Un grupo de 15 disidentes cubanos, formado por presos políticos expulsados de la isla, emigrados y representantes de las Damas de Blanco pidieron hoy en Uruguay «compañía» y «consejos» para llevar a la democracia al país caribeño.

Esta visita, que forma parte de una gira del grupo por cuatro países latinoamericanos, que ya pasó por Perú y Chile y que culminará en Argentina, busca también conocer los pasos que se dieron en esas sociedades para «salir de una dictadura y recuperar la democracia», según dijo a Efe Elena Larrinaga, presidenta de la Federación de Asociaciones Cubanas, organización con sede en Madrid.

»Queremos aprender de los cambios que tuvieron aquí, donde se vivió una terrible dictadura, y también pedirles que acompañen al pueblo cubano en un camino que inevitablemente llevará a un estado democrático», dijo Larrinaga.

Apuntó que el grupo de disidentes que viajó a Uruguay, «tan diverso como la sociedad cubana», considera que las enseñanzas de un país como el suramericano serán importantes para Cuba, ya que la isla «pertenece al ámbito de América Latina» y se puede reflejar en un lugar «que resolvió sus problemas para conseguir un espacio para todos».

El grupo, en el que también se encuentra Blanca Reyes, cofundadora de las Damas de Blanco; el periodista Alejandro González Raga y el cineasta Carlos Montaner se reunió en Montevideo con autoridades de los opositores Partido Nacional y Partido Colorado, a quienes presentaron un documento de apoyo a la defensa de los derechos humanos en Cuba para que sea presentado en el Parlamento uruguayo.

Larrinaga informó que aún se está negociando una reunión con representantes del oficialista Frente Amplio, una coalición de izquierdas que en varias ocasiones se negó a discutir en el Parlamento las políticas del Gobierno de La Habana.

Asimismo, Larrinaga apuntó que la gira busca también que los ciudadanos del continente «conozcan y escuchen la realidad» de los cubanos, puesto que «muchos aún desconocen lo que de verdad quieren los cubanos».

Mañana el grupo hará público un documento en el que se pide cooperación a toda Latinoamérica para que Cuba entre en la democracia.

»Lo que queremos no es excluir a nadie sino incluir a la gente. Usar el sentido común y ser positivos y pragmáticos para tener un país que tiene muchas cosas que ofrecer. Mejorar lo malo, mantener lo bueno y generar un debate ideológico porque la unanimidad forzada genera el desastre», culminó Larrinaga. EFE