En su encuentro con lo periodistas que le acompañan en el vuelo hacia México, Benedicto XVI abordó frontalmente el problema de la falta de libertad en Cuba, el de la violencia de los “narcos” en México y el de las desigualdades económicas en ambos países.
“La iglesia está siempre de la parte de la libertad”, senaló el Papa, recordando que las libertades fundamentales empiezan por la libertad de conciencia y la libertad de religión. En una crítica indirecta al régimen cubano, Benedicto XVI afirmó que las palabras de Juan Pablo II durante su visita a la isla hace 14 años –“que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”- “son todavía actualísimas”, pues queda “un largo camino por recorrer”.
El Papa afirmó que “la ideología marxista no responde a la realidad y no se puede construir sobre ella una sociedad”, un modo bastante directo de decir que el comunismo cubano no funciona. Por eso “hay que encontrar nuevos modelos con paciencia y de modo constructivo”. Según el Santo Padre, “en este proceso que exige paciencia y decisión podemos ayudar con un espíritu de diálogo para evitar traumas y crear una sociedad fraterna y justa”.
Respecto a la violencia de los «narcos» en México, que se ha cobrado casi 50.000 vidas en los últimos cinco años, el Papa confirmó que se trata de “un grave problema y una gran responsabilidad para la Iglesia católica, que debe hacer todo lo posible contra ese mal, destructor de la humanidad y de la juventud”.
Su primera tarea, según Benedicto XVI, es “desenmascarar el mal, desenmascarar la esclavitud del dinero, de las falsas promesas, de la mentira y del engaño que están detrás de la droga”.
La moral política
En una referencia al problema humano de los consumidores, el Papa invitó a no querer construir “paraísos artificiales que son una mentira”. “Hay que desenmascarar el mal y hacer notar la bondad de Dios”.
Refiriéndose a la tremenda desigualdad económica en ambos
«Hay una esquizofrenia entre la moralidad individual y la moralidad política»
países, el Santo Padre afirmó que “la Iglesia tiene que preguntarse si hace lo suficiente por la justicia social”, siempre dentro de su papel que es de formación de la conciencia.
A la vista de la incoherencia de algunas personas en puestos de autoridad, el Papa salió al paso de “la esquizofrenia entre la moralidad individual y la moralidad política”, recordando que los políticos católicos deben resolverla aplicando la Doctrina Social de la Iglesia en colaboración con otras personas pues se trata de “una moral política que se puede compartir con los no creyentes,una moralidad de la razón”.
El Papa agradeció el trabajo de los periodistas y terminó su encuentro mencionando el mensaje cristiano del amor, que nos recuerdan la Virgen de Guadalupe en México y la Virgen de la Caridad del Cobre en Cuba.