En: Opinión
5 May 2011Se ha desvanecido en la nada la cantaleta del exgobernante cubano Fidel Castro del supuesto mejor futuro para la población mundial. Sus vaivenes retóricos – sin contenidos ni sentido como no sea el del poder absoluto –, solo han llevado a Cuba al desastre total en todo, entiéndase económico, cultural, educacional, social y político, colocando sus criterios y ambiciones personales por encima de la sociedad civil y las instituciones del Estado.
¿Perestroika o Socialismo?
Ex preso de conciencia causa de los 75
Periodista Independiente
Mayo 4 de 2011
Después de más de cinco décadas de promesas de la existencia de un futuro mejor gracias a la construcción del socialismo, Fidel Castro llegó a decirle a un periodista estadounidense que el sistema cubano no era bueno ni para Cuba. Raúl Castro, el actual dueño absoluto del poder en la isla, ha tenido que reconocer que se está al borde del abismo.
Se ha desvanecido en la nada la cantaleta del exgobernante cubano Fidel Castro del supuesto mejor futuro para la población mundial. Sus vaivenes retóricos – sin contenidos ni sentido como no sea el del poder absoluto –, solo han llevado a Cuba al desastre total en todo, entiéndase económico, cultural, educacional, social y político, colocando sus criterios y ambiciones personales por encima de la sociedad civil y las instituciones del Estado.
La dirección de un país por parte de un partido único, en este caso el Partido Comunista, solo ha servido para establecer una férrea dictadura totalitaria militar, que ya ahoga por más de 50 años al sufrido pueblo cubano.
Con la reciente culminación del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba la historia se repite una vez más. Igual aconteció luego del XX Congreso del Partido Comunista de la extinta Unión Soviética, donde se emprendió una campaña de acusaciones y descréditos contra Josef Stalin y sus años de poder absoluto. Pero en el país europeo nada cambió. Todo se mantuvo igual. En la desaparecida URSS jamás se pudo alcanzar la construcción de la sociedad socialista. En Cuba eso es una vana ilusión.
Raúl Castro, en sus palabras de presentación al VI Congreso del Partido, leído con rostro contrariado, irritado, molesto y con ademanes enérgicos, criticó los errores, las incongruencias y los incumplimientos cometidos por la militancia partidista. Poco le faltó para acusar a Fidel Castro, su hermano mayor y hasta agosto del 2006 en que por enfermedad le traspasó la presidencia de los Consejos de Estado y de Ministros, de los descalabros ocurridos en la isla y por la isla. ¿Burla o ironía del nuevo gobernante cubano? ¡Vaya usted a saber!
La propaganda socialista con rostro humanista, donde todos somos iguales, con un estado de derecho y de respeto por los derechos humanos y sociales, con una supuesta política dirigida al bienestar, y a satisfacer las necesidades siempre crecientes de la población en una sociedad perfecta, en la que nunca hay crisis económica y donde no existe la explotación del hombre por el hombre es una pantomima de la realidad.
La imposición del sistema socialista como teoría social y económica ha demostrado ser un rotundo fracaso en los países donde ha existido y el caso cubano no es una excepción. Hambre, miseria, atraso tecnológico, desarraigo familiar, lágrimas y sobre todo sangre, mucha sangre derramada entre hermanos y cientos, miles de muertos les ha costado a la sociedad. Recordemos los secretos conocidos tras la caída del Muro de Berlín y el desmoronamiento de la Europa del Este hace más de veinte años.
En Cuba comienza una etapa de rectificaciones y ratificaciones del sistema socialista. Lo mismo que viene sucediendo desde 1965 en que se fundara el Partido Comunista de Cuba. Peticiones de más sacrificio, trabajo y producción para un futuro mejor. Ese prometido futuro al que no dará solución congreso comunista alguno. Futuro que se hará realidad cuando los cubanos seamos los dueños de nuestro propio destino sin socialismo ni partido comunista gobernante.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".