionario salió de Cuba entre el 27 y el 29 de diciembre, aprovechando las jornadas festivas de fin de año.
La información indica que antes de la partida, Alvarez se comunicó con un familiar para decirle que se ausentaría de La Habana por un tiempo. Se desconocen aún los pormenores de la salida y el paradero en Estados Unidos.
Suárez dice que Alvarez llamó por teléfono a su suegra y le dijo escuetamente: “Yo no regreso”.
La fuente dijo conocer que en estos momentos la Seguridad del Estado está tras las pistas de cómo pudo escapar Alvarez, tratando de detectar también posibles cómplices de la fuga.
El ex dirigente fue remplazado al frente de la Cámara de Comercio a mediados del pasado año, sin que la información trascendiera en los medios oficiales de la isla.
Pocos meses después se conoció que estaba siendo investigado bajo sospechas de corrupción y permaneció detenido en varias ocasiones en el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) de 100 y Aldabó, en La Habana.
Coincidiendo con la investigación policial, Alvarez enfrentó la sorpresiva muerte de su esposa, Olga de la Cruz de la Llera, quien pereció en el accidente del vuelo 883 de Aerocaribbean en la zona de Guasimal, Sancti Spíritus, el pasado 4 de noviembre.
La noticia de su fuga no ha trascendido aún entre personalidades del mundo empresarial y hombres de negocios de Estados Unidos con quienes Alvarez sostuvo estrechas relaciones durante la última década.
John Kavulich, consejero principal del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, con sede en Nueva York, dijo sentirse sorprendido el miércoles respecto a la salida de Alvarez de la isla.
“No tengo ninguna información sobre eso, pero me imagino que tendría poderosas razones para hacerlo”, comentó Kavulich en conversación telefónica desde Vietnam. “Fue una persona importante en el comercio que se estableció con Cuba”.
Kavulich mantuvo vínculos con Alvarez desde que se iniciaron las ventas de productos agrícolas que autorizó el Congreso por razones humanitarias en el 2000. El intercambio comenzó en el 2001 y Alimport fue la plataforma del gobierno cubano para decidir, tramitar, y lanzar estrategias comerciales y políticas mediante las compras a empresas estadounidenses.
Durante esa etapa Alvarez fungió como un embajador ante empresarios, funcionarios agrícolas, gobernadores estatales y personalidades políticas que visitaban Cuba con el propósito de promover las ventas y abogar por el levantamiento del embargo.
En los años que Alvarez se mantuvo al frente de Alimport, Cuba se convirtió en el quinto socio comercial de Estados Unidos, con transacciones que superaron los 3,154 millones entre 2001 y 2009.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".