El Estado cubano no se interesa por la clase obrera del País

En: Laborales

14 Ene 2011

El Estado cubano enfrenta una de sus peores crisis, de las que parece no podrá recuperarse para lograr los cambios y la prosperidad deseadas. Sus esfuerzos solo van encaminados a sus campañas políticas que ni visten ni alimentan al pueblo, que no tiene vías que aseguren su futuro.




CONSEJO UNITARIO DE TRABAJADORES CUBANOS (CUTC).


Somos un sindicato independiente y punible.  Realizamos nuestro trabajo en condiciones extremadamente difíciles. Nuestro  objetivo es preparar a la clase obrera cubana en el conocimiento de sus derechos y la forma de exigirlos a las administraciones, a la vez que formar a nuestra membresía en los valores de un  sindicalismo libre, donde cada cual tenga derecho a afiliarse al sindicato de su preferencia, sin ataduras ni oficialismo.

El Estado cubano no se interesa por la clase obrera del País


Adversidades del cuentapropismo


Por Aimée Cabrera

Enero 14 de 2011


Mientras el pueblo se debate en qué parará la actual situación que nada bueno augura; los funcionarios del Estado continúan poniendo en práctica los más absurdos métodos, con vistas a perjudicar a los trabajadores por cuenta propia.

Si bien muchos de estos  trabajadores  alaban la prontitud con que  realizaron todas sus gestiones para comenzar su labor privada, de manera legal, ahora son muchos los que se quejan de la falta de materiales para poder hacer su trabajo, pagar impuestos y tributos, y quedarse con una ganancia.

Los que más hablan en estos días son los vendedores de pizzas y los reposteros que venden variados dulces confeccionados con harina de trigo. “No hay un lugar donde se pueda ir a comprar harina (de trigo) en peso(s), ahora no la hay ni en la shopping, no me puedo parar porque sino como pago y ¿con qué me quedo?”-sentencia un dulcero que apenas le queda con qué trabajar.

Lo  inexplicable  es que los cuentapropistas  no tienen almacenes donde puedan mostrar su identificación y adquirir la materia prima para elaborar  lo que venden, o las piezas y otros enseres  para hacer distintos  arreglos, y desarrollar sus oficios.

“Si lo compro por la izquierda, me ponen una multa o me suspenden de la actividad”-argumenta una manicura cansada de ir hasta a las tiendas de otros municipios distantes a su vivienda, para no encontrar los principales  productos necesarios para su actividad, de gran demanda en el barrio donde reside.

Ella se refiere entre otros al removedor de esmaltes que llama “Acetona”, el cual se vende en los mercados minoristas en pesos cubanos pero allí no le dan vale de compra, entonces no es legal para el inspector que exige la constancia que sí se entrega en la tienda recaudadora de divisas, pero esta variante es más cara.

Michel es chofer de un viejo carro americano, heredado de su padre. El quiso ponerse “a botear” que es como se le dice en Cuba a alquilar los  autos particulares, en carreras en las que participan varios pasajeros  con diferentes destinos.

“la cuenta no me da. La gasolina está carísima, cada vez que tengo que hacerle un arreglo al carro  se me va lo que gané. Eso lo pueden hacer los que tienen una buena suma para empezar, qué va, o me da la cuenta”-exclama el joven frustrado.

“Esto siempre es lo mismo, mucha exigencia  sin dar nada”- expresa con visible descontento otro hombre, sentado cerca del banco del parque donde Michel trata de conseguir clientes para hacer su viaje desde la Habana Vieja hasta el municipio de Playa.

Este anciano dice ser maestro de cocina. Trabajó como jefe en distintos comedores obreros y restaurantes de distintas categorías, antes y después del 1959. Cuando el Período Especial se embulló con otros familiares para abrir un restaurante en su domicilio y “todo comenzó muy bien pero tuvimos que cerrar, eran muchas exigencias para acá, para allá, nada”.

El Estado cubano enfrenta una de sus peores crisis, de las que parece no podrá recuperarse para lograr los cambios y la prosperidad deseadas. Sus esfuerzos solo van encaminados a sus campañas políticas que ni visten ni alimentan al pueblo, que no tiene vías que aseguren su futuro.

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Se encarece el aseo.

Por Aimée Cabrera. Enero 14 de 2011

Una Nota Informativa publicada en el diario Granma el 31 de diciembre pasado   divulgaba  que “Con el objetivo de  reducir  los subsidios  del Presupuesto de Estado  a los productos de Higiene y Aseo  Personal  incluidos en la Canasta Familiar Normada, se ha decidido liberar su venta a partir del mes de enero del año 2011.

Dichos productos se comercializarían en las bodegas y mercados industriales de todo el país, por lo que los necesitados comenzaron a buscar estos productos en los primeros días del nuevo año sin encontrarlos.

Las distribuciones comenzaron después de la primera semana de enero en centros comerciales muy distantes unos de otros, hasta que aparecieron la pasta dental a ocho pesos, el jabón de baño a cinco, y el detergente líquido a 25 pesos, se sabe que el jabón de lavar será ofertado a cinco pesos; aunque existirán varios gramajes de ambos jabones con sus respectivos precios.

Madelaine se pregunta qué va a ser de ella y su familia cuando estos productos se pierdan. Ella vive con sus tres hijos  y su esposo, “tengo que ayudar a los padres de mi marido y a los míos. Nosotros  siempre les compramos lo que necesitan en el mes, pero ponte a sumar el gasto”-  dice mientras guarda en una bolsa de nailon 5 jabones, y una crema dental.

El importe de su compra fue 33 pesos, mientras antes, por esos mismos  artículos pagaba menos de dos. “Bueno, es verdad que está caro pero si siempre lo hay, te sale más barato que ir a la shopping”- sentencia la joven  maestra.

Esta misma compra en la tienda recaudadora de divisas costaría el doble o el triple, pues el jabón de menor precio cuesta unos cincuenta centavos (alrededor de diez pesos) y la pasta para la higiene bucal de menor cuantía tiene un precio de 1 CUC diez centavos (más de 24 pesos al cambio), por lo que hubiera tenido que tener más de setenta pesos cambiados para lograr su objetivo.

Berta con  81 años y su chequera de 200 pesos (menos de 10 CUC) siente que su situación no es afortunada. La anciana jubilada ya no recibe ayuda del exterior, como en tiempos anteriores en que vivían sus hermanos;  y comenta  que “estos precios nuevos  no tienen en cuenta a quienes ganamos poco, no se que va a pasar con todos nosotros” – expresa inquieta, refiriéndose a tantos jubilados y   pensionados, así como a los que reciben por la Asistencia Social ayuda menor que la de ella.

Hasta el 2010, el jabón de lavar  y el de baño eran distribuidos en meses alternos, junto a la pasta dental, si bien existían  atrasos por diversas causas que demoraban mucho más su existencia en la Canasta Básica. El detergente líquido  era ofertado en periodos que oscilaban entre los tres y los cuatro meses, sin contar injustificados atrasos frecuentes

Los bodegueros y dependientes de los mercados, tienen la orden de no vender grandes cantidades de estos productos a un solo cliente para evitar el acaparamiento. La medida muestra una vez más que el Estado no puede brindar al pueblo  lo que más  necesita éste. Con el paso del tiempo, lo escépticos – que son mayoría – se regodearán en afirmar que no hay ya, estas mercancías.

La situación económico-social en las afueras de la capital es caótica y los que acostumbran a revender mercaderías de todo tipo en otras provincias arremeterán con todo lo que tenga que ver con el aseo y la higiene. Ellos están acostumbrados a sobornar a los comerciantes  y a las autoridades que realizan los registros de los paquetes en ómnibus y trenes.

Esta contrapartida en la que están incluidos los inspectores, recibe míseros salarios y un mínimo de estimulaciones que nada representan para su vida personal y familiar, motivo por el cual será muy difícil para el gobierno,  controlar  la especulación existente, surgida  e incrementada por las escaseces y desorganizaciones propias de este obsoleto sistema.

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Comienzan los desempleos masivos

Jorge Omar Lorenzo Pimienta

Por:  Jorge O. Lorenzo Pimienta. Enero 13 de 2011

Consejo Nacional por los Derechos Civiles.

San Antonio de los Baños.

Comenzó el proceso de despidos de obreros de los centros laborales en Cuba. Cientos de ellos ya han recibido el documento oficial que los acredita y los identifica como desempleados, todo esto basado en las disposiciones gubernamentales anunciadas desde mediado del año 2010 por el propio presidente del Consejo de Estado Raúl Castro e instrumentada en ley oficial.

Según lo enunciado más de un millón de trabajadores quedarán sin empleo en el transcurso del año 2011, los cuáles se suman a más de un millón que ya estaban desempleados, en una población que no llega apenas a los 11 millones y medio de habitante. Con ello, nuestro país se ubicará entre los que tienen mayor índice de desempleo de América, en un sistema que dice estar creado para el bienestar de obreros y campesinos.

Como nota curiosa debo reseñar que en nuestro municipio San Antonio de los Baños prácticamente al primero que se le dio la orden de desempleado fue al activista de Derechos Humanos José Antonio Lahera Almora, quien se desempeñaba como sereno en una farmacia. Lahera Almora es padre de dos niñas pequeñas, su esposa ya era desempleada, lo que condena a esta humilde familia al desamparo total.

Es la 3ra ocasión en que este pacífico activista de Derechos Humanos es expulsado de su trabajo, las dos ocasiones anteriores fueron por órdenes precisas de la Seguridad del Estado, y en esta ocasión donde ha estado también la mano de este departamento han utilizado como justificación la ley antes mencionada.

El departamento 21 de la policía política, constituido para el enfrentamiento a estos pacíficos activistas, es el que da la orden basado en su poder de emplear o desemplear a los activistas de Derechos Humanos en Cuba, por lo que nos atrevemos a asegurar que los pocos que habían quedado empleados antes de esta ley quedaran en su totalidad sin vínculo laboral.

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La producción agrícola y los campesinos

Alberto A. Moreno Fonseca


Por Alberto A. Moreno Fonseca

Enero 13 de 2011

Presidente del Partido Obrero Campesino.

Corrían los años 80 en Cuba y el país se engalanaba de abundancia en todas las esferas de la sociedad. El sector campesino reía, gozaba al mostrar las altas cifras en sus planes de producción de viandas, vegetales, frutas y otros ¿Quién no recuerda el plan viandero de Veguitas en la provincia Granma?

Veguitas suministraba productos del agro a toda la provincia Granma, productos de alta calidad y por tanto de gran aceptación por e pueblo. Este nivel de producción se vio reflejado en las industrias locales de la región. Las conservas ocuparon un lugar importante en el comercio, en fin, los campesinos trabajaban y alcanzaban altos resultados productivos sin imaginarse que la cruda realidad de la escasez y el desempleo se les avecinaba.

Llegó la década de los 90 y, al derrumbarse el arcaico campo socialista, Cuba se declara en bancarrota, a lo que se llamó “periodo especial”. De pronto ya no había empresas capaces de sostener un proceso productivo constante ni cultivos que recibieran el tratamiento necesario para obtener una buena cosecha. Aquel muy famoso y buen plan viandero (Veguitas) desapareció de la faz de la tierra.

No veíamos viandas, frutas, vegetales, hasta las industrias productoras de conservas cerraron (algunas fueron desbaratadas, canibaleadas) Fue entonces que aparecieron las justificaciones, todas resumidas en tres palabras: el bloqueo yanqui.

El bloqueo yanqui cargó con la culpa de este desastre que no era más que el fruto de una economía totalmente dependiente: la dependencia mayor estaba dada con la URSS, que sostenía a la isla con productos, materias primas, maquinarias, etc.

Los campesinos disgregados de forma individual han tenido que trabajar pequeñas parcelas para su sostén donde las condiciones de trabajo se tornaron difíciles.
Entre el años 2000 y 2005 fueron desalojados de estas parcelas cientos de campesinos a los que les dieron 72 horas para que recogieran el tomate o el arroz y se retiraran del lugar o de lo contrario pasarían a los tribunales.

Estas tierras de las que habían sido desalojados fueron tomadas por los campesinos luego del discurso que efectuara el Presidente Fidel Castro Ruz donde anunciaba que la cosa se iba a poner mala y que era necesario que sembraran cualquier pedazo de tierra. Así también lo hicieron lo pobladores de la ciudad que hicieron sus siembras hasta en los jardines; otros campesinos sembraron hasta las guardarrayas.

Un año después de haber sido desplazados de aquellas parcelas, el Partido Obrero Campesino hizo un recorrido por esas zonas y todas estaban llenas de marabú, sin embargo el Estado asfixiado por la crisis que tiene y percatándose de que no ha cumplido el compromiso de la Ley de Reforma Agraria, a 50 años de la Revolución , ha querido hacer otra estafa con la entrega de tierras bajo un contrato usufructuario y esclavista a los campesinos que han sido engañados tantas veces y que ya no creen en las palabras de Fidel y menos en las de Raúl.

Los campesinos tienen miedo de otra crisis de ataque al proceso agrícola y piden independencia agrícola y un líder campesino independiente al Partido Comunista que defienda sus ideas y sus derechos.

Los campesinos continúan trabajando en condiciones difíciles y las producciones o cosechas no resuelven las necesidades cada vez crecientes de la población. El Estado en su afán de salir de la difícil situación alimentaria en la que está envuelto, desesperado ha tratado de buscar una solución convirtiendo las cooperativas en propios centros de autoabastecimiento, o sea, si la cooperativa es productora de arroz, viandas o es centro avícola o productoras de leche, de la cosecha recogida deben entregar la mayor parte al Estado y autoabastecerse ellos mismos, por lo que no recibirán estos productos controlados por la libreta de abastecimiento.

Ni Lugo Fonte, ni el Ministro de la Agricultura defienden los derechos de los campesinos.

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Acerca de este Blog

Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".

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