Conferencia de prensa del Cardenal Jaime Ortega Alamino

En: Opinión

24 May 2010

El pasado miércoles 19 de mayo, el presidente Raúl Castro recibió
al cardenal Ortega y a monseñor Dionisio García Ibáñez,
arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia de
Obispos Católicos de Cuba. En el encuentro, que se prolongó por
más de cuatro horas, se abordaron muchos de estos temas que
conciernen al país y a los cubanos en la hora presente, así como
el papel que desempeña la Iglesia en este momento.



CONFERENCIA DE PRENSA DEL CARDENAL JAIME ORTEGA ALAMINO

Publicado por: Palabra Nueva

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Tras la intervención directa del cardenal Jaime Ortega, arzobispo
de La Habana, ante el presidente Raúl Castro para que cesaran
los actos de repudio contra las Damas de Blanco, se ha iniciado
un diálogo de estilo totalmente novedoso entre la Iglesia y las
autoridades del país sobre este y otros temas. La Iglesia ha
mantenido también encuentros con las Damas de Blanco y otras
personas de interés.
El pasado miércoles 19 de mayo, el presidente Raúl Castro recibió
al cardenal Ortega y a monseñor Dionisio García Ibáñez,
arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia de
Obispos Católicos de Cuba. En el encuentro, que se prolongó por
más de cuatro horas, se abordaron muchos de estos temas que
conciernen al país y a los cubanos en la hora presente, así como
el papel que desempeña la Iglesia en este momento.
Por todo lo anterior, el arzobispo de La Habana consideró oportuno convocar a una conferencia de prensa, la cual
tuvo lugar en el Arzobispado de La Habana el jueves 20 de mayo. Ofrecemos aquí la transcripción completa de la
conferencia de prensa.
NOTA SOBRE LA VISITA DE MONSEÑOR DOMINIQUE MAMBERTI secretario para las Relaciones con
los Estados de la Santa Sede, leída por el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, al inicio
de la conferencia de prensa celebrada el jueves 20 de mayo, a las 5:00 p.m., ante la prensa nacional
y extranjera, en la sede del Arzobispado de La Habana.
Monseñor Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, llegará a La
Habana el próximo 15 de junio. Monseñor Mamberti ha sido invitado por la Iglesia en Cuba, y por el Gobierno
cubano, para participar en las jornadas que conmemoran los 75 años de las relaciones entre la República de Cuba y
la Santa Sede.
Durante su estancia en La Habana monseñor Mamberti presidirá la eucaristía en la S.M.I. Catedral el jueves 17 de
junio, y estará presente en la recepción al cuerpo diplomático que ofrecerá la Nunciatura Apostólica en La Habana el
viernes 18 de junio.
La visita del secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede coincide además con la X Semana
Social Católica previamente programada para celebrarse en La Habana del 16 al 20 de junio. Por tal motivo, como
fue antes anunciado, monseñor Mamberti ha sido convidado también a la inauguración de este evento eclesial, lo
cual hará dictando en el Aula Magna de la Universidad de San Jerónimo una conferencia magistral con el tema
Estado y Laicidad el miércoles 16 de junio. Las Semanas Sociales son jornadas de estudios que la Iglesia celebra
periódicamente para reflexionar sobre la Doctrina Social de la Iglesia y su actualidad en un contexto determinado. En
esta X Semana Social han sido invitados también expertos residentes en la Isla y en otros países.
La visita de monseñor Dominique Mamberti no está relacionada con las gestiones que en las últimas semanas ha
hecho la Iglesia en Cuba ante las autoridades del país a favor de los presos y las Damas de Blanco.
Palabras del cardenal Ortega después de leer la nota:
(Continúa refiriéndose a la visita del secretario de Para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede): El no
viene a nada de eso. Esto es algo de la Iglesia en Cuba, dijéramos que antiguo, en el tratamiento que la Iglesia ha
practicado, de manera discreta, y que en estos días ha tenido como un aflorar a la superficie y se han dado algunos
pasos que lo hacen más evidente. Esto es algo de la Iglesia en Cuba y su presencia aquí (de monseñor Mamberti)
no es para entablar conversaciones sobre los presos con el Estado, o sobre las Damas de Blanco. No. Su presencia
aquí es para lo que acabo de informar. Sobre lo otro, es la Iglesia en Cuba, la Iglesia de Cuba, la que está tratando
con el Estado. Creo que debe quedar claro, porque ha habido declaraciones de alguna de las Damas de Blanco
diciendo que en la entrevista mía de ayer con el presidente Raúl Castro, a la que me acompañó el presidente de la
Conferencia episcopal de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, preparábamos la visita de monseñor Mamberti y
todo lo que él trataría. Realmente es imaginativo, no real. Les puedo decir, anticipando alguna pregunta de las que
ustedes pueden hacer, que ni tocamos el tema (de la visita de Mamberti) en las más de cuatro horas que estuvimos
hablando, porque no íbamos a hablar de eso.
Sesión de Preguntas:
Esteban Israel, Reuters: ¿Cuál es la posición del gobierno cubano? ¿Tiene el compromiso de liberar los presos?
Cardenal Ortega: No, no estamos hablando de compromisos. Estamos hablando de conversaciones con el gobierno
que tuvieron un magnífico inicio ayer y que deben continuar en los próximos tiempos. En la nota publicada hoy por la
prensa cubana se dice que tratamos asuntos de interés nacional. Evidentemente ustedes tienen que pensar que en
esos asuntos de interés nacional están las Damas de Blanco y los presos, pero, por otra parte, no es una gestión
concluida, en la cual podamos hacer otro anuncio más, sino éste de que estamos tratando el tema. Y añadía ahora al
leer la nota que no tratamos el otro tema, para desligar una cosa de otra, puesto que no se conjugan ambas, sino
que coinciden por una realidad histórica actual y una invitación muy antigua que se había hecho ya a monseñor
Mamberti. Lo de los presos sí se está tratando, pero no puedo adelantar conclusiones acerca de fechas concretas,
actuaciones concretas con respecto a los presos, etc. Que el tema se está tratando seriamente sí, lo puedo decir.
Andrea Rodríguez, AP: Asumo que se habló de las Damas y los presos en el marco del conflicto nacional. Ahora
bien, ¿se hizo alguna propuesta concreta? ¿En qué están consistiendo esas conversaciones serias de las que usted
está hablando?
Cardenal Ortega: La Iglesia está interesada en que se produzca un alivio de la situación de los presos, lo que puede
incluir liberación de algunos. De esto es de lo que se está hablando, evidentemente. Si vamos a hablar de los presos
¿qué es lo que podemos hablar con respecto a ellos? ¿Qué es lo que ha pedido la Iglesia, desde hace tanto tiempo
que nos dirigimos (al gobierno) pidiendo cosas de este tipo? Hay cosas que hemos tenido desde hace tiempo en
relación con los presos en general, como la atención en las prisiones. Después hemos tenido la celebración de las
misas en la cárcel, culto de grupo en la cárcel. Ahora nos estamos refiriendo a un alivio general de la situación de los
presos, y esto con amplitud, incluyendo, como decía yo en una entrevista anterior, no sólo los enfermos, que están
en primer lugar, pero a otros también. Esa es la petición que la Iglesia, por razones humanitarias, hace.
Javier Rodríguez, Prensa Latina: ¿Se trató en la reunión sobre el desarrollo de las relaciones entre la Iglesia y el
Estado en Cuba?
Cardenal Ortega: Sí, hablamos del desarrollo de esas relaciones. Creo que la entrevista tuvo como una doble carga.
La Iglesia, al presentar su preocupación por aquellos actos de repudio a las Damas de Blanco, fue escuchada y le
fue pedida la función de ser intermediaria, de mediación, como lo dije en aquella mañana en la iglesia de Santa Rita.
Realmente era la primera vez que esto ocurría, que hubiera la petición de algo así, con una oferta a ellas y después,
como ustedes conocen, cómo ha sido el desarrollo de los acontecimientos. Ahora bien, en esta entrevista la otra
vertiente importante es la siguiente: la Iglesia puede haber tenido históricamente en Cuba una actitud de
distanciamiento por choques, dificultades históricas, por distintas realidades que se comprenden aquí y todo el
mundo conoce, históricamente, pero en esta ocasión el encuentro tiene el valor, primero, de apoyar esta gestión
mediadora de la Iglesia, pero al mismo tiempo de reconocimiento del papel de la Iglesia, de reconocimiento de la
Iglesia como interlocutora, de superar los viejos agravios que puede haber habido para caminar por estas nuevas
pistas. Creo que esto es importante, su pregunta me interesa mucho. Yo decía en una reciente entrevista a la revista
Palabra Nueva que no puede ser una relación Iglesia-Estado basada en una “alianza estratégica”, que la frase era de
estilo militar o político, y expresaba que la Iglesia puede actuar en la sociedad, incluso desempeñando este papel, y
el papel de atención espiritual del pueblo, y el papel de servicio social y caritativo, a partir de la libertad religiosa que
está garantizada en la Constitución, con total independencia, nunca por ningún tipo de alianza, de ningún género.
Por tanto, creo que al tener un encuentro de este tipo, superamos esas viejas concepciones, esas frases ya hechas,
para entrar realmente en lo que es la naturaleza misma de la Iglesia y su función en la sociedad, de lo cual hablamos
claramente ayer, y fue reconocido con amplitud.
Gerardo Arreola, La Jornada: En la entrevista que usted refiere hablaba que parte del diálogo sobre los presos
incluye la petición a Guillermo Fariñas para que abandone la huelga de hambre. Entiendo que algunos dignatarios de
la Iglesia han tenido contacto con él. ¿Puede confirmarme esos contactos? ¿Ha habido alguna respuesta de su
parte?
Cardenal Ortega: Han ido en dos ocasiones. Ahora ya como parte de esta gestión mediadora de la Iglesia, han ido
dos sacerdotes, monseñor José Félix Pérez (secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba) y
monseñor Ramón Suárez Polcari (canciller de la arquidiócesis de La Habana), han ido a visitar a Fariñas, han estado
con él. Hay que decir que no hemos ido a pedir que deje la huelga de hambre, sino simplemente de manera humana,
religiosa, con argumentos de este tipo. Sacerdotes y el obispo del lugar ya habían ido, habían hablado con él.
Fuimos a verlo para expresarle que tuviera un sentido de más confianza en la gestión de la Iglesia, en el sentido de
que algunas de las cosas que él pide pudieran quizás lograrse, y que entonces él pudiera considerar las cosas de
otro modo. Fue muy bien acogida la gestión de los padres en las dos ocasiones, aún la segunda fue más larga; él les
pidió en la primera ocasión que volvieran por allí. Él ha sido muy discreto con la prensa, como se le pidió, nosotros
también queremos serlo por respeto a sus posiciones, pero él fue muy discreto, dijo lo mínimo y lo exacto, y creo que
toda esa discreción ayuda. Me parece que hay en él una postura muy respetable, en el orden de su conciencia, pero
que pudiera quizás flexibilizarse con estos diálogos que nosotros no hemos espaciado, porque es una vida en riesgo
y él mismo lo sabe, eso sí se lo hemos dicho. Son conversaciones que se han producido en poco tiempo y con un
balance humanamente muy positivo. Esperamos que pueda haber en él una flexibilización en un futuro, pero por un
convencimiento propio de él, no simplemente por una petición a la cual él respondería automáticamente como un
acto de fe, porque no ha sido así como lo hemos presentado.
Enrique López Oliva, Monitor: Eminencia usted dijo que trataron temas de carácter internacional. En ocasiones
anteriores la Iglesia católica de Estados Unidos y la Iglesia católica de Cuba han trabajado juntas tratando de crear
un clima propicio para las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. ¿El tema de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos se trató en esta conversación?
Cardenal Ortega: Como fue una temática a la cual yo me referí también en mi entrevista a Palabra Nueva, afloró este
tema. Sobre todo en lo que puede hacer la Iglesia en este orden humanitario. Yo en aquella entrevista hablaba sobre
todo lo que la Iglesia norteamericana hizo en un momento dado por un grupo de presos y sus familiares, que salieron
de Cuba, etc. Todo esto fue considerado. Cuando hablamos de lo internacional entró (el tema). No faltó una
referencia al mundo europeo, pues en algunas ocasiones ha habido mucha preocupación, especialmente la
Embajada de España, por ayudar a resolver ciertas crisis, y hablamos también de esta manera histórica de
colaboración entre la Iglesia norteamericana y la de Cuba, en vista de superar algunos momentos difíciles para
personas que en aquella ocasión emigraron, etc. Sí, hubo referencia al tema.
Yolanda Martínez, Reforma: Quisiera saber si en la reunión con el presidente hablaron sobre el tema de la huelga de
hambre de Fariñas, y si hablaron sobre los presos políticos concretamente, o de los presos en general.
Cardenal Ortega: Estamos en un proceso que no está concluido, se está elaborando todo. Evidentemente, lo nuestro
estaba enfocado hacia ese grupo de presos políticos…
Yolanda Martínez interrumpe: ¿Se aceptaba la terminología tal cual?
Cardenal Ortega: Sí, sobre esos presos que algunos llaman de conciencia, otros llaman políticos, que oficialmente se
les llama contrarrevolucionarios, bien. Era a ese grupo de personas al que nos enfocábamos, y evidentemente
también se trató la huelga de Fariñas.
Manuel Somoza, Milenio: Cardenal, ¿vio usted por parte del gobierno cubano la posibilidad de aceptar una salida
negociada en el caso de Fariñas?
Cardenal Ortega: Creo que aquí más bien el esfuerzo a hacer está por parte de Fariñas. Por otro lado, como no hubo
una petición explícita nuestra a Fariñas para que dejara la huelga, no se produce tampoco una petición nuestra a las
autoridades del gobierno para que le digan que deje la huelga o le prometan algo, porque Fariñas tiene conciencia de
que eso es casi imposible que se logre.
Miguel Hernández, El Sol de México: Cardenal, ¿habló de la posibilidad de que el papa Benedicto XVI visite Cuba?
Cardenal Ortega: No, no se habló de eso. El Papa viaja muy poco, tiene 84 años ya. Hace viajes pequeños por
Europa, ha hecho viajes a América del Norte, a México no pudo venir por la altura, fue a Brasil. No hay previsto un
viaje. Pudiera haber un viaje a las Antillas; cuando el terremoto de Haití se pensó mucho que el Papa pudiera venir,
pero las condiciones en Haití no eran las mejores para una visita del Papa, porque se crearía un gran problema, pero
al menos pasar por allí y entonces pasar por algunas de las otras de las Antillas, como Santo Domingo, Cuba… El ha
tratado de ir a cada continente. Cuando él fue elegido, aquel mismo día cuando los cardenales lo recibíamos ya
vestido de blanco, etc., él nos dijo unas palabras. Nos dijo que había escogido el nombre de Benedicto XVI porque el
pontificado aquel (de Benedicto XV) había sido un pontificado conciliador, y además fue breve, y él preveía que su
pontificado sería breve por los años, breve y conciliador. Cuando se pensaba que vendría a México yo le dije
“Santidad, al regresar pase por La Habana”, y me dijo “vamos a ver”. Después se supo que no le aconsejaban la
altura de México, porque él tiene bypass. Después hemos hecho alguna invitación a las Antillas los obispos de Cuba,
República Dominicana y Puerto Rico. Vamos a ver más adelante. En el programa de este año no está.
Maribel Puerto, Televisión Cubana: Eminencia ya sabemos que estuvo cuatro horas con el presidente cubano, y de
los temas tratados. Pero ¿cómo calificaría usted ese diálogo en estos momentos? Por otro lado, ¿usted cree que
estamos en una etapa que se pudiera calificar de buena en las relaciones Iglesia-Estado?
Cardenal Ortega: Cuando en la puerta de la iglesia de Santa Rita me abordaron varios de ustedes, yo decía que
había algo distinto y novedoso, creo que fueron los dos adjetivos que utilicé, en el hecho de que la Iglesia fuera
solicitada para una mediación. Ahora añado, con respecto al diálogo mismo y no a la gestión, lo que ya dije
anteriormente explicitándolo en esta ocasión: creo que es también distinto y novedoso este tipo de diálogo que se ha
establecido ayer, anoche. Distinto y novedoso en el sentido muy positivo del término. Me parece que abre un
periodo. Por eso yo descartaba tanto que se hablara de la visita de monseñor Mamberti, no hablamos sobre la visita
del Papa, dije por dónde nos habíamos referido a lo internacional, porque ha sido un diálogo sobre Cuba, sobre
nuestras realidades. ¿Qué tiene de nuevo? ¿Qué tiene de importante? No hemos ido a tratar problemas de la Iglesia.
No hemos hablado, ni era nuestro interés ni del presidente (Raúl Castro) tratar problemas de la Iglesia, es decir
necesidades que tiene la Iglesia, facilidades mayores para su misión, etc. No era de esto. Íbamos a tratar sobre
Cuba, sobre este momento y sobre nuestro futuro. Y fue así como estuvimos más de cuatro horas. Quiero que quede
claro algo que ha tenido muy en cuenta el presidente: se trata de una relación con la Iglesia de Cuba, con la Iglesia
cubana. Y ni la visita (de Mamberti) ni ninguna cuestión de tipo internacional va a ser lo que determine en cualquier
sendero que se tome en el futuro, sino que es algo que la Iglesia de Cuba pidió y que el gobierno de Cuba ha querido
que se trate por la Iglesia y eso es, en sí mismo, algo nuevo.
Mariana Castaño, Televisión Española: Cardenal, quisiera concretar si se usó la palabra preso político o la palabra
preso de conciencia…
Cardenal Ortega: La palabra que se usare no te importe, se estaba hablando de ese tipo de preso…
Mariana Castaño interrumpe y pregunta si se habló de liberarlos o de facilitarles las condiciones…
Cardenal Ortega: Dije que estábamos en un proceso. Lo único que puedo responder de tu pregunta es que se habló
de esos doscientos, de todos.
Fernando García, La Vanguardia: Perdone que sea un poco insistente pero muy directo también, ¿confía usted en la
excarcelación en un plazo más o menos corto de algunos presos políticos?
Cardenal Ortega: Me parece que confiar sería decir sí, ya esto va a ser. Vamos a decir que nosotros aspiramos a
esto.
Carlos Iglesias, Yomiuri Shimbum: Eminencia en este proceso hay otro actor importante que es España. ¿Hay
alguna idea de coordinar esfuerzos por parte de España y de la Iglesia cubana en estas gestiones?
Cardenal Ortega: Realmente no. Hay una comunicación entre la Embajada de España y la Iglesia católica en Cuba,
una relación ya histórica, buena, también con el embajador actual. Pero no ha habido una especie de acuerdo o de
trato para combinarnos en este quehacer. No. Creo que es bueno que la Iglesia actúe ella misma, que sea la Iglesia
en Cuba la que actúa y no por algún tipo de influjo de grupos o de embajadas, ni siquiera por alguna coordinación
especial con alguna. Pero valoramos mucho todo lo que se está haciendo y que hace también la embajada de
España en este sentido, y lo agradecemos mucho. Personalmente he tratado a Moratinos mucho, en Europa o
cuando ha venido aquí, y siempre él ha tenido mucha deferencia para comunicarme cualquier cosa que considera
importante a través de su embajador. En este aspecto sí, pero no como parte de estas conversaciones que se están
produciendo.
Rigo Díaz, AFP: Eminencia, ¿cuán optimista es la Iglesia en que se puedan producir las excarcelaciones en un
periodo corto de tiempo, sobre todo los enfermos?
Cardenal Ortega: Lo esperamos.
Esteban Israel, Reuters: Eminencia ¿con qué sensación regresó usted ayer a casa? ¿Qué le dijo el señor
presidente… (inaudible)? ¿Hasta dónde cree que puede llegar el gobierno cubano?
Cardenal Ortega: Ah, por eso es importante continuar el diálogo, para ver hasta dónde puede llegar. Nosotros
estamos dispuestos a continuarlo también. ¿Qué nos dijo?: “Nos tendremos que encontrar en otras ocasiones y
seguir adelante”.
Roberto Bastida, Radio y TV Unida, Ecuador: Usted ha hablado de los presos en Cuba, pero ¿también se ha hablado
de los cinco cubanos que están presos en Estados Unidos?
Cardenal Ortega: También.
Roberto Bastida: ¿La Iglesia cubana va a trabajar para liberar a esos cinco héroes?
Cardenal Ortega: No estábamos hablando específicamente de ese tema. Se mencionó el tema pero no puede
decirse que hay un diálogo en relación con este tema. Solamente se mencionó, no más.
Jorge Vega, Reuters: ¿Se habló de la salud de Fidel Castro?
Cardenal Ortega: No. Nos interesamos por la salud de él, y nos dijo el presidente que estaba en ese mismo estado,
que escribía siempre, que estaba redactando algún libro, pero nada más.
Mariana Castaño, TVE: ¿Han quedado en hacer reuniones periódicas?, ¿se va a crear alguna comisión?
Cardenal Ortega: No, no, nada de esto. Esto es un proceso. En cualquier momento puede haber encuentros, de este
nivel o de otro. No tiene todavía una planificación. Es un camino abierto, con perspectivas y esperanzas, aún más.
Javier Rodríguez, Prensa Latina: ¿Se puede decir que usted salió satisfecho de esta reunión?
Cardenal Ortega: Salí satisfecho de la reunión.
Milagros López, El Correo: ¿De quién fue la iniciativa de esta reunión? ¿el presidente Castro lo convocó a usted o
usted lo solicitó?
Cardenal Ortega: Yo lo solicité. Lo solicité en la misma misiva que enviaba con dolor por los acontecimientos de las
Damas de Blanco en aquellos dos domingos, decía que sería muy bueno hablar, de este tema y de otros temas. Y
hubo respuesta. Como hubo respuesta para el tema de las Damas de Blanco la hubo también para la otra petición
que yo hacía en la carta.
Periodista no identificado: ¿Lo había pedido en otras ocasiones?
Cardenal Ortega: ¿Con Raúl…? La Conferencia episcopal también lo había pedido, ese es el motivo de que haya ido
monseñor Dionisio García Ibáñez, presidente de la Conferencia, de que hayamos estado los dos juntos.
Periodista no identificado pregunta si ha tenido antes reunión con Raúl.
Cardenal Ortega: ¿La anterior reunión con Raúl? Pues fue en el avión que nos llevó a Camagüey para la
beatificación del padre Olallo. Él me invitó a ir en el avión y allí íbamos hablando, pero muy informalmente de temas
generales, de temas más bien propios de la Iglesia. Lo que yo digo de novedoso aquí, es que se trataron temas
sobre nuestra situación cubana.
Transcripción – Revista Palabra Nueva

Se autorizada la reproducción parcial o total de las informaciones publicadas en esta revista, citando la fuente.
Servicio de Noticias – Revista Palabra Nueva. © 2010

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Acerca de este Blog

Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".

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