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10 Ago 2010Cuatro excarcelados cubanos pedirán este martes amparo al Defensor del Pueblo para que el Gobierno español les reconozca como asilados políticos y no les presione para que acepten trasladarse desde la capital a otros puntos del territorio nacional.
Cuatro excarcelados cubanos pedirán amparo al Defensor del Pueblo
MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) –
Cuatro excarcelados cubanos pedirán este martes amparo al Defensor del Pueblo para que el Gobierno español les reconozca como asilados políticos y no les presione para que acepten trasladarse desde la capital a otros puntos del territorio nacional.
Los periodistas Julio César Gálvez, Ricardo González, Normando Hernández y Mijail Bárzaga presentarán un escrito en esta institución en el que pedirán al Defensor que «inste» al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación a que les «reconozca el estatuto de asilo político», ha explicado a Europa Press su abogado, Fernando Vizcaíno.
Bárzaga tiene el miércoles una cita en el médico, pero en caso de que no se pudiera acercar a la sede del Defensor, firmaría otro día el documento, han precisado algunos de sus compañeros, que han dejado claro que él suscribe totalmente el texto.
Ricardo González y Normando Hernández tienen una entrevista en la Oficina de Asilo y Refugio sobre la solicitud que han presentado para que se les conceda el estatuto de refugiados políticos, que es como se consideran. Después de la entrevista, se acercarán al Defensor del Pueblo.
Aunque la concesión del asilo la decide una comisión tripartita formada por representantes de Exteriores, Interior y Justicia, el escrito se refiere al departamento que dirige Miguel Angel Moratinos por ser él quien ha traído a España a una veintena de ex presos políticos, explica Vizcaíno.
Los disidentes liberados pedirán también al Defensor del Pueblo –cuya titular en funciones es desde el 1 de julio María Luisa Cava de Llano al concluir el mandato de diez años de Enrique Múgica– que pida a las autoridades españolas que «no presionen a los excarcelados» para que acepten ser trasladados desde Madrid a centros de acogida en otros puntos de la geografía española.
Según Vizcaíno, representantes de Exteriores les han dicho que debían acceder a abandonar el hotel de Vallecas en el que permanecen alojados provisionalmente desde su llegada a Madrid para que puedan llegar más compañeros que va a liberar el régimen castrista.
Estos cuatro excarcelados solicitarán al Defensor que pregunte al Ejecutivo español si ha llegado a «algún pacto» con el Gobierno castrista «que le impida reconocerles el estatuto de asilados políticos».
El Gobierno español ha recomendado a los excarcelados que en lugar del asilo político se acojan a la protección subsidiaria con el argumento de que esta opción no les cierra la puerta, como el asilo, a regresar algún día a la isla, previa autorización de las autoridades de la isla.
Según fuentes de Exteriores, la protección subsidiaria «regulariza plenamente su situación en España» al otorgarles permiso de trabajo y de residencia. Este régimen jurídico es el que se les está aplicando «de facto» a los 19 excarcelados liberados en julio por el régimen cubano que permanecen en España y que les ha permitido recibir desde el primer día las ayudas que perciben para su alojamiento y manutención.
Vizcaíno ha advertido de que si España les deniega la condición de asilo político, de aquí a seis meses acudirán «al ámbito judicial» para exigir esta condición.
Antes de llegar a ese punto van a intentar otras vías, como recurrir al amparo del Defensor del Pueblo o al Alto Comisionado de Ayuda al Refugiado (ACNUR), que depende de la ONU.
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José Luis García Paneque abraza en Alicante a su compatriota Ricardo Silva. Pilar Cortés
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Las playas de Alicante y sus suaves temperaturas van a ser, de momento, la mejor terapia para que Ricardo Silva deje atrás los últimos siete años de su vida en Cuba. Este joven médico de 37 años es uno de los veinte disidentes acogido por España a finales del pasado mes de julio, junto con sus familiares, tras ser liberados por el Gobierno de la isla.
Silva es el primero de los presos políticos que recala en Alicante y el segundo en la Comunitat Valenciana tras la llegada de José García Paneque, que reside en Cullera en un piso de CEAR. Apenas llegó a Alicante el pasado martes y desde el piso de Cruz Roja en el que ya está viviendo, en pleno barrio de La Florida, comienza a vislumbrar su futuro. «Hoy por hoy, mi hijo es mi total prioridad.» Y es que Silva ha permanecido los últimos siete años en una cárcel en Santiago de Cuba. Su hijo ahora tiene siete años y medio. «Apenas era un bebé cuando me separé de él, así que por ahora está un poco tímido conmigo.» Una distancia que se va acortando, de momento, con juguetes. «Fíjate que me he gastado el poco dinero que llevaba conmigo en comprarle regalos.» La playa, pasear, tomar un helado… Los planes que tiene para compartir con el niño y con su mujer en Alicante son infinitos. A medio y largo plazo, «quizás trate de estudiar la especialidad de médico internista, que era mi mayor ilusión hasta que la cárcel truncó mis planes. Espero no estar muy viejito para volver a estudiar».
Nada más conocer la noticia de que su compañero Silva había llegado, García Paneque movió cielo y tierra para tratar de localizarlo y buscar quien lo pudiera llevar a Alicante. En un emocionante reencuentro, los dos disidentes tuvieron ocasión de recordar su salida de la isla y ponerse al día de su situación administrativa. Y es que los 20 disidentes acogidos por España están en situación de Protección Internacional Asistida. «En pocos días recibiremos nuestro DNI para poder buscar trabajo, y en dos años nos han dicho que tendremos acceso a la ciudadanía», señala Paneque. El estatus en el que se encuentran estos ex presos les permite viajar a la isla, «algo que como refugiados no podríamos haber hecho. Aunque tampoco tenemos mucha confianza en que nos permitan la entrada», añade el disidente que reside en Cullera.
Proyecto Varela
Ricardo Silva forma parte del grupo de 75 personas que fueron encarceladas en el año 2003 por recoger firmas para desarrollar en Cuba el Proyecto Varela, «con el que queríamos impulsar simplemente una serie de reformas ciudadanas. No se trataba de derrocar al Gobierno». El encarcelamiento vino precedido de muchos meses «de hostigamiento y acoso» que le obligaron a dejar su trabajo como médico de Atención Primaria en un consultorio del municipio de Palma Soriano, en la provincia de Santiago de Cuba. Un registro en su casa, una citación para presentarse en la comisaría y finalmente un «juicio sumarísimo que se despachó en quince días» y que le llevó a prisión. Así de rápido empezó la nueva vida de Silva en la cárcel.
«Los primeros cuatro meses fueron de aislamiento total. No podía comunicarme con mis familiares y ellos apenas tenían noticias sobre mí. Aunque lo peor fue separarme de mi hijo.» Durante los más de siete años que permanecieron en prisión, todos los disidentes encarcelados por la causa Varela tuvieron que convivir con presos comunes. «No quiero hacer distinciones ni discriminar, pero esta gente se prestaba a reprimirte y molestarte continuamente. Incluso llegué a pedir en varias ocasiones el aislamiento, pero no me lo concedieron.»
La situación terminó por desembocar en un rosario de secuelas físicas y psíquicas. «He tenido gastritis, infecciones por parásitos, insomnio, depresión…» Secuelas que, una vez recuperada la libertad, y gracias a su condición de médico, «me iré observando y tratando. Estoy seguro de que Alicante, con su clima y su playa, me va a ayudar mucho en mi recuperación».
Respecto al trato del Gobierno español, de las ONG y de la gente en general, Silva no tiene más que palabras de agradecimiento. «Todo el mundo se ha volcado con nosotros, aunque haya habido alguna polémica porque en cierta forma creo que España se ha visto un poco desbordada por la situación.» Con todo, para este joven médico su situación actual es de «exilio forzado. Aunque es más llevadero, jamás podré decir que estoy como en casa». Un hogar, Cuba, al que de momento no tiene intención de regresar pese a que, «en teoría», su situación de Protección Internacional Asistida se lo permitiría. «Por ahora, el único motivo que me mueve a volver es cumplir la promesa que le hice a mi abuela de que me despediría de ella antes de que muriera.»
En este punto, Silva es muy crítico con la actuación del Gobierno de la isla. «Nos prometieron que primero seríamos excarcelados y después extraditados y no lo cumplieron. De la cárcel nos metieron en un avión sin posibilidad de despedirnos de nuestros familiares y amigos que allí se quedaban. Fue un momento traumático.»
Ricardo ha llegado a Alicante acompañado de su mujer, su hijo, su hermano y la familia de éste. «En Cuba se han quedado mis padres y mi abuela, que prefirieron no viajar.» La situación de su padre, médico como él, le preocupa especialmente, «porque todavía está ejerciendo y temo que tomen represalias». Silva está convencido de que «no hubiera merecido la pena que Fariñas perdiera la vida en la huelga de hambre para conseguir nuestra libertad».
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Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".
2 Comentarios para Noticias sobre ex presos, desterrados en España
Jose Vilasuso Rivero
agosto 11th, 2010 at 2:59 pm
Me pregunto: quién manda en España. Si unos refugiados politicos no pueden expresarse libremente y exponer su condición de tales, es señal de injerencia extranjera en las cosas internas. Al único que puede interesarle el anonimato de los expresos es a Castro. De ahí que mantenga la censura sobre las actividades de sus excarcelados. El señor Moratinos debe informar al respecto y a la mayor brevedad.
Jose Vilasuso Rivero
agosto 11th, 2010 at 3:45 pm
En otro espacio he dejado plasmada mi convicción sobre la tarea del exilado. Decir al mundo lo que en la patria se le censuró. Si el país que lo acoge le impide dar este testimonio o al menos se lo limita, está incumpliendo sus deberes. Ha faltado a la verdad. Tal parecec ser la conducta del gobierno socialista español siempre más afin a Fidel Castro que a los demócratas y disidentes isleños.