La Habana.- Después de 50 años de paternalismo estatal sin pagar impuestos, los cubanos comienzan a chocar en 2011 con los afilados colmillos del fisco, inicio de un sistema tributario previsto por Raúl Castro que gravará hasta la vagancia.
Los despedidos de Cuba
Por: Alejandro Vázquez Cárdenas. Marzo 3 de 2011
Fuera de algunos trasnochados izquierdistas, en la actualidad no hay persona que en su sano juicio pretenda hacernos creer que Cuba es ejemplo de algo. Cuba solo es ejemplo de como conservar una dictadura por mas de medio siglo. Nada hay que justifique la dictadura cubana, ni las penurias y miserias que padece el pueblo por eso que, con plena conciencia de que es mentira, los esbirros y alabarderos de Castro llaman «criminal bloqueo económico», mismo que no existe, ni jamás existió; es un embargo comercial por parte de un solo país, los Estados Unidos de America, embargo comercial que, por otro lado, ha probado sobradamente su ineficiencia, Cuba puede comerciar libremente con la Unión Europea, Canadá, Japón etc. No le venden mas por que Cuba no puede pagar, su economía está en ruinas, no por el «embargo» sino por entercarse en mantener un sistema político y económico de probada ineficacia.
Su cacareada cobertura medica universal es menos que mediocre y de cobertura limitada, solo algunos hospitales funcionan bien, pero son aquellos que solo reciben pagos en dólares. Su educación, que esa si es universal, es una fabrica de inempleables pues la isla se acostumbró a vivir como parásito de la URSS hasta su derrumbe y actualmente sobrevive por las remesas de los emigrados y por funcionar como el burdel del primer mundo.
En estas semanas pasadas, pero principalmente a partir de este marzo se inicia en Cuba el proceso de despedir a miles de trabajadores, según declaró un alto funcionario sindical, al ganar fuerza una de las reformas centrales del presidente Raúl Castro para impulsar la economía doméstica.
Poco mas de medio millón de trabajadores de su obesa burocracia han sido y serán despedidos en estos días. En México, con una población 10 veces mayor, esa cifra correspondería a generar 5 millones de desempleados.
El citado funcionario dijo que el sindicato de trabajadores se encargará de supervisar los despidos de 500 mil burócratas en los ministerios del Azúcar, Agricultura, Construcción, Salud Pública y Turismo, todos quebrados al igual que las finanzas cubanas, Buen punto; quinientos mil burócratas en busca de un empleo productivo para no seguir deteriorando a la arruinada tiranía comunista, lo que demuestra, una vez más, que el capitalismo de Estado es un absoluto fracaso y que el marxismo-leninismo debe quedar donde siempre debió de estar, en el basurero de la historia, como una de las más destructivas doctrinas del siglo XX, junto con su compañero ideológico, el nacionalsocialismo de Adolfo Hitler.
La oligarquía cubana tardó medio siglo en darse cuenta de que lo que genera riqueza es la iniciativa privada, pero aún así todavía intentan rescatar al menos a unos 200 mil burócratas que podrían ser absorbidos por cooperativas operadas por el Estado, cuando ha quedado claro, en casi todo el mundo, que el gobierno, dictatorial o no, es un pésimo empresario.
La dictadura, eso sí, trata de garantizar a los cubanos beneficios sociales como la salud y la educación gratuitas, pero ganando salarios promedios equivalentes a unos 20 dólares al mes, es decir, 66 centavos de dólar diarios, en la inteligencia de que quien no entienda el concepto de «prosperidad comunista» tendrá que enfrentar a los omnipresentes Comités de Defensa de la Revolución, y por lo tanto la posibilidad de terminar en una celda, o en algún hospital para enfermos mentales, o el paredón, pues Cuba, junto con China, practica con entusiasmo la pena de muerte.
Raúl, el hermano del «coma andante» acaba de descubrir que “si no hay productividad, no va a haber jamás incremento de los salarios…” También se refuerzan esquemas impositivos, algo a lo que los cubanos están desacostumbrados desde el triunfo de la revolución en 1959 cuando los impuestos fueron eliminados.
Un poco tarde y muy costoso el aprendizaje que pagaron millones de cubanos sepultados en la miseria o lanzados al exilio, en donde producen muchas veces más que toda la economía cubana junta.
A los mexicanos nos corresponde aprender de la experiencia castrista. ¿Para qué queremos un Estado obeso del que dependen más de cinco millones de burócratas con grandes prestaciones en un mundo en el que una computadora puede hacer el trabajo de muchas personas? ¿Qué mexicano no ha padecido los horrores de la paquidermica y lenta burocracia frente a una ventanilla del IMSS, ISSSTE, Hacienda, de Tesorería del Estado, o de cualquier oficina gubernamental, estatal o federal?, Es lo mismo en todas.
Interesante apuesta, conservar intacto el andamiaje político-ideológico de la dictadura cubana, mientras intentan iniciar un verdadero capitalismo, ese es el plan de supervivencia de la nomenklatura cubana.
Cubanos en desacuerdo con el sistema tributario impuesto
El Universal. Marzo 3 de 2011
La Habana.- Después de 50 años de paternalismo estatal sin pagar impuestos, los cubanos comienzan a chocar en 2011 con los afilados colmillos del fisco, inicio de un sistema tributario previsto por Raúl Castro que gravará hasta la vagancia.
Aunque la ley tributaria está en vigor desde 1994, algunos de sus gravámenes están «congelados» -como el que concierne al salario- en espera de una mejora de la economía, y en la práctica solo afectó hasta 2010 a poco más de 140.000 trabajadores privados en una población de 11,2 millones, manifestó AFP.
El Gobierno «tiene previsto aplicar gradualmente», entre otros, impuestos sobre la vivienda, salarios y servicios públicos, «como gas y alcantarillado», adelantó la ministra de Finanzas, Lina Pedraza, en diciembre pasado.
Las reformas que impulsa Raúl Castro abren un nuevo escenario, los trabajadores no estatales llegarán a 1,8 millones en cinco años, y se autorizan cooperativas urbanas, así como pequeñas y medianas empresas privadas, todo lo cual debe ser gravado.
Tres propietarios de nuevos restaurantes (paladares) que echaron a andar sus negocios a fines de año, dijeron a la AFP que el tema de los impuestos «lo estudiarían más adelante», mostrando desaprensión sobre el tema.
Pero Daysi Fernández, quien alquila habitaciones en su casa desde hace algunos años, fue más precavida: «tengo que ver como es la cosa, si no da la cuenta, entrego la licencia», dijo.
Según la ley, los nuevos trabajadores privados tendrán un riguroso sistema tributario, que incluye impuestos sobre la renta de 25% a 50%, ventas o servicios (10%), contratación de fuerza de trabajo (25%) y una contribución obligatoria al seguro social (25%).
Las proyecciones del Gobierno prevén un sistema tributario progresivo, con fuerte carga en los empleadores de mano obra para evitar el enriquecimiento, que estimule la eficiencia y los ingresos del Estado, para sostener las pesadas cargas de educación y salud gratuitas
«Yo iba a contratar a mi hijo como empleado en el taller, pero me es mas negocio que el saque su propia licencia, pagamos menos», dijo Roberto, un mecánico de automóviles privado, de 48 años, del barrio Lawton en La Habana.
Para el economista Rafael Betancourt «es lamentable que el actual sistema tributario no establezca ‘período de gracia’ ni exenciones para la recuperación del capital invertido», en una sociedad hasta ahora igualitaria, que no cuenta con dinero acumulado para invertir.
En un artículo publicado en la revista Temas, Betancourt señaló que una alta carga tributaria, la seguridad social y el pago por uso de la mano de obra «dificultará la capitalización indispensable para el crecimiento de los nuevos negocios».
A pesar de que ya son muchos más los que pagan impuestos, el cubano medio no se asume como contribuyente.
El Gobierno es consciente de que hay que «fomentar la cultura tributaria y la responsabilidad social» de su cumplimiento y por ello la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) comenzó en febrero una campaña bajo el slogan «Nuestro aporte importa».
Pero Betancourt señala que «también se deben explicitar los derechos y no solo los deberes de los contribuyentes, incluyendo conocer e influir en que se utilizan los tributos que aportan».
La película tributaria, que no tiene nada de comedia, y si de drama para todos y tragedia para algunos, sólo comienza en Cuba.
Según la ministra Pedraza, urge actualizar la legislación tributaria, y por ejemplo en el sector agrícola «se aplicará un impuesto sobre propiedad o posesión de tierras» y uno adicional a las «tierras ociosas».
Ni los vagos se salvan de los impuestos, «tenemos que (…) estudiar para hacer propuestas de qué tipo de gravamen especial, no lo tenemos identificados, pudiéramos aplicar a aquellas personas que estando aptas para trabajar no lo hacen y disfrutan de todos los beneficios sociales», añadió la ministra.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".