En: Opinión
28 Oct 2010La decisión de que la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea conduzca las conversaciones con el gobierno de Cuba fue el resultado fundamental de la reunión de su Consejo de Ministros de Exteriores, efectuada el 25 de octubre. Sra. Catherine Ashton confiere un mayor nivel y representa a todos los 27 países miembros; más allá de las motivaciones del gobierno de España, en particular del ex canciller Moratinos.
¿Novedades en la política de la Unión Europea hacia Cuba?
La decisión de que la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea conduzca las conversaciones con el gobierno de Cuba fue el resultado fundamental de la reunión de su Consejo de Ministros de Exteriores, efectuada el 25 de octubre. Sra. Catherine Ashton confiere un mayor nivel y representa a todos los 27 países miembros; más allá de las motivaciones del gobierno de España, en particular del ex canciller Moratinos.
La Posición Común de 1996 se mantiene y la Sra. Ashton tiene el mandato de procurar contactos de alto nivel con las autoridades cubanas “a fin de explorar posibles formas de avanzar en la relación bilateral”, e informará los resultados en la reunión del Consejo en diciembre próximo. Comoquiera que no había consenso para eliminar dicho documento como quería imponer España, se alcanzó esa solución provisional a instancias fundamentalmente de Suecia, Alemania, República Checa y Hungría. Se evidenció el reconocimiento de que el gobierno cubano ha dado pasos positivos con la excarcelación y el viaje a Madrid de 39 prisioneros de conciencia de los 75 y algunos otros reos políticos, pero los presos que desean permanecer en Cuba siguen en las cárceles, continúa la represión de baja intensidad y la liberalización económica anunciada apenas comienza.
El interés de sostener un diálogo de alto nivel denota la voluntad de estimular el acercamiento entre la UE y Cuba, y coadyuvar a que el gobierno avance en la salida de la difícil situación existente en el país para beneficio de todo el pueblo. En realidad, la Posición Común de 1996 no es un documento condenatorio ni de sanciones, e incluso en 2003 las autoridades cubanas no objetaron su existencia para entablar negociaciones para el ingreso en el Acuerdo de Cotonou y aceptar la apertura de la representación permanente de la UE en La Habana. Como se conoce, debido a la gran represión de marzo de ese año se produjo la digna condena por parte de la Unión. El Artículo 4 de la Posición contempla “explorar mayores posibilidades para la futura negociación de un acuerdo de cooperación con Cuba”.
Ahora se abren las puertas para el diálogo a través de una figura neutral y con alta investidura como la Sra. Ashton. Sería muy provechoso para Cuba, España y la Unión Europea que la nueva ministra española, Sra. Trinidad Jiménez, aprovechara para distanciarse del comprometimiento apasionado del Sr. Moratinos, que daba la negativa impresión de estar representando los intereses del gobierno cubano más que la política de Estado de su país, lo cual en realidad fomentaba el efecto contrario a sus propósitos de imponer el marco de relaciones. Nuestro respeto hacia la canciller, conocedora de la realidad cubana, y el amor a España nos imponen expresar la necesidad de que converse directamente con nuestra sociedad civil, pacífica y deseosa de la participación y la reconciliación de todos los cubanos: gobernantes y gobernados. Hemos expresado reiteradamente el agradecimiento al acompañamiento español a las gestiones de la Iglesia Católica Cubana, y el traslado y la acogida a los prisioneros con sus familias.
Indudablemente, las conversaciones con las autoridades cubanas usualmente son lentas y requieren mucha paciencia, porque sus presiones y dilaciones responden a un método de trabajo que les ha dado muy buenos resultados en 51 años de experiencia con posiciones duras para imponer su voluntad, y diplomáticos hábiles entrenados en esa escuela, que repetirán hasta el cansancio, pero no tendrán ningún poder de decisión. Indudablemente los diálogos tienen que ser al más alto nivel para alcanzar resultados sólidos. Como conocen los especialistas, además habrá que elaborar un proyecto de documento para negociar el marco de las relaciones, si la parte cubana correspondiera al “proceso de reflexión en el que se me ha pedido que, dentro del marco de la Posición Común, tantee a Cuba sobre como seguir adelante”, según expresara la Sra. Ashton a la prensa.
Cuba atraviesa un período de inmensas dificultades y se necesita destrabar el bloqueo que el gobierno tiene impuesto a sus ciudadanos, quienes enfrentan una vida aún más incierta debido al despido masivo. La cooperación económica, el comercio y las inversiones extranjeras son muy necesarios, por lo que la normalización y fomento de las relaciones con la Unión Europea podrían resultar muy positivos, en un marco de respeto mutuo, pero sobre todo de respeto a los derechos del pueblo cubano.
La Habana, 28 de octubre de 2010
Miriam Leiva
Periodista Independiente
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".