En: Opinión
14 Abr 2011Hoy el mensajero, ya no es Fidel y el mensaje no es tampoco para el pueblo cubano, al que el llamó a convertirse en su servidor. Hoy el mensaje es para el Presidente Barack Obama y el mensajero es el ex-Presidente, Jimmy Carter. De Presidente a mensajero, bueno, eso habla de la humildad de un buen hombre y en ese tema, Jesús, es el campeón. Un dios rey, capaz de lavar los pies a los súbditos y los discípulos. No hay en ello ningún reproche, para el Señor Carter. Carter llamó al sátrapa en desuso, mi amigo Fidel, aunque fue Fidel Castro, quien arruinó su carrera política e impidió su reelección, en el año ochenta, cuando le llenó de gentes la Florida, con el éxodo del Mariel y le sembró, miles de locos, delincuentes y espías, sacados directamente de los hospitales psiquiátricos, de las cárceles de máxima seguridad y de las escuelas, de la KGB cubana.
El mensajero del diablo
Por: Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente de Cuba
Abril de 2011
Fue allá en el año 1959, cuando Fidel Castro, sus asesores y sus acólitos, recrearon aquella escena bíblica, del instante en que el Espíritu Santo, toma la forma de una paloma y se posa, sobre el hombro del Mesías. La escena verdadera, deslumbra al pueblo de Dios, que la observa, desde la orilla del río Jordán, en presencia de Juan el bautista. En la burda parodia del 59, el pueblo cubano, observa, desde el parque de Alfredo Zayas, al pie de la calle Refugio, en el N’ 1, frente el Palacio Presidencial, en la Ciudad de la Habana. En la bíblica, Juan, venía bautizando con agua, pero en la farsa, el falso Mesías, llegó bautizando con fuego y metralla, gloriándose a si mismo y suplantando a Dios, asesinando al Espíritu Santo y fusilando por miles a los cubanos. Aquel fue todo un montaje teatral, utilizando una paloma en celo y untando las secreciones de la hembra en el hombro del sátrapa, del futuro cercano, que ya lo tenía en sus planes y le corría por sus venas de dictador. Con su revolución tan verde como las palmas, ya rojas y manchadas por la sangre derramada, de los mártires. Aprovechó la devoción del pueblo cubano, mayoritariamente católico, para consumar el engaño. Luego, persiguió a los católicos, torturó en «Villa Marista» a los propios seguidores de la Virgen Maria y hasta fusiló a la mismísima Iglesia vaticana, amarrándola a un palo frente al paredón, estafando impunemente, al propio Papa, Juan Pablo II, en el año 1998.
Hoy el mensajero, ya no es Fidel y el mensaje no es tampoco para el pueblo cubano, al que el llamó a convertirse en su servidor. Hoy el mensaje es para el Presidente Barack Obama y el mensajero es el ex-Presidente, Jimmy Carter. De Presidente a mensajero, bueno, eso habla de la humildad de un buen hombre y en ese tema, Jesús, es el campeón. Un dios rey, capaz de lavar los pies a los súbditos y los discípulos. No hay en ello ningún reproche, para el Señor Carter. Carter llamó al sátrapa en desuso, mi amigo Fidel, aunque fue Fidel Castro, quien arruinó su carrera política e impidió su reelección, en el año ochenta, cuando le llenó de gentes la Florida, con el éxodo del Mariel y le sembró, miles de locos, delincuentes y espías, sacados directamente de los hospitales psiquiátricos, de las cárceles de máxima seguridad y de las escuelas, de la KGB cubana. Pero dice el mandato de Dios, «amarás a tu prójimo, como a ti mismo». Y subió Dios la parada un poco más, «debes amar, incluso, a tus propios enemigos, porque a los amigos, cualquiera los amaría y yo los amo a todos por igual, buenos y malos». Y Dios nos la puso en China y más dura que una roca, aun. «Amaos los unos a los otros, como yo mismo, soy capaz de amaros». En verdad quiéralo o no, pero siguiendo las enseñanzas del Señor, no tengo un solo reproche en mi corazón, para Jimmy Carter. Ese Señor bien merece el premio Novel de la Paz, pero que trabajo me ha costado aceptarlo.
En fin, que Jimmy Carter, es todo un Santo, pero añejo y desfasado, que no siente complejos por trasladar un mensaje, del mismísimo diablo. En su informe sobre la visita a Cuba, omite tendenciosamente, temas medulares planteados por los presos políticos y Las Damas de Blanco y se circunscribe a señalar, algunas cuestiones triviales, planteadas en su reunión con los opositores. Cuestión esta, que lo parcializa claramente, en favor de la dictadura. Pero ¿Cuál será el recado, que llevó el ex-Presidente, enviado por Raúl Castro? Porque durante cincuenta y tantos años, enviaron siempre el mismo aviso y no pienso que vayan a cambiar ahora. ¿Cuantos Presidentes diferentes, pasaron ya, por la administración de los Estados Unidos? No quisiera creer, que fueran a reiterar, la propuesta de chantaje del que hablé anteriormente, para el canje del sub.-contratista, por los cinco espías, presos en los Estados Unidos o por alguno de ellos en particular. Ya por escribir sobre este asunto, me apresaron el domingo 27 de febrero, me golpearon, me internaron hasta el día 2 de marzo en un calabozo policial y me interrogaron, profusamente, los Oficiales de la Seguridad del Estado. Pero insisto aun, si ese no ese el mensaje ¿Cuál será entonces? Pedir el levantamiento del embargo económico, es un tema bastante manoseado, varias veces lavado y exquisitamente planchado. Pero no lo sería, si el gobierno cubano, fuera capaz de dar un paso fundamental sobre este tema y si la soberbia y la bobera socialista, no les segara y les nublara el sentido. Entonces si podría tener sentido, plantearlo en un mensaje, al Presidente norteamericano. ¿Serán capaces de hacer eso, los gobernantes cubanos?
Lo primero que deberían hacer nuestros incongruentes gobernantes, para tratar de llegar a algún arreglo, con el gigante del norte, sería: Reconocer debidamente al gobierno de los Estados Unidos de América, con toda la connotación y la conmoción que traería aparejada esta decisión. Lo otro, sería: Cambiar diametralmente el discurso ofensivo, contra ese país, que muy por el contrario de lo que se dice y pregona, siempre ha sido un amigo especial para Cuba y muy probablemente, el mejor amigo de los cubanos. Si no ocurre así, el gobierno norteamericano, casi con toda certeza, continuará ignorando al gobierno cubano. Por lo menos, mientras no cambie sustancialmente de posición, y nosotros seremos, los únicos perdedores, por ese agravio. Estados Unidos, desde hace muchos años, es y lo seguirá siendo, por no se sabe cuanto tiempo más, la primera y la mayor potencia mundial. Al que lo dude, se le caerá antes, cada pelo de su cabeza y hasta los pelos de su barba. Estados Unidos, tiene un gigantesco territorio, casi virgen y prácticamente despoblado, con recursos diversos y en cantidad inimaginable, para que le interese codiciar un pequeño país, paupérrimo por demás, en la más profunda ruina y con la más triste pobreza. Que vive casi, en la más añeja prehistoria, de la humanidad. Deberíamos darle gracias a Dios y al cielo, si los norteamericanos quisieran venir para ayudarnos a desarrollar esta tierra y que así tengamos, una portentosa y prospera nación.
Ese reconocimiento tácito, llevaría a tal cúmulo de transformaciones, que ni siquiera los gobernantes cubanos pueden imaginarse, y para lo que muy probablemente, no están preparados. En primer lugar esa acción, traería aparejado el reconocimiento, a la inconstitucionalidad y la arbitraría aplicación del procedimiento, por medio del cual, les fueron confiscadas (léase robadas), todas las propiedades poseídas, por los ciudadanos norteamericanos. Propiedades estas, que eran completamente legítimas y legales, a la luz del derecho internacional y de la propia ley cubana, vigente en ese mismo momento, al triunfo mismo de la revolución y por el mismo gobierno revolucionario de esa época, que era casi el mismo, que es, el gobierno de hoy. Esta acción, fue la que originó, el establecimiento del embargo norteamericano y como represalia por la arbitrariedad impuesta, irresponsablemente, por los gobernantes cubanos.
Las empresas propiedades de los ciudadanos cubanos, de las que se apropiaron, también indebidamente, los gobernantes. En su mayoría, están inscriptas en registros de los Estados Unidos y pasarían igualmente, como propiedades norteamericanas. Como el gobierno cubano no las puede pagar, porque no tiene con que y nadie aceptará esos ficticios bonos que hoy se estilan o esa deuda que ellos llaman impagable, deberá devolverlas. Y como las utilizó hasta su desmantelamiento o las destruyó por completo ¿Qué ocurrirá? Al final, tendrán que entregar las antiguas propiedades y los negocios o los lugares donde se encontraban, a sus legítimos dueños o sus herederos, para que las reconstruyan, si es que eso fuera posible o instalen allí algún negocio. Pero eso no sería malo, sin lugar a dudas sería muy bueno, porque vendrían por miles los inversionistas y Cuba prosperaría por días, al igual que la China y Viet Nam. Deberán reconocer los gobernantes, el derecho de los cubanos a la propiedad privada, como ya lo hicieron los chinos y los vietnamitas y tendrían que regresar completamente, a la economía de mercado. Pero Cuba no es China y ni siquiera es el pequeño Viet Nam, el control político no podrá ser mantenido durante mucho tiempo, por la dictadura y saldríamos por fin de ustedes. Raúl dio marcha atrás, hasta el año 1968, cuando comenzó, la llamada «Ofensiva Revolucionaria», tendrá que seguir con el retroceso conectado, rectificando errores o sea liquidando el fracasado socialismo, como bien escribió el peruano Eudoxio Ravines, porque no es más, que, «La Gran estafa» y regresar como no, a los albores de 1959, antes de que llegara, la noche.
Si el mensaje llevado por Jimmy Carter, no está referido a un tema interesante, no creo que tenga gran repercusión el viaje, ni la invitación hecha por Raúl al ex-Presidente. Porque las empresas norteamericanas, no pueden faenar en aguas aledañas, ni en tierras cubanas, mientras exista la ley del embargo y el Presidente no puede modificarlo, tratándose de una ley. Las leyes norteamericanas, solo pueden ser enmendadas, por el propio Congreso de la nación, detalle que al parecer, desconocen en Cuba, los propios gobernantes cubanos. Aquí, el mandamás es todopoderoso y ellos piensan que en los Estados Unidos es algo parecido. En fin, tendremos que esperar algunos días para enterarnos del chisme o del chiste. Tal vez Raúl, pidió a Barack Obama, que envíe una delegación observadora al sexto «Congreso del Partido Comunista», que es propiedad de los «Hermanos Castro y Cia» y que comenzará el próximo 16 de abril de 2011. Al menos podría venir una delegación del Partido Demócrata, del que supongo que Barack Obama, sea el Presidente, claro, si no fuera aceptada la invitación, por los miembros del Partido Republicano, para enviar una delegación conjunta. Resultaría interesante observar elefantes y burros, en un congreso de los comunistas cubanos. Sin embargo, los gobernantes, harán un ostentoso desfile militar, algo que puede ser tipificado, como hostil hacia los Estados Unidos. Salvo que sea este, uno de los mensajes enviados, para que no sea visto de esa manera, aunque aquí sabemos que los desfiles militares, son para intimidar al pueblo cubano y advertirle que se les puede pasar, los tanques de guerra por encima, al igual que el resto de la chatarra de la segunda guerra mundial, que poseen, las obsoletas Fuerzas Armadas Represivas (FAR) de la tiranía castrista y que eso puede ocurrir en cualquier momento, así que no se les vaya a ocurrir lo que a los árabes, que aquí si que no.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".