Con residir fuera de Cuba no termina la pesadilla

En: Derechos Humanos

16 Ene 2011

«Me deshabilitaron el pasaporte sin explicación ninguna, me he pasado cinco años pidiendo explicaciones formales de por qué no puedo entrar a mi país, pero ellos no me dan ninguna razón argumentada, hasta que el día 20 de diciembre pasado recibí una llamada de la embajadora cubana en Viena para decirme que había recibido respuesta de La Habana y que ésta era que mi pasaporte no sería habilitado».



Con residir fuera de Cuba no termina la pesadilla

Por: Aguaya Berlin

Aguaya Berlin


Regreso después de unos días de viaje por razones de trabajo y me encuentro en las noticias otro caso más para la ya larga lista de cubanos residentes en el exterior: a Fernando Delgado le niegan la entrada a Cuba.

Joan Antoni Guerrero Vall, amigo bloguero, entrevistó a Fernando Delgado. El modus operandi de los notificadores del castigo, alias diplomáticos del Consulado en Viena, fue el mismo que utilizaron conmigo: llamadita por teléfono sin constancia oficial ni documento alguno de por medio, pues la denigrante medida que notifican no tiene basamento legal alguno.

«Me deshabilitaron el pasaporte sin explicación ninguna, me he pasado cinco años pidiendo explicaciones formales de por qué no puedo entrar a mi país, pero ellos no me dan ninguna razón argumentada, hasta que el día 20 de diciembre pasado recibí una llamada de la embajadora cubana en Viena para decirme que había recibido respuesta de La Habana y que ésta era que mi pasaporte no sería habilitado».

Claro que no le darán las razones de por qué violan sus derechos. A mí tampoco me las dieron aunque las conozcan perfectamente.

Los consulados y embajadas de Cuba en el extranjero son un instrumento más que las autoridades migratorias usan, en nombre del gobierno de Cuba, para controlar y coartar la libertad individual de los cubanos residentes en el exterior, así como para anonimizar a los verdaderos responsables de este tipo de represión y castigo extraterritorial. Lo usan desde hace décadas contra todo aquél que se enfrenta directamente o que alza su voz (o su blog o sus actuaciones en las redes sociales) en contra de una dictadura y sus arbitrariedades que ratifican, así y una vez más, la vergonzosa y descarada violación de los derechos humanos más elementales de los ciudadanos cubanos sin importar su lugar de residencia.

Con residir fuera de Cuba no termina la pesadilla económica, profesional, individual, política y cuanto a Ud. se le ocurra con respecto al «caso cubano» del último medio siglo. No, sólo se extiende y agoniza.

Los consulados de Cuba en el extranjero son un tentáculo más para recordarnos a los residentes en otros países, que debemos quedarnos calladitos y quietecitos pues, en caso contrario, el latigazo es seguro, allí donde más nos puede doler y aunque no seamos los culpables.

Ni por asomo vaya a Ud. a imaginar lo imposible. Los funcionarios de los consulados cubanos no ignoran las causas y razones de tales denigrantes medidas represivas emitidas directamente desde las oficinas del Ministerio del Interior y de la Seguridad del Estado en Cuba. Ellos conocen muy bien, perfectamente, a las personas que llaman por teléfono y hasta, de tener la posibilidad, intentan influenciar o chantajear de alguna forma a los empleadores de las mismas. No es acusación barata: escribo con absoluto conocimiento de mi situación personal y de lo que han practicado los «diplomáticos» cubanos en Berlín, al menos en mi caso.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y sus representaciones en otros países tienen otras muchas funciones que no les corresponden. Lo triste del caso: las principales tareas han pasado a ser el cobro de los diezmos migratorios

En el blog Penúltimos días pueden leer más sobre el caso de Fernando Delgado. Me apena que Fernando haya tenido que recurrir a un recurso tan extremo: se encuentra en huelga de hambre para exigir sus derechos ciudadanos, en un hotel cercano al consulado de Cuba en Viena, desde el pasado 6 de enero. impuestos a los cubanos y el apoyo ciego al jueguito de la violación de los derechos humanos también fuera de Cuba, como lo es la negación del permiso de entrada al país. Ese precisamente ha sido uno de los más macabros logros de la falsamente llamada «revolución cubana»: separar, romper familias y amistades, exiliar y desterrar oficialmente a más de dos millones de sus hijos.

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Acerca de este Blog

Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".

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