Comienzan las trabas

Cafetería no estatal.

(Por Aimée Cabrera) “Yo siempre tomo el café de la mañana en esta cafetería porque sabe a café, no es invento”- comenta un cliente en un negocio de un cuentapropista en el vedado. El café de exportación se vende en la moneda convertible a precios muy altos, pero muchos dueños de ventas de alimentos, reciben buenos paquetes del aromático grano, provenientes del exterior, o los compran en el mercado negro.

“EL café se vende muy bien, a cualquier hora aunque tienes que colar buen café para que la gente venga y no se te vaya”- refiere una cuentapropista del municipio Centro Habana, rodeada por otros cafetines y acostumbrada a enfrentar la diaria competencia. Otros alimentos, difíciles de conseguir, llegan a estos trabajadores no estatales a través de personas que los traen de otros países, por lo general de los Estados Unidos.

Ahora la Aduana General de la República de Cuba anunció que entrará en vigor la restitución de impuestos por la importación de alimentos para todos los pasajeros que arriben al país, medida que comenzará el próximo 18 de junio, de acuerdo a lo regulado en el Decreto Ley No. 22, del 16 de abril de 1979 sobre el “Arancel de Aduanas de la República de Cuba, para las importaciones sin carácter comercial”.

El pago de los derechos de aduana para la importación de alimentos por la vía de pasajeros fue suspendido en el 2008, año en que la Isla fue azotada por tres huracanes de gran intensidad: El Ike, el Gustav y el Paloma, los que, a modo general causaron grandes pérdida, y fue incluida además, la entrada de medicinas.

Una de las actividades por cuenta propia que más trabajadores tiene, es la relacionada con la venta de alimentos. Para ellos, como para ningún otro, no ha existido un centro suministrador de las mercancías que necesitan para desempeñar su labor, a pesar de las medidas gubernamentales para eliminar importaciones y aumentar las producciones alimentarias, aún insuficientes, que han traído como consecuencia que los mercados de ambas monedas estén desurtidos, y en perenne demanda los artículos más vendibles; pues los cuentapropistas los adquieren en grandes cantidades, cuando los hay en existencia, por lo que la población apenas puede comprarlos para su consumo.

“Todavía no hace un año, y ya están poniendo trabas. Así pasa siempre, cuando ven que la gente empieza a prosperar, te cierran para que tengas que quitarte. Por eso hay tanta gente sin licencia, por la izquierda, porque el gobierno no ayuda al que es decente, sino lo machuca (pisotea)”- expresó un trabajador no estatal al saber sobre la nueva regulación.