Ex Presidente, Jimmy Carter visitara la Habana y los EEUU ve con buenos ojos la excarcelación de presos de conciencia

El anuncio fue hecho por la oficina de Carter y desató especulaciones acerca de si la visita del ex presidente, conocido por su labor en favor de los derechos humanos alrededor del mundo, tenía como motivo negociar la liberación de Alan Gross, un contratista estadounidense condenado a 15 años de cárcel en la isla.

Carter y su esposa Rosalynn llegarán a La Habana el lunes y se quedarán hasta el miércoles, confirmó la portavoz de la pareja, Deanna Congileo.

«Se reunirán con Raúl Castro, así como con otros oficiales del gobierno cubano y ciudadanos para informarse acerca de las reformas económicas y el próximo congreso del Partido Comunista, y discutir maneras de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba», reza un comunicado enviado a los medios.

«Este viaje es la continuación de su visita a Cuba en Mayo del 2002. Es una misión privada y no gubernamental, auspiciada por el Centro Carter», agregó el documento.

WASHINGTON — Estados Unidos celebró el viernes las dos excarcelaciones recientes que completaron la liberación de 75 sentenciados en 2003, pero llamó al gobierno cubano a liberar al resto de los presos políticos sin que deban abandonar la isla.

El vocero del Departamento de Estado Mark Toner calificó en un comunicado de prensa a las excarcelaciones como un «paso en la dirección correcta» pero señaló que el respeto en Cuba a los derechos humanos sigue siendo deficiente por las limitaciones a las libertades fundamentales, incluyendo la libertad de expresión, de prensa y de reunión.

Toner señaló que los liberados en el extranjero deberían regresar a Cuba cuando lo deseen y exhortó a La Habana a permitir que el relator especial de las Naciones Unidas y la Cruz Roja visiten sus cárceles para actualizar la cantidad de presos políticos.

Félix Navarro Rodríguez y José Daniel Ferrer García salieron de prisión esta semana como parte del acuerdo alcanzado en julio entre el mandatario Raúl Castro, el entonces canciller español Miguel Angel Moratinos y el cardenal Jaime Ortega de liberar a 52 disidentes del llamado «grupo de los 75», presos bajo cargos de recibir dinero y orientaciones para realizar acciones antigubernamentales en 2003.

Unos veinte presos ya habían sido liberados por motivos de salud antes del acuerdo con la iglesia.