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15 Mar 2011De no ser puesto en libertad por La Habana, la condena podría agravar todavía más las relaciones entre Cuba y EE.UU., que ha hecho de la liberación de Gross una prioridad y advertido claramente al Gobierno de Raúl Castro que será imposible avanzar en el diálogo bilateral sin que se resuelva antes su situación.
EEUU dice condena a Gross es otra «injusticia» de Cuba y exige su liberación
EFE, Diario las Americas, marzo 14 de 2011
El Gobierno de EE.UU. afirmó hoy que la condena de 15 años de prisión impuesta por un tribunal cubano al contratista estadounidense Alan Gross supone «otra injusticia» por parte de La Habana, y exigió su inmediata puesta en libertad.
«La sentencia de hoy suma otra injusticia a la terrible experiencia por la que pasa Alan Gross», señaló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, en un comunicado.
El contratista «ya ha pasado demasiados días detenido y no debería pasar ni un día más» en prisión, recalcó.
«Instamos a la liberación inmediata del señor Gross para que pueda regresar a su casa junto con su esposa y su familia», insistió el portavoz inmediatamente después de que se conociera la condena impuesta al estadounidense por presuntos «actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado».
El portavoz del Departamento de Estado para América Latina, Charles Luoma-Overstreet, se expresó con palabras similares, rechazando tajantemente la sentencia.
«Deploramos esta sentencia», señaló a Efe.
«Alan Gross es un trabajador entregado del sector del desarrollo internacional que ha dedicado su vida a ayudar a personas en más de 50 países. Estuvo en Cuba para ayudar a los cubanos a conectarse con el resto del mundo», agregó.
El contratista, detenido en La Habana el 3 de diciembre de 2009 por distribuir tecnología a una comunidad judía, trabajaba para la empresa Development Alternatives (DAI), una subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) que se dedica a labores de desarrollo en otros países.
El portavoz recordó que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha dicho en varias ocasiones que Gross ha permanecido encarcelado injustamente durante demasiado tiempo y que el Gobierno está preocupado por su situación y salud.
«Nos preocupa profundamente su bienestar y el de su familia», explicó el portavoz del Departamento de Estado, quien reiteró su llamamiento a La Habana para que libere «inmediata e incondicionalmente» a Gross, para que pueda volver a EE.UU. y «poner fin a este largo martirio que comenzó hace más de un año».
De no ser puesto en libertad por La Habana, la condena podría agravar todavía más las relaciones entre Cuba y EE.UU., que ha hecho de la liberación de Gross una prioridad y advertido claramente al Gobierno de Raúl Castro que será imposible avanzar en el diálogo bilateral sin que se resuelva antes su situación.
La presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, la republicana de Florida Ileana Ros-Lehtinen, calificó la sentencia como un «acto descarado de un régimen desesperado» que emplea todos los medios para librar «su guerra propagandística contra todos aquellos en Cuba que exigen libertad y contra todos los países responsables que defienden a los cubanos oprimidos».
«EE.UU. y todas las naciones responsables tienen que exigir no solamente la liberación del señor Gross, sino de todos aquellos que se encuentran injustamente encarcelados en los calabozos de Castro. Tenemos que aumentar la presión sobre el régimen hasta que se respeten los derechos básicos, las libertades y la dignidad de los cubanos», afirmó en un comunicado.
Gross podrá interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo de Cuba contra esta sentencia, que rebaja en cinco la pena de 20 años de cárcel solicitada inicialmente por la Fiscalía cubana.
El Tribunal Provincial de La Habana indica en su fallo que las pruebas presentadas durante el juicio a Gross demuestran su participación directa «en un proyecto subversivo del Gobierno de EE.UU.», contra Cuba.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".