Raúl Castro autoriza negocios privados en Cuba, que pueden considerarse moderadas reformas

Raúl Castro autoriza negocios privados en Cuba, que pueden considerarse  moderadas reformas.

Agosto 02 de 2010

Raúl Castro autoriza negocios privados en Cuba, que pueden considerarse  moderadas reformas. El gobierno cubano permitirá a sus ciudadanos abrir pequeños negocios y contratar empleados, dijo el domingo el presidente Raúl Castro al anunciar los mayores cambios estructurales desde que asumió el poder hace cuatro años. «La iniciativa privada en Cuba es una concesión estratégica de incalculables consecuencias». Con estas medidas tratan de reducir el peso del Estado dicen ellos, más bien tratan de reducir las responsabilidad de quien es dueño de todo y no es capaz de producir con eficiencia. Una maquinaria que controla más del 90 por ciento de la economía y se encuentra prácticamente en bancarrota total al no poder contar con el financiamiento venezolano.

Con permitir a los cubanos montar pequeños negocios y contratar empleados solo pretende oxigenar el modelo socialista, estas medidas persiguen ayudar a financiar la enorme carga social, parasitaria. El sector privado absorberá parte del millón de empleados públicos excedentes que el Gobierno se dispone a despedir o reubicar, pero no será suficiente, por lo limitado y controlado de estas reformas.

Sera muy difícil para el País lograr niveles de desarrollo necesarios para salir de la actual crisis, si no se abre al mundo libre creando condiciones de libertades públicas sociales y económicas. Es imprescindible garantizar un marco legal, donde el derecho de los cubanos a la propiedad privada de bienes y de consumo, asi como el libre comercio y la libre oferta de mano de obra estén garantizados. También se impone implementar leyes que garanticen el derecho de asociación libre e independiente a organizaciones cívicas y politicas.La conformación de sindicatos independiente para la defensa de los trabajadores será fundamental, para crear un ambiente donde se garantice el bienestar y la justicia de la clase obrera.

«El Consejo de Ministros acordó ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia (…) eliminando varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización de algunas producciones, flexibilizando la contratación de fuerza de trabajo», dijo el general de 79 años.

Ellos mismos lo dicen «constituyen en sí mismas un cambio estructural y de concepto en interés de preservar y desarrollar nuestro sistema social y hacerlo sostenible en el futuro». Lo que quiere decir: de cambios no habrá ni siquiera el nombre. Los trabajadores por cuenta propia deberán pagar impuestos a la renta, contribuir a la seguridad social, tributar por las ventas y también para contratar empleados. Y ¿Esto no es capitalismo?  Claro que sí, pero sin derechos, estas personas solo podrán si acaso disponer libremente de un salario, que en la mayoría de los casos no se corresponde al esfuerzo realizado o al producto de su labor. Ya esa experiencia se vivió en la década del noventa, con impuestos y medidas represivas por parte del gobierno y de una cohorte de inspectores, las ganancias de estos trabajadores por cuenta propia se fueron reduciendo hasta decretar su casi total desaparición, al hacerse cada vez menor el margen de ganancia de estos pequeños negocios particulares.

En aquella etapa se demostró la capacidad productiva de los cubanos y rápidamente florecieron pequeños restaurantes, talleres mecánicos, pizzerías y hasta payasos «cuentapropistas».  Pero la apertura fue fugaz y el Gobierno  muy pronto recentralizó la economía. ¿Podemos  asegurar que esta vez no volverá a suceder lo mismo?  Veamos que dicen algunas personas al respecto:

«Hoy la situación es muy distinta. Va a ser muy difícil revertir el proceso», dice el economista cubano y disidente Oscar Espinosa Chepe.

«Esto abre la posibilidad de crear pequeñas y medianas empresas en terrenos como la gastronomía y la construcción. Eso le daría una agilidad tremenda a la economía cubana”, comentó.

La letra pequeña todavía no está muy clara, pero el anuncio fue bien recibido.

Muchos cubanos aplaudieron el anuncio de Castro, que fue emitido varias veces por la televisión estatal.

«La gente se va a poner contenta, porque es una oportunidad quizás única de tener un pequeño negocio», dijo Víctor Fonseca, un profesor de física que paseaba por La Habana.

Lázaro García, un empleado público, dijo que llevaba tiempo esperando un anuncio como este.

«Las nuevas licencias serán, digamos, un paso hacia una pequeña privatización esperada por muchos cubanos», dijo.

¿Señores se puede creer en gobernantes que hacen compromisos ante organizaciones internacionales de las cuales son miembros plenos y no los cumplen? Pero además ni siquiera instrumentan leyes en su propia constitución -la cual violan  impunemente- , que garanticen los derechos de los cubanos a la propiedad privada de los medio de producción.  Los cubanos no pueden, ni tan siquiera  vender libremente  sus casas.

Para concluir podemos decir que son medidas muy timidas, sin darle poder al pueblo y que solo pretende ganar tiempo. Sabemos que los cubanos son suficientemente capaces de elevar la economía del País y sacarla del estancamiento tan absurdo en que se encuentra. Para lograr ese propósito solo hace falta un ambiente de libertad, derechos y democracia. El gobierno cubano sabe lo que tiene que hacer para sacar al País adelante, pero ese no es su interés en estos momentos.  Con la excarcelación y deportación de presos de conciencias a España lograron su propósito, de desviar la atención internacional sobre la violación de los derechos humanos de los cubanos, disminuyendo la presión interna y externa.

Para ellos su única prioridad es mantener el poder, por eso trataran de darle un poco de oxigeno a la economía y que esta mejore algo, pero, sin que esto implique perder las riendas del rebaño. Mientras por otro lado Fidel Castro reaparece en escena, su sombra una vez más oscurece el panorama de Cuba. Su presencia es señal de la intransigencia social y política, como en el 2002, anunciando el carácter vitalicio del socialismo cubano o simplemente Castrismo. Las palabras de Raúl se encargaron de cerrar toda posibilidades de una transición pacífica: “no habrá impunidad» para los «contrarrevolucionarios», a los que califico como siempre de «enemigos de la Patria». Evidentemente se siguen creyendo los elegidos, ellos son la Patria y los únicos defensores de la Independencia Nacional.  En esta ocasión la oposición ha perdido la iniciativa y tendrá que recomponer sus fuerzas. Innegablemente  la salida forzosa de presos de conciencia, Líderes indiscutibles  del movimiento opositor pacifico y de Damas de Blanco al exterior, han  ocasionado  una merma muy valiosa a los grupos de contestatarios cubanos. Por el momento el régimen logro aflojar las tensiones impuestas por las marchas de las Damas de Blanco y la huelga de Fariñas. Veremos hasta cuando le durara esta tregua a los Castros.

Pedro Pablo Alvarez Ramos                                             02 de Agosto de 2010

Ex preso de conciencia causa de los 75