En: Derechos Humanos
25 Nov 2010Testimonio de Abel López Pérez que fuera trasladado unos días antes del 3 de diciembre desde la Cárcel Provincial de Guantánamo, su cuidad de origen y donde cumplía prisión política hasta la espantosa ergástula camagüeyana donde también llevaron a Orlando Zapata.
Allí un nutrido grupo de presos políticos y los denominados comunes que sumaron más de veinte apoyaron a Orlando Zapata en una protesta cívica – la huelga de hambre. La situación en el penal se les volvió complicada a los carceleros y apelaron a todas las bajezas para hacerlos claudicar.
Abel recuerda últimos días de Zapata en prisión camagueyana.
Luis Felipe Rojas, Cruzar las Alambradas.
Testimonio de Abel López Pérez que fuera trasladado unos días antes del 3 de diciembre desde la Cárcel Provincial de Guantánamo, su cuidad de origen y donde cumplía prisión política hasta la espantosa ergástula camagüeyana donde también llevaron a Orlando Zapata.
Allí un nutrido grupo de presos políticos y los denominados comunes que sumaron más de veinte apoyaron a Orlando Zapata en una protesta cívica – la huelga de hambre. La situación en el penal se les volvió complicada a los carceleros y apelaron a todas las bajezas para hacerlos claudicar.
Abel López fue liberado meses después con licencia extrapenal por su delicado estado de salud. Regresó a su casa en Guantánamo pero las autoridades policiales le informaron que tiene que cumplir determinadas restricciones entre ella la principal: no puede viajar fuera de su municipio de residencia, si lo hace será detenido y regresado a prisión.
Aún no ha podido visitar el cementerio donde yacen los restos del mártir cubano Orlando Zapata Tamayo.
Aquí les dejo sus vivencias tal y como me las contó un mes después de salir de prisión:
“Los primeros días yo llegué a verlo. Nos vimos, yo estaba en huelga también. Casualmente los guardias se equivocaron y lo pasaron por el mismo camino del pasillo él me vio y me reconoció por el Martí que tengo tatuado en el brazo, me dijo ‘Abel’ yo dije ‘Sí Zapata, seguimos. Entonces después me cuenta un pasillero de la prisión (como quiera que sea los presos guardan silencio y tienen mucho miedo pero en su interior tienen un hombre libre y desean un país libre y me mantenían al tanto, informado de todo lo que ocurría con Zapata.
(Este militar jefe de prisión se refiere al que ordeno sacar de la celda de Zapata todo y quitarle el agua) … Zapata antes de ingresarlo en el hospital estaba tomando unas vitaminas, las vitaminas … él estaba muy mal y un militar conocido por el Gordo le arrebató el pomo a Zapata y se lo votó todo por el turco para adentro, por el baño para adentro las vitaminas y le dijo -Aquí los plantados no toman vitaminas yo creo que esos son unas pastillas que te mandan los yanquis pa’ que tú resistas la huelga de hambre. Esas fueron las palabras, las verifiqué y ciertamente fueron así. Las vitaminas se las votaron, le quitaron todos los medicamentos le quitaron el agua por algún tiempo.
Cuando ellos vieron que Zapata estaba resuelto a morir, ellos cambiaron la estrategia, cogieron para el hospital. Estando en el hospital un gendarme de la seguridad fue a verme y me dijo -Abel hay que hablar con Zapata, tú estarías dispuesto a hablar con Zapata? Yo le dije redondamente que no, que yo no iba a hablar con Zapata. Zapata sabía lo que hacía, que yo no era quien para inmiscuirme en sus decisiones.
Ese era un modus operandi de ellos como para desacreditar a uno que uno estaba hablando, tratando de que Zapata dejara la huelga de hambre, entonces estando en el hospital ya él y yo logramos escribirnos.
Me narraban muchos presos que estaban a su alrededor, ejemplo Otero, Frank Alvarez, un muchacho que está en cadena perpetua al lado de la celda donde lo tenían, que Zapata se paró días antes de llevárselo muy fuerte gritó -Muchachos no se dejen engañar, no crean nada de lo que le están diciendo, yo no estoy pidiendo cocina, yo no estoy pidiendo nada de lo que me quitaron, yo estoy pidiendo mejoras para todos los presos y para que lo sepan voy a morir para eso. Me acuerdo el día de la triste noticia de la muerte de él van corriendo los presos a buscarme ‘-Político, político corra.
Entramos al cubículo al lugar donde está el televisor y aquel muchacho que es el que me cuenta esto empezó a llorar y me dijo compadre yo estaba ahí Abel yo soy testigo de él, todo eso es mentira, Zapata no pedía nada de eso.
Pero más que esto le digo que el periódico Granma se jactó en decir que Zapata quería cosas absurdas como teléfono, como cocina, como un cuarto personal y televisión.
Bueno en esa misma prisión, yo soy testigo, que en la parte del hospital hay un ‘preso revolucionario’ que le robó una suma considerable al estado. Tiene un trato diferenciado, que diciendo ellos esto que Zapata pedía eso y que era absurdo, -que es mentira que Zapata pedía eso -este preso disfrutaba en una ‘suite’ un cuarto. Ese era el preso que estaba al frente de la ejecución del hospital de la prisión 26 que lleva más de veinte años haciéndose y desviando todos los recursos de ahí. Un día casualmente dijeron para ir a visitar el hospital, y yo tuve la bondad de ponerme los zapatos y decir si, voy a ir al hospital. Aquel preso que está al frente del hospital de la 26 tiene un cuarto, tiene un teléfono, ese hombre tiene una radio, tiene cocina eléctrica y tiene calentador y todo, todo y así mismo cuando vi al mayor de la seguridad del estado a Bombino le dije ven acá y cómo es que el periódico Granma dice en tono burlón que Zapata pedía estas cosas. Como es posible que ahí mismo en la 26 está el ingeniero es recluso que está al frente de la ejecución (construcción) del hospital que tiene todo eso. Y dice -Bueno ese es el ingeniero que está al frente del hospital. Digo yo -Pero él es un preso no está limitado en una prisión de mayor rigor que se debería tener como a todos nosotros y dice –No, no, él si puede tener eso, así mismo me lo dijo.
Y mientras el periódico se burlaba, eso ocurría. Es para que vean las diferencias entre un recluso “revolucionario” y nosotros los defensores de los derechos humanos.
Y le repito que fueron días tristes, tristes por la muerte de Zapata.
*me cuenta: Se refiere Abel a los que se comentaba dentro de la misma prisión de que le habían quitado el agua y las vitaminas.
*el hospital: Se refiere al hospital civil de Camaguey Amalia Simoni que tiene una sala de penados donde ingresan a presos de las diferentes cárceles de la provincia.
*está el televisor: Se refiere a las imágenes que proyectó la Televisión Cubana donde desacreditaba la huelga de Zapata y Raúl Castro acompañado del presidente de Brasil hacía alusión a ‘uno que se murió”.
*Bombino: Se refiere al policía político nombrado Julio César Bombino, una de las figuras más implicadas en los sucesos ocurridos a Orlando Zapata en Camaguey por ser uno de los más altos oficiales de la Seguridad del estado en esa provincia.
Pedro Pablo Álvarez Ramos es ex-preso de conciencia de la Primavera Negra de 2003, secretario general del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) y miembro del grupo gestor "Proyecto Varela".