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18 Ago 2010En entrevista a Europa Press, los tres ex presos de la llamada Primavera Negra de 2003 coincidieron en aseverar que la situación en la isla “sigue siendo la misma” y que la mejor prueba de que “Castro no quiere hacer cambios” es que aún se mantiene la “represión” contra los cubanos que abogan por el cese de las “violaciones” a los Derechos Humanos.
Los cubanos llegados a España creen que Castro no cambia su país
MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) –
Marcelo Cano Rodríguez, Efrén Fernández Fernández y Regis Iglesias Ramírez, los tres cubanos llegados a España, insistieron en que el Gobierno de Raúl Castro no ha promovido ningún cambio “real” en la isla, pese a la liberación de un grupo de opositores, la cual, según ellos, responde más a una “necesidad” de “limpiar” su imagen en el exterior que a un deseo por emprender un proceso democrático.
En entrevista a Europa Press, los tres ex presos de la llamada Primavera Negra de 2003 coincidieron en aseverar que la situación en la isla “sigue siendo la misma” y que la mejor prueba de que “Castro no quiere hacer cambios” es que aún se mantiene la “represión” contra los cubanos que abogan por el cese de las “violaciones” a los Derechos Humanos.
“Si Castro tiene realmente intenciones de crear un ambiente armonioso en Cuba, entonces debería escuchar a todos los cubanos que piden elecciones libres, que piden libertades económicas en el marco de una democracia”, afirmó Regis Iglesias Ramírez, del Movimiento Cristiano de Liberación del conocido activista Osvaldo Payá.
Iglesias opinó que la excarcelación de los hasta ahora 26 disidentes que han salido de Cuba “es un paso positivo” pero condenó que “la única opción” para estos disidentes haya sido “el exilio a cambio de su libertad y eso demuestra que los Castro no quieren mejorar las cosas en Cuba”.
El médico Marcelo Cano Rodríguez, por su parte, rechazó que la excarcelación de los disidentes sea considerada “un gesto de buena voluntad” por parte del régimen castrista, pues aseguró que “lo que busca Castro con todo esto es dar un respiro a la economía” de la isla, que atraviesa uno de sus peores momentos.
El opositor miembro de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) ha sido enfático al calificar esta “estrategia” del Gobierno de Castro como “una mentira” con la que intenta “engañar a Europa y al mundo” y, a su juicio, “la mejor muestra de esto que es que todavía se niega a reconocer a la oposición” y a emprender “cambios reales” en esa nación.
Esta misma visión la comparte Efrén Fernández Fernández, quien aseveró que el régimen castrista ha utilizado la excarcelación de los prisioneros de conciencia para “aparentar un cambio de cara a la comunidad internacional, de cara a Europa, dada la presión que ha tenido en los últimos meses por la situación de los disidentes” en la isla.
OLA REPRESIVA
Fernández, también activista del Movimiento Cristiano de Liberación, alertó de que en los “últimos días” se ha “incrementado la ola represiva” contra la oposición “a lo largo y ancho de la isla”, siendo el mejor ejemplo los “ataques” de los que ha sido víctima Reina Luisa Tamayo, madre del preso político Orlando Zapata Tamayo, fallecido el pasado mes de febrero tras más de 80 días en huelga de hambre para reclamar mejoras en las condiciones de vida de los presos.
“No podemos pensar otra cosa que con esto Castro lo que busca es tratar de abrir una brecha que pueda oxigenar al régimen que ya está moribundo y que necesita un respiro en medio de tanto engaño a la comunidad internacional”, expresó Fernández.
Los disidentes en la isla, advirtió, “siguen siendo víctimas de la ola represiva del régimen que se niega a reconocer a la oposición y hace caso omiso a las peticiones de miles y miles de cubanos que quieren cambios” en Cuba.
Así, recordó que en el año 2002 fue presentada ante el Congreso cubano una propuesta de referéndum, en el marco del Proyecto Varela, que fue respaldada con un total de 25.000 firmas de cubanos que exhortaron al Gobierno de Castro a emprender reformas democráticas. “Pero el régimen hizo caso omiso como lo sigue haciendo ahora”, lamentó.
VIDA EN ESPAÑA
Dos de los tres opositores, Iglesias y Fernández, comentaron que tienen deseos de quedarse en España, mientras que Cano aclaró que todavía no ha tomado una decisión sobre este asunto, pero que no duda que su sitio de residencia definitiva sea en territorio español.
Todos ellos llegaron este martes a las 12.46 horas al aeropuerto de Barajas procedentes de La Habana junto con varios de sus familiares. Iglesias se “exilió” junto a sus dos hijas, Nelis y Celis, el novio de una de ellas; la madre de sus hijas, Celia Rojas; su hermana Tamara y su esposo.
Cano, por su parte, abandonó Cuba con un hijo y una tía. Se espera que mañana salgan de La Habana hacia Madrid su esposa, dos de sus hijos y un hermano, según ha comentado el propio disidente. Con ellos sumarían un total de 19 los familiares que llegarán a España junto a estos opositores.
Con Fernández viajaron su esposa, sus tres hijos, una nuera, un sobrino y una cuñada. El opositor comentó que a Giselle Reyes, esposa de su hijo Yuniel y embarazada de tres meses, “las autoridades cubanas no le querían dejar salir” de la isla alegando “que había sido militar” y funcionaria del Ministerio del Interior. “No fue sino hasta una hora antes de salir el avión que le dieron el permiso”, sostuvo.
“Hemos decidido quedarnos en España, pero seguiré con mi lucha, seguiré trabajando por la libertad en Cuba y por la democracia que anhelan todos los cubanos”, expresó Fernández.
Iglesias, por su parte, confesó que en un comienzo había rechazado la propuesta que le transmitió “hace casi dos meses” el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, de viajar a España. “Pero una semana después acepté porque mis hijas me lo pidieron y por eso vine, para estar con mis hijas”, comentó.
Así, afirmó que “su prioridad” es “recuperar” los años que estuvo lejos de su familia que le imposibilitaron ejercer su papel de padre, pero señala que además le tocará “desempeñar un nuevo rol como eco de la voz de los cubanos que en Cuba están luchando por un referéndum y por un verdadero diálogo democrático”.
Cano, no obstante, señaló que todavía no tiene claro si se quedará en España aunque reconoce que aquí “no hay problemas para el idioma y eso es un factor muy importante” para ejercer su profesión de médico y la de sus esposa que es economista y a la que además le diagnosticaron en Cuba un cáncer.
“Estamos analizando, por ahora es muy prematuro decir algo, pero sí estoy seguro que mantendré mi lucha por la democracia en Cuba y mientras mi patria no sea libre, no podremos ser felices vivamos donde vivamos”, manifestó.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".