Dilemas cubanos y De vuelta a la linea dura

Una muerte anunciada no necesariamente implica inmediatez. Sin embargo, saber que el fin está cerca atiza la sensación de urgencia por las cosas que están aún por hacer.

De alguna manera, la pesadilla revolucionaria parece estar cerca del epilogo y el futuro se nos viene encima a velocidad impresionante. A su encuentro debemos ir preparados, porque un pasado obscuro no necesariamente garantiza un futuro radiante.

En el camino, encontraremos escollos y dificultades que se magnificarán en la medida en que no estemos listos para afrontarlas. Afortunadamente, muchos de los obstáculos con los que hemos de tropezar son previsibles; evitarlos depende de la buena voluntad y el énfasis que pongamos en glorificar el interés común como estandarte.

Para lograr lo anterior, es necesario comprender al detalle las circunstancias históricas que rodean a la isla.

En primer lugar, es imprescindible entender que las perspectivas de un cambio político radical e inmediato no son muy halagüeñas, porque no existen condiciones objetivas para que se produzca una trasformación substancial de las estructuras de poder.

Ahora bien, la oposición debe estar muy atenta a los próximos pasos de  Raúl Castro, quien, a regañadientes pero fríamente calculado, se ha visto obligado a dejar ciertos espacios abiertos. Nadie confía en las buenas intenciones del actual Presidente, por tanto nuestra atención debe estar enfocada en el hecho de que Raúl Castro parece avizorar la debacle que se avecina y ha comenzado a preparar la retirada ordenada y segura de sus huestes.

Obligado a hacer ciertas concesiones a la sociedad civil, Raúl Castro sabe que las consecuencias pueden ser nefastas. Es por esta razón que, como parte de su plan de repliegue, ha profundizado el proceso de “raulizacion” de las estructuras económicas del país a sabiendas de que no son los políticos sino quienes controlan los recursos económicos los que realmente determinan el curso de la sociedad en su conjunto. He aquí la primera señal de peligro real que la oposición debe enfrentar de inmediato.

Raúl Castro está convencido de que, aun si fuese desplazado del poder en elecciones libres, quienquiera sea el futuro presidente de la isla lo pensará dos veces antes de desmantelar el entramado económico so pena de causar el caos total y absoluto.

De hecho, exceptuando las dictaduras más cavernarias y retrogradas, la estabilidad de las naciones depende de la solidez del sistema económico. Esto lo sabe Raúl Castro y la oposición no puede ignorarlo.

Raúl Castro sabe que a “rio revuelto, ganancia de pescadores” y, por tanto, no va a perder tiempo en afianzarse en el poder. A estas alturas, está convencido que tarde o temprano tendrá que ceder el poder y ha comenzado a valorar opciones, de las cuales la más importante es asegurarse un retiro placentero. De ahí que sus pasos estén dirigidos invariablemente al control de la economía del país.

Teniendo en cuenta lo anterior, la oposición debe plantearse estrategias que le permitan lidiar efectivamente en un ambiente político enrarecido por el control económico de los raulistas en retirada. Las opciones realmente no son muchas.

En el caso hipotético que la violencia no se imponga y se produzca una transición pacífica y ordenada hacia un sistema multipardista y democrático, la oposición debe tener muy en claro que su rol fundamental será desbrozar el camino hacia un futuro mejor. Para lograrlo nuestra oposición debe mantener los ojos bien abiertos en cuanto a lo siguiente:

1-      No es nuestra tarea el instigar el odio y la venganza. En aras del bienestar de la nación, el sentido común y la armonía deben imponerse. La justicia, lentamente, pero con paso firme, se abrirá paso por sí sola.

2-      Un flamante presidente que no se apellide Castro no es necesariamente la solución milagrosa a todos nuestros males. Cualquier proceso electoral toma tiempo y preparación, más aun en Cuba donde no existe el menor interés ni la experiencia organizativa. A tales efectos, la creación de una comisión que aglutine a las más diversas fuerzas y que promueva la creación paulatina de instituciones sociales y de derecho encargadas de regular y controlar el proceso parece ser la solución más lógica y viable.

3-      La frágil economía de la isla no soportaría un desmantelamiento abrupto de instituciones, estructuras y mecanismos ya establecidos. Es aquí donde el sentido común debe jugar un papel fundamental teniendo en cuenta lo explicado anteriormente sobre Raúl Castro y sus intenciones evidentes de rodearse de poder económico. Eso sí, ordenar el congelamiento inmediato de todas las cuentas empresariales cubanas en el exterior es de importancia vital y debe ser una de las primeras medidas a tomar como primer paso en el proceso de limpieza fiscal.

4-      OJO: No somos caciques, somos indios y como tales nos van a tratar. Caer postrados a los pies del gobierno de los EE.UU y sus multimillonarias empresas puede ser contraproducente. De hecho, la intervención norteamericana de finales del siglo XIX debe ser estudiada más a fondo para no caer en la misma trampa.

5-      Debe ser puesto énfasis inmediato en comenzar a cultivar el respeto a las libertades individuales. Cuba lleva medio siglo atada a dogmas retrógrados y cavernarios que han dañado severamente el pensamiento social. Será indispensable que las instituciones gubernamentales, sociales y de derecho establezcan nuevas normas de conducta y que las hagan efectivas con mano firme.

6-      La policía está completamente desprestigiada y puede ser blanco de ataques y explosiones sociales. El orden, no obstante, debe ser mantenido. Las fuerzas armadas, a pesar de no ser del agrado de muchos, no se han hundido en el lodo como lo ha hecho la policía. Es de vitalísima importancia recabar la cooperación de las fuerzas castrenses. Hacerlo minimizaría, entre otros, el peligro de un golpe de estado.

7-      Las empresas extranjeras en Cuba pueden tratar de huir a la desbandada llevándose todo lo que puedan. Esto se puede evitar congelando temporalmente todas las cuentas en bancos e instituciones financieras. Abrir inmediatamente un proceso de revisión de estas cuentas evitaría el defalco.

8-      Las embajadas extranjeras en la isla pueden ser objeto de ataques o invasión premeditada. Será necesario protegerlas de inmediato, demostrando así responsabilidad y respeto.

Raúl Castro y el Congreso de línea duraRaúl Castro miente, amenaza y chantajea.

Cuando escribí sobre lo inútil de especular sobre los “resultados” del VI Congreso en marcha, proponía esperar por el discurso de clausura a cargo de Raúl Castro para hacernos una idea concreta y objetiva de lo que realmente puede suceder en el futuro inmediato.

No obstante, creo que no vamos a tener que esperar. La intervención inaugural de Raúl ha aclarado todas las dudas. Ni la vida sigue igual ni habrá el cambio que ilusos optimistas esperan!  Sin dudas, los cambios vienen, pero para peor.

La alocución de Raúl Castro no es más de lo mismo, es mucho peor. La arenga es, de cabo a rabo, un ejemplo perfecto del más rancio discurso de línea dura que Raúl haya ideado jamás.  De hecho, sospecho que la mano de Fidel Castro está detrás de todo esto.

En su discurso, Raúl Castro miente, amenaza y chantajea al pueblo de Cuba, los militantes del partido y a la iglesia por igual.

Por supuesto, que mejor que comenzar por enardecer sentimientos nacionalistas y supuestamente patrióticos. No le toma mucho a Raúl para dejar claro que, por encima de todo, el país esta listo para la defensa, que los recursos están garantizados y que solo el socialismo es capaz de cumplir con la tarea. Una amenaza muy velada, a partir de la cual, Raúl Castro no se detiene ante nada.

Mentir y hacer la mentira creíble es una “virtud” que debe ser cultivada con esmero. Raúl es, indiscutiblemente, alumno aventajado.

En su discurso, habla de transparencia, diferencias de opiniones y de cómo el partido se fortalece cada día gracias, precisamente, a los contrastes y la diversidad. Por supuesto, tal argumento carece de veracidad alguna y es Raúl Castro mismo quien se encarga de reafirmarlo.

Con total desfachatez, Raúl declara que todas y cada unas de las opiniones fueron incluidas en los análisis. Sin embargo, un párrafo más abajo trastabilla y da marcha atrás a lo de la transparencia y diversidad de opiniones. Cuarenta y cinco propuestas habían sido descartadas por que van contra la esencia del socialismo! A saber, las susodichas iniciativas se referían a la acumulación de riquezas.

Raúl Castro va aun más lejos. En su arrebato “democrático”, relata que durante la discusión de los lineamientos no hubo unanimidad. Quizá sea cierto, pero de ahí a que se respete la diversidad de pensamiento hay un gran trecho. Baste preguntarle a quienes quieran hayan sido los propulsores de las cuarenta y cinco propuestas desechadas.

Grotescamente, Raúl no vacila en aplaudir las discusiones sobre los lineamientos y califica los resultados como la expresión de la voluntad del pueblo. Obviando el hecho de que los que estamos del lado de acá hemos sido despojados de nuestra condición de cubanos, será que aquellos que apoyaron las iniciativas mencionadas más arriba no son parte del pueblo tampoco?

Por suerte para Raúl, no se encuentra solo en su absurdo mundo de atrocidades sociales y económicas. Según nos cuenta, la libreta de abastecimiento fue centro de las discusiones sobre los lineamientos. Durante el proceso, tras cuatro décadas de racionamiento, se “descubrió” que no hace sentido que los recién nacidos reciban una cuota de café o que a los no fumadores se les asignen cigarros. También, se oyeron todas las propuestas.

Una de estas merece mención especial por su carácter draconiano y bufón. Siempre según Raúl, alguien propuso la eliminación de la infame libreta para aquellos que no estudian o trabajan! Solo por curiosidad, seria interesante saber quien fue o quienes fueron los descerebrados a los que se les ocurrió estupidez tal!

En resumen, no vale la pena tan siquiera analizar las “teorías” económicas que se manejan en este congreso. Hace treinta y seis años, en 1975, Fidel declaró que hay leyes económicas que no se pueden violar a pesar de las “buenas” intenciones de la Revolución. A estas alturas, los asistentes al congreso deben concentrarse en una sola cuestión: como rayos les ha tomado tiempo imaginarse tal cosa!

Por supuesto, Raúl está completamente seguro que ahora si se van a hacer las cosas como deben ser. El problema es que aun no sabe cuanto puede tomar. Otro medio siglo?

Tristemente, en el discurso inaugural no es solo la economía la que sale mal parada.

Durante la alocución, Raúl Castro delira en abundancia en cuanto a los factores que afectan a la sociedad en su conjunto, aunque en ningún momento hace frente a la situación y evade la realidad con increíble cinismo.

Al hablar de los salarios, por ejemplo, Raúl menciona la “pirámide invertida” y las consecuencias terribles que origina. Sin embargo, oculta sagazmente que esos males son consecuencia directa de políticas socio-económicas erradas que lo único que han logrado es que los médicos, arquitectos y maestros añoren manejar un taxi de turismo o atender el bar de la piscina de cualquier hotel para turistas.

La religión sale mal parada también. Raúl no escatima en elogios para la actitud de la Revolución hacia las diferentes religiones, aunque olvida mencionar que ser católico o babalao podía tener consecuencias nefastas para el practicante. Creo que ya lo “olvidó” convenientemente.

Ni la buena voluntad de la iglesia católica se salva de los velados ataques. Raúl dice que es la iglesia la que se lleva los laureles en el proceso de liberación de los presos políticos, a los cuales llama “mercenarios”. Sin embargo la coletilla no puede faltar. La Revolución podría haberlo hecho por si sola, pero prefirió involucrar a la iglesia!

Si le da la impresión de que hay una amenaza velada detrás de todo esto no es pura coincidencia.

Las incongruencias, contradicciones, medias verdades, mentiras solapadas y descaradas, amenazas y ataques abundan en el discurso de Raúl. La lista sería interminable.