Carta al Cardenal cubano
En: Destacados
22
Mar
2012
La pronta y esperada visita a Cuba de Su Santidad Benedicto XVI genera situaciones complejas. Una de ellas ha sido la entrada de un grupo de opositores pacíficos a la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad, en la Habana. Estos solicitan un encuentro nacional del gobierno y la oposición. El Pliego de Peticiones entregado, denota a todas luces el clamor del reconocimiento de la Sociedad Civil en Cuba.
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Miami, Florida 33184
Marzo 17 del 2012
Emmo. Sr. Cardenal Jaime Ortega Alamino
Arzobispo de la Habana
Ciudad de la Habana
Cuba
Su Excelencia:
El Comité Cubano Pro Derechos Humanos, respetuosamente le saluda y le expresa su total acuerdo haciendo suyas las palabras enunciadas ante la televisión cubana de fecha Marzo 13, 2012. Permítanos señalar a continuación el párrafo que a nuestro juicio encierra un mensaje elocuente: “La ausencia de una verdad real puede llevar tanto al relativismo como a un régimen totalitario cuando alguna persona piensa que tiene toda la verdad”. Por lo antes expuesto, se puede traducir que la inmortalidad existe y se llama conocimiento.
La pronta y esperada visita a Cuba de Su Santidad Benedicto XVI genera situaciones complejas. Una de ellas ha sido la entrada de un grupo de opositores pacíficos a la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad, en la Habana. Estos solicitan un encuentro nacional del gobierno y la oposición. El Pliego de Peticiones entregado, denota a todas luces el clamor del reconocimiento de la Sociedad Civil en Cuba.
Múltiples esfuerzos unilaterales de varias autoridades eclesiásticas bajo su orientación, negociaron con los encerrados pacíficos y el gobierno de la Habana para poner fin a esa crisis, con la garantía dada a Su Excelencia de salvaguardar la integridad de esas personas. Una vez más hemos visto con dolor y tristeza la verdadera naturaleza represiva del gobierno de Cuba. En esta oportunidad lanzando pelotas de fango y complicidad contra las autoridades de la Iglesia Católica Romana en Cuba. Acto que condenamos y que harán más complejas las relaciones futuras entre la Iglesia y la Sociedad Civil.
Solo un privilegiado, tocado de la mano de Dios, es capaz de dar forma a la complicada situación en Cuba. Esa prerrogativa puede ser Su Excelencia Cardenal Jaime Ortega Alamino, como máximo representante de la Iglesia Católica Romana en Cuba o Su Santidad Benedicto XVI en su doble función como Vicario de Jesús Cristo y Jefe de Estado. Para que algún día, entre todos poder llegar a firmar un Protocolo de Seguridad y Coordinación, teniendo como mediador a la Iglesia Católica Romana, para con sabiduría evitar un baño de sangre en la nación cubana.
Hay cosas que no regresan, la palabra dicha, el tiempo transcurrido y en particular las oportunidades. Esperanzados en que Dios los alumbre para que en esta oportunidad “UNICA”, admitan solemnemente como cierto la existencia y el reconocimiento de la Sociedad Civil en Cuba, en nombre de la Paz y la Justicia Social.
Sería justo y oportuno que no aplacen las cosas y hagan lo que sea preciso en el momento determinado a favor del pueblo cubano en revivir la Fe y el florecimiento de la Sociedad Civil en Cuba. Con ello ganaríamos todos, dejando atrás 50 años de ateísmos y desconfianza.
Atentamente suyos:
Oscar Peña Martínez Pedro P. Álvarez Ramos Domingo J. Delgado Fdez
Presidente Vicepresidente Vicepresidente
R-OO34/2012